Secretos para invertir sin miedo

4 maneras de mantener su cartera cuando el pánico cunde en los mercados y los medios de comunicación.

Los inversores están de los nervios. Decir que están poniéndose nerviosos «ahora» ignoraría el hecho de que la mayoría suele estar ansioso todo el tiempo.

Si miramos los titulares y hablamos con gestores de dinero, sin embargo, está claro que las ansiedades están al alza. Tanto si se trata de tipos de interés, noticias desde Grecia y preocupaciones acerca del futuro del euro, las subidas y bajadas en China o el mercado alcista viejo y que no puede continuar para siempre, existe algo a lo que todo inversor aprensivo se puede aferrar.

Y esto es antes de añadirle a las preocupaciones personales y únicas de los inversores el encontrarse con un horizonte temporal reducido para recuperarse de cualquier retroceso del mercado antes de la jubilación o el miedo a ser el siguiente en perder su trabajo y asumir una jubilación anticipada.

No importa el miedo, la solución de inversión es casi la misma, y no es una «huida».

Sí, habrá alguien que realice una llamada para salirse completamente del mercado y lo haga en el momento oportuno, que sea agasajado por ello por los medios de comunicación y que se convierta en un gurú (al menos hasta cierto punto en el que ya no sean tan afortunadas y sus consejos se vean como malos). Usted no es esa persona.

Las soluciones para invertir con esos miedos en la cabeza son más o menos las mismas sin importar qué preocupación le ronde la cabeza. Es más, son frases viejas y aburridas que siempre ha escuchado, que hacen que sea difícil tomárselas en serio cuando hay muchos nervios.

Antes de adentrarnos en dichas soluciones, sin embargo, la mayoría de inversores debería reconsiderar su manera de ver tanto los riesgos como la volatilidad.

En cualquier caso, una persona estándar solo ve lo negativo. Cuando el mercado cae 300 puntos, los inversores se preocupan por la volatilidad, sin embargo, no están nerviosos cuando el mercado gana 300 puntos, a pesar de que es el mismo movimiento porcentual.

De la misma manera, el riesgo se ve como una posibilidad de perder, cuando también es una posibilidad de ganar.

escribió Meir Statman de la universidad de Santa Clara, un investigador líder en finanzas conductuales.

Cualquier inversión es «de riesgo», a su manera. Los bonos ofrecen seguridad y estabilidad, pero pueden no ofrecer a la mayoría de los inversores la posibilidad de expandir sus nidos financieros tanto como para alcanzar sus aspiraciones. A la inversa, las inversiones en bolsa más arriesgadas pueden ofrecer la mejor oportunidad para alcanzar los objetivos, pero también resaltar la posibilidad de que el mercado le deje con bastante menos de lo que usted tuviese ahorrado.

El resultado es una actitud que se presenta de la siguiente manera: «Puedo aceptar los riesgos; sencillamente no quiero perder nada de dinero».

Así que, demasiado a menudo, la gente duda sobre si debe asumir riesgos cuando el mercado está en un momento bajo y parece una mala apuesta, pero se meten en carreras cerca de lo más alto. Los números de flujos de fondo así lo demuestran, mostrando que muchos inversores no se comprometerán con ninguna seguridad hasta que exista un aluvión de buenas noticias y sientan que están obteniendo algo seguro.

Desafortunadamente, esta es la receta para comprar caro y vender barato.

Con ese pensamiento en mente, vamos a volver a las cosas que los inversores deben hacer para afrontar sus miedos:

¿Preocupado por las acciones? Tenga algunos bonos. ¿Preocupado por los tipos de interés? Tenga algunas acciones. ¿Preocupado por Europa? Tenga algún dinero en casa. ¿Tiene miedo de que el repunte vaya a terminar pronto? Invierta algún dinero en el extranjero, pero si también le preocupa China, no invierta demasiado en mercados emergentes.

Así es como se construyen las carteras de valores en general.

En vez de centrarse únicamente en lo que le hace sentir más cómodo, diversifique para que pueda afrontar todos sus miedos y todos los riesgos. Le guste o no, va a asumir riesgo de mercado, riesgo de inflación (poder de compra), riesgo de tipo de interés, riesgo de longevidad (la posibilidad de que usted viva más que su dinero), riesgo político y social y más, aunque los titulares no le asusten.

Dele espacio a su cartera para ejecutarse, pero no deje que se aleje mucho del plan.

Reequilibrar su cartera implica volver al plan. Si su cartera tenía que tener 60% de acciones y 40% de bonos, pero el mercado en alza ha hecho que la mezcla esté en 70%-30%, venda algunos de sus ganadores.

Cuando usted reinvierte dinero durante el proceso de reequilibrio, está poniéndolo a funcionar en los segmentos de su cartera que son baratos, hablando relativamente.

Los reembolsos no están garantizados. Los gastos, sin embargo, lo están e importan. Demasiado a menudo, los inversores están tan ansiosos por encontrar soluciones que pasan por alto los gastos. Acaban cayendo en una estrategia de venta y terminan con un producto como una renta vitalicia indexada que aprovecha sus miedos, resuelve sus inquietudes pero, en muchas ocasiones, no les ayuda a alcanzar sus objetivos porque los gastos superan algunos de los beneficios.

Lo mismo pasa con las selecciones de inversiones. Si no tiene razones para pagar más por la gestión activa - en la que tiene seguridad de que los gastos extra serán recompensados con más reembolsos -- no lo haga.

Los titulares están bien para entretenerse, pero suelen ser perjudiciales para sus emociones e inversiones.

Ajuste sus planes financieros basándose en sus necesidades, objetivos, horizonte cronológico cambiante, no basándose en lo que lea, vea en la televisión o le cuenten sus amigos o conocidos.

Si puede evitar convertirse en un esclavo del ciclo de noticias y del corto plazo, tendrá mayores posibilidades de alcanzar sus objetivos a largo plazo, sin importar cuál de las cosas que usted teme se convierta en algo por lo que todo el mundo se preocupe a la larga.