Explicamos las situaciones en las que los inversores deberían esperar problemas.
1. Tormentas económicas en EE. UU.
El mercado bursátil estadounidense vuelve a mostrarse más dinámico. El rescate griego y las importantes ganancias de Google (NASDAQ: Alphabet Class C [GOOG]) y Netflix (NASDAQ: Netflix [NFLX]) han hecho que el Dow y el S&P 500 casi alcancen máximos históricos. El Nasdaq ha alcanzado su tercer récord consecutivo.
Esto no significa que esta tendencia alcista de los mercados estadounidense sea inmune. La mayor amenaza sigue siendo una recesión de su economía.
Un posible ejemplo de esto es la disminución del volumen de ventas minoristas en junio.
El hecho de que la población continúe reduciendo el gasto será como echar un jarro de agua fría en los inversores, que predicen una aceleración del crecimiento económico durante la segunda mitad de 2015 después de una recesión provocada por el tiempo en el primer trimestre.
«La mayor preocupación es si el crecimiento será lo suficientemente fuerte como para convencer a los inversores de que merece la pena invertir», dijo Bruce McCain, director de estrategias de inversión en Key Private Bank.
2. La Fed interfiere en la recuperación
Janet Yellen está en el punto de mira, ya que tiene la nada envidiable tarea de decidir si la economía estadounidense se muestra lo suficientemente fuerte como para retirarle los estímulos.
Los economistas creen que la Fed aumentará los tipos de interés en septiembre por primera vez en nueve años. Aunque esto supondría dar un voto de confianza a la economía, también genera nerviosismo.
Yellen se ha mostrado bastante explícita últimamente al mencionar la posibilidad de que se produzca una subida de los tipos de interés más adelante. No obstante, existe preocupación de que la Fed esté actuando demasiado rápido, ya que una subida de los tipos de interés prematura podría entorpecer el crecimiento y debilitar el precio de los valores durante el proceso.
Por otro lado, algunos temen que la Fed haya esperado demasiado. Si la subida de los tipos no se produce pronto, habría riego de que se produjera un sobrecalentamiento de la economía, lo que provocaría inflación. En este caso la Fed tendría que aumentar en gran medida los tipos de interés en el futuro, lo que posiblemente acabaría con la tendencia alcista de los mercados.
3. Un dólar fortalecido
Un dólar fortalecido en teoría suena muy bien. No obstante, en realidad es un arma de doble filo, ya que esto debilita las exportaciones de EE. UU. al encarecer los bienes que se venden en el extranjero. Esto no favorece a empresas como Boeing (LSE: BAE Systems [BA]), General Electric (Milan Stock Exchange: Gefran [GE]) e IBM (NYSE: International Business Machines [IBM]) que generan gran parte de sus ventas en el extranjero.
El dólar continúa ganando terreno a sus rivales si la Fed sigue acercándose a la posición de aumentar los tipos de interés. El Índice Dólar, que calcula el valor del dólar en relación a una cesta de otras divisas, ha aumentado un 8% en lo que llevamos de año y un 21% en los últimos 12 meses.
El dólar también está rápidamente alcanzando la paridad con el euro. Un euro equivale actualmente a 1,09$ en comparación con 1,34$ el pasado mes de julio.
«En una época en la que de todas formas el volumen del comercio mundial se muestra a la baja, un dólar fortalecido se lo pone aún más difícil a las empresas estadounidenses», dijo McCain.
4. Duro aterrizaje económico en China
Se dice que China ha sacado al mundo de la Gran Recesión. El problema es que se teme que pueda provocar la próxima crisis mundial.
El crecimiento durante la primera mitad de 2015 cayó a un 7% y los economistas encuestados por CNNMoney creen que caerá a un 6,5% el próximo año.
La preocupación es que los políticos no saben guiar a China hacia el denominado «aterrizaje suave» y el crecimiento se colapsa de forma mucho más rápida.
Un «duro aterrizaje» tendría un efecto dominó mundial ya que la economía de China es actualmente la segunda más grande del mundo y es uno de los socios comerciales principales de muchos países.
Esta es una de las razones por las que los inversores se han asustado ante la crisis de la bolsa China, que ya se ha estabilizado en los últimos días. Se teme que las turbulencias de los mercados financieros sean más que el estallido de una burbuja y que se trate de hecho de un aviso sobre la situación de la economía China.
5. Sorpresa geopolítica
Existen muchos puntos conflictivos en el mundo.
El terrorismo sigue siendo una gran preocupación, sobre todo debido al auge del EI. Si los terroristas cometieran un gran ataque en EE. UU. o en alguno de sus aliados, esto no solo supondría una gran pérdida de vidas humanas, sino que también tendría un grave impacto en la economía al asustar a los consumidores.
La preocupación sobre los nuevos casos de violencia en Oriente Medio es constante, sobre todo debido a la creciente tensión tras el acuerdo nuclear de Irán con Occidente. También está el caso de Vladimir Putin y Ucrania. Los inversores se mantienen en alerta ante una posibilidad del aumento de las tensiones entre Rusia y EE. UU. después de los dos últimos años conflictivos.
6. Los mercados alcistas se recalientan
Aunque no lo crea, la bolsa estadounidense se puede recalentar demasiado.
Si el mercado alcista se adelanta al ritmo de la economía, podrían volver a aparecer los temores de que se produzca una burbuja en el precio de los valores o en sectores llamativos como el de la biotecnología.
El mercado bursátil no parece estar cerca de esta situación.
Aunque el Nasdaq haya crecido un 10% este año, el S&P 500 solo ha crecido un 3% y el Dow un 2%.
Esta situación no muestra síntomas de recalentamiento, aunque sí que merece la pena mantenerse en alerta, ya que en relación a los registros históricos los valores muestran un precio elevado.
«Las valoraciones son flexibles. Ahora estamos yendo hacia un territorio sobrevalorado pero no estamos aún en esa situación», dijo McCain.