Los precios de los mercados de renta variable de EE. UU. están cerca de su máximo histórico, los rendimientos de los bonos de los países desarrollados es casi cero. Los mercados emergentes son la opción más obvia.
Los mercados bursátiles de EE. UU. están rozando máximos históricos, el precio de las acciones europeas está un 20% más alto que el año pasado y la deuda de los mercados desarrollados tienen un rendimiento que se acerca al cero. No cabe duda de que los analistas se siguen preguntando cuándo o si este mercado alcista de varios años se acabará. Esto deja como resultado a inversores hambrientos que se preguntan cuál debe ser su próxima jugada si quieren seguir ganando dinero.
«El gran desafío del último año ha sido encontrar valores con posibilidad de experimentar fuertes subidas ante una situación de un mercado muy fuerte», dice Lucy MacDonald, directora de inversiones de Allianz Global Investors.
Martin Gilbert, director ejecutivo de Aberdeen Asset Management, comparte esta opinión: «Es muy difícil encontrar algo en lo que invertir el dinero en este momento».
Esto no quiere decir que no existan lugares interesantes en los que invertir. Si miramos más allá de la corriente general, existen otros muchos sectores en los que se pueden obtener rendimientos. Solo es cuestión de encontrarlos, según indican los gestores de fondos.
1. Exportadores de mercados emergentes
A los inversores les entró el pánico ante la ralentización de los mercados emergentes, por lo que dejaron de invertir en los valores y divisas de los mismos. La debilidad de las divisas de estos países hace que los exportadores locales se vuelvan muy atractivos, ya que sus productos son más baratos para los compradores de EE. UU. y del resto del mundo. El productor de carne JBS (BVMF: JBSS3) y el productor de papel Fibria Celulose (BVMF: FIBR3), ambos de Brasil. El grupo sudafricano de hospitales privados Mediclinic International (NYSE: MDC) y la aerolínea turca Turk Hava Yollari THYAO (IST: THYAO).
Stacey Nutt, director de inversiones en ClariVest Asset Management, argumentó:
«Se está perdiendo la visión de los beneficios que una divisa más débil en mercados emergentes puede generar a largo plazo para las empresas que venden a los mercados desarrollados», explicó. «En muchos mercados desarrollados existen programas de expansión cuantitativa, y esto, junto con divisas débiles en mercados emergentes, es una combinación fuerte».
De forma específica señaló el caso de exportadores de materiales básicos de Brasil, Sudáfrica y Corea del Sur, como empresas que venden papel, productos químicos y carne a mercados desarrollados.
2. Deuda centroeuropea
Mira hacia el este y no hacia occidente en el caso de los mercados de deuda europeos. Los inversores a menudo olvidan los países europeos de la periferia y desperdician posibles oportunidades de obtener beneficios en mercados de deuda por no mirar más allá del este, según indica Zahn.
David Zahn, director de renta fija en Franklin Templeton Investments, dice:
«Actualmente nos gustan Lituania y Letonia. Ambos países están en la eurozona. Tienen una economía bien gestionada y operan con un gran rendimiento. También hemos invertido en Polonia. Tiene una buena política fiscal pero hay que ver lo que hará el próximo gobierno».
Los polacos votarán en las próximas elecciones parlamentarias en octubre.
En 2014 la economía de Lituana creció un 2,9%, la de Letonia un 2,4% y la de Polonia un 3,4%, según los datos del Banco Mundial. Estos datos superan con creces a los de otras economías europeas como Alemania y Francia, que crecieron solo un 1,6% y un 0,2%, respectivamente.
3. Bancos
Después de perder popularidad entre los inversores con la crisis económica, el sector bancario se ha deshecho de sus principales problemas y es ahora un sector atractivo para invertir. Por ejemplo, UBS (SWX: UBSN) en Europa, Citigroup (NYSE: C), Wells Fargo (NYSE: WFC) y la gestora de inversiones Ameriprise Financial (NYSE: AMP) en EE. UU.
Antes de la crisis de 2007/2008, varios bancos «se involucraron en negocios que eran demasiados arriesgados», indicó. Ahora están reduciendo su tamaño y centrándose en su actividad principal. A esto añadió que en UBS, por ejemplo, la reestructuración que se está llevando a cabo para centrarse más en la gestión de capital y no tanto en la banca de inversión está teniendo sus frutos.
Lucy MacDonald, directora de inversiones en Allianz Global Investors, dijo:
«Hay más margen de recuperación en el sector financiero europeo a medio plazo porque EE. UU. está en una fase más adelantada de la recuperación. Reestructuraron el sistema bancario muy pronto y en Europa eso acaba de comenzar».
Aparte de un ligero desvío debido a la preocupación por la situación de Grecia este verano, las perspectivas económicas en Europa han mejorado en 2015. La inflación es de nuevo positiva y la actividad empresarial apunta al crecimiento más alto de los últimos cuatro años. Además, un euro más débil ha permitido aumentar las exportaciones.
En general MacDonald es más optimista en relación a la situación de los bancos europeos, que son «obviamente los que más se beneficiarán cuando continúe la recuperación en Europa».
4. Deuda de mercados emergentes
En un mercado global en el que no se obtienen buenos beneficios, el valor está realmente en la deuda de los mercados emergentes como India, Talianda, Malasia e Indonesia. Algunos ejemplos son el Aberdeen Emerging-Markets Debt Fund A(XNA: AKFAX), el Stone Harbor Emerging Markets Debt Fund (XNA: SHMDX), y el J.P. Morgan Emerging Markets Debt Fund (XNA: JEDAX).
Martin Gilbert, director ejecutivo en Aberdeen Asset Management, afirmó:
«Es ridículo que la deuda de los mercados emergentes genere un 6% de rendimiento y la de los mercados desarrollados menos de un 1%. Alguno de los dos casos está mal, o incluso los dos», indica. «Creo que los fondos de deuda de mercados emergentes que hayan sido debidamente estudiados ofrecen una buena oportunidad, tal y como ocurre con los fondos de los mercados emergentes con una gestión activa».
Debido a los altos rendimientos, los precios de la deuda de los mercados emergentes son bajos. Esto contrasta con el precio de la deuda europea, que en 2015 alcanzó máximos históricos después de que el Banco Central Europeo comprara deuda de forma masiva como parte del programa de expansión cuantitativa.
A Gilbert le gustan especialmente los activos de India, sobre todo porque la reciente desaceleración les ha vuelto mucho más atractivos. También le interesa Malasia, Indonesia y Tailandia, ya que cuentan con empresas con una buena gestión que están obteniendo resultados interesantes y son a la vez baratas.
5. Rusia
Los mercados económicos y financieros rusos se han hundido con las sanciones impuestas por EE. UU. y la UE. No obstante, según Higgins, director de inversiones en Coutts. Higgins, conocido como el «banquero» por la reina Isabel II de Inglaterra, en vez de asustarse, los inversores deben sentirse atraídos por la grave situación.
«La razón principal es que pensamos que los mercados reaccionan de forma exagerada a los acontecimientos geopolíticos, por lo que tendemos a ir en contra de los mismos. Existe un gran valor tanto en la divisa como en el mercado de valores», indica. «La clave está en realizar operaciones de poco valor, ya que son muy volátiles y tanto el mercado de divisas como el de valores pueden ir en tu contra».
Higgins invirtió en valores y deuda rusa el año pasado. Entre los fondos, recomienda el Lyxor UCITS Russia (XLON: PRUS) el db x-trackers MSCI Russia Capped (SES: UCITS ETF) y el Market Vectors Russia Index (NYSEArca: RSX). En cuanto a empresas: Sberbank (MCX: SBER). Hasta ahora las obligaciones denominadas en dólares han funcionado muy bien, mientras que los valores están en un punto de equilibrio.
Esto no significa que haya desistido de realizar inversiones, y señala que las perspectivas de estas operaciones opuestas son de al menos varios años. Aporta el siguiente ejemplo:
«Pusimos las acciones chinas A en la cartera de valores del fondo multiactivos hace dos años cuando no estaban obteniendo rendimientos. Eran baratas. Estaban ahí sin generar nada hasta que a finales del año pasado reaccionaron. Esto es lo que pasa a menudo con las oportunidades de valor».
6. Mercados emergentes de pequeña capitalización
Una característica general que se observó en los gestores de fondos que acudieron al congreso de Mónaco fue su optimismo por las perspectivas a largo plazo de los mercados emergentes. Claus Born, gestor de carteras en Templeton Emerging Markets Group, reduce el ámbito de actuación y aconseja fijarse en los negocios pequeños y menos conocidos de las regiones emergentes. Tal y como indica, aunque puedan parecer pequeños actualmente, las empresas de poca capitalización tienen el potencial de convertirse en las grandes empresas del futuro, así que ¿por qué no lanzarse ahora? Según indica:
«Esto se aplica sobre todo al caso de los mercados emergentes en los que hay muchas empresas de consumo locales que pueden crecer en gran medida con el crecimiento secular de los mercados emergentes».
Al contrario de lo que ocurre con muchas grandes empresas de mercados emergentes, los negocios pequeños tienen menos riesgos políticos porque no están gestionados por el estado, explicó. Esto elimina parte de la incertidumbre que existe a la hora de ampliar la cartera de valores e incluir activos de países en desarrollo.
Una advertencia que hay que tener en cuenta si nos lanzamos a este tipo de empresas:
«Sobre todo en el mundo de la pequeña capitalización es importante diversificar para reducir el riesgo de invertir en un solo tipo de valores».
Recomienda prestar atención a fondos de pequeña capitalización expuestos a mercados emergentes, como el Templeton Emerging Markets Smaller Companies Fund y el JPM Emerging Markets Small Cap Fund.