Siete mitos sobre los futuros
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Pocas personas entienden la naturaleza del producto en el que van a invertir.

La demanda de inversiones alternativas continúa creciendo a medida que los inversores buscan más formas de disminuir sus riesgos relativos y riesgos de cola con respecto a la cartera de valores. Tras la burbuja punto com y la recesión a primeros del año 2000, muchos inversores se dieron cuenta de la necesidad de una mayor diversificación más allá de acciones y obligaciones. Más recientemente, desde la crisis financiera la demanda de reducción del riesgo relativo y riesgo de cola continúa creciendo.

Desde finales de 2014, han crecido los activos bajo gestión en el 736% desde el año 2000 y en el 53% desde 2008, según BarclayHedge. 2011, 2012 y 2013 fueron años desafiantes para la renta de los futuros gestionados y el producto se encontró fuera de juego.

Pero nadie tiene una bola de cristal para saber cuándo van a cambiar los mercados y la segunda mitad de 2014 fue positiva para los CTA mientras que las acciones experimentaron una mayor volatilidad a finales de 2014. Desde marzo de 2015, los CTA continúan dando beneficios.

Una buena parte del crecimiento de futuros gestionados ha sido motivada por el aumento en el interés tanto por las inversiones relacionadas con materias primas como por la creciente falta de relación con las asignaciones de cartera. A pesar de la reciente popularidad de los futuros, son pocas las personas que saben lo que realmente son y cómo funcionan. A continuación destacamos algunos de los mitos e ideas mal concebidas de los futuros gestionados:

1. Sistemas misteriosos de comercio «caja negra»

Durante años he oído comentarios de los inversores o asignadores de fondos cómo «no entendemos, ni podemos sentirnos cómodos con los modelos de comercio sistemáticos» y «son cajas negras», así que nos alejamos de ellos». Los modelos de comercio sistemáticos son modelos informatizados cuantitativos. En años anteriores, muchos CTA fueron precavidos al explicar totalmente sus modelos debido al riesgo de réplica. Sin embargo, existe en los últimos años una tendencia de los CTA a explicar sus modelos, aunque su transparencia no es suficiente. Esto también implica que los inversores y asignadores de fondos hagan sus estudios para entender los conceptos y la terminología de los activos con la debida diligencia, como harían para cualquier otra inversión.

2. Cobertura o seguro frente a las acciones

Muchos creen que los futuros gestionados son una forma de cobertura o seguro frente a las acciones. Esto no es cierto. Los CTA tienden a no tener correlatividad con las acciones. Esto significa que sus rentas son independientes de las de las acciones. Las rentas independientes son principalmente debidas al comercio de los CTA de varias materias primas y mercados financieros, y pueden ser de posición larga, corta, neutra o spreading en esos mercados.

En los últimos 20 años los futuros gestionados han reflejado momentos en los que han tenido una correlación positiva con las acciones cuando estas repuntaban, y en otros momentos han mostrado correlación negativa cuando las acciones han bajado. La correlatividad positiva y negativa es cíclica con el tiempo. Pero tienden a actuar de forma positiva cuando los diversos mercados o la economía sufren «shocks», como ocurrió a primeros del año 2000 y en 2008. Un CTA no se preocupa por la dirección que sigue el mercado que comercia sino simplemente que haya el suficiente estímulo para producir un beneficio.

3. Solo se comercian las materias primas

Puesto que los gestores que comercian con futuros se denominan asesores para el comercio de materias primas, existe el mito de que solo las materias primas se comercian. Algunos CTA solo comercian materias primas o solo comercian con un mercado o sector como el maíz o cereales. Pero muchos solo comercian con futuros financieros como los futuros de acciones, contratos de futuro o futuros sobre divisas o contrato forward. Los CTA diversificados pueden comerciar con futuros financieros y de mercancías.

4. Los futuros gestionados son volátiles

Algunos CTA pueden ser volátiles, al igual que otras inversiones pueden ser también volátiles o arriesgadas. Sin embargo, si consideramos volátil en términos de la ratio de Sharpe y/o del desvío estándar, asumiremos que las distribuciones de renta son normales (curva campana de Gauss). Las CTA pueden tener ratios Sharpe bajas, desviaciones estándar altas, de manera que se podría pensar que son muy arriesgadas y volátiles. Sin embargo, la ratio de Sharpe y la alta desviación estándar se derivan a menudo de una oblicuidad positiva de la distribución de la renta debida a las políticas de gestión de los riesgos.

Debemos entender el origen de la volatilidad en la renta. La volatilidad es similar al colesterol; hay volatilidad buena y volatilidad mala. La buena se deriva de la renta positiva y la mala de la renta negativa. La ratio de Sortino y la S-ratio son probablemente más informativas a la hora de comprender la renta adaptada al riesgo para una distribución no normal, que la ratio de Sharpe o la desviación estándar.

Ratio de Sortino: indicador que permite evaluar la rentabilidad y el riesgo de la cartera o estrategia instrumento de inversión. Matemáticamente, se calcula de forma similar a la ratio de Sharpe, pero en lugar de la volatilidad de la cartera se utiliza la llamada «volatilidad hacia abajo». En este caso, la volatilidad se calcula con rendimientos por debajo del nivel mínimo aceptable de rentabilidad de la cartera.

S-ratio: indicador para evaluar la contribución de la volatilidad en los resultados positivos y negativos. Si la relación es mayor que uno, la volatilidad principal asociada con la variabilidad de rendimiento y las pérdidas son relativamente pequeñas.

Puede sonar anti-intuitivo, pero al añadir una inversión con una alta desviación estándar se puede reducir realmente la volatilidad de la cartera de valores debido a la oblicuidad positiva. Por ello es importante contemplar la inversión en esta clase de fondos no de forma aislada, sino como parte de la cartera de valores.

5. Los fondos gestionados son todos iguales

Algunos inversores se preguntarán, «¿por qué necesito invertir en más de un CTA? ¿no son todos los CTA iguales?» La respuesta es ¡No! Este tópico se puede tratar aparte, pero no son iguales por una serie de razones básicas:

  1. Algunos CTA pueden comerciar en distintos mercados o en un número diverso de mercados.
  2. Sus horizontes en el tiempo o la duración media de la negociación puede variar.
  3. La forma en la que entran y salen de sus posiciones puede variar.
  4. El modo en que gestionan el riesgo, uno de los más importantes componentes del sistema de comercio, puede ser diferente entre los distintos CTA.

Como les cuento a mis alumnos en la Universidad DePaul, la gestión del riesgo de las posiciones puede hacer o destruir a un gestor.

6. Los índices CTA contienen sesgos de supervivencia

Algunos inversores evitarán invertir en futuros gestionados debido a que los índices incluyen sesgos de supervivencia. Tienen razón, los índices normalmente contienen sesgos de supervivencia. Este sesgo tiene que ver con que los gestores son excluidos del índice porque ya no cumplen un cierto requisito para estar en él o ya no están en la actividad. Los gestores también pueden ser excluidos de un índice si dejan de informar a las bases de datos. Una razón habitual por la cual un gestor puede dejar de enviar informes de la renta es que el activo alcance un determinado tamaño y ya no busque aumentar los fondos.

Lo que a menudo se escapa es que la mayoría de los índices de inversión incluyen sesgos de supervivencia. Por ejemplo, General Electric era uno de los componentes originales del índice Dow Jones. Son ahora los únicos integrantes originales que quedan. Durante décadas, DJ y S&P han añadido y quitado empresas de sus respectivos índices. Si el sesgo de supervivencia es una razón para que un inversor evite invertir en futuros gestionados, ¿por qué no se aplica la misma lógica a las acciones?

7. Todas las CTA son grandes empresas

A menudo los nuevos inversores en el espacio de los futuros gestionados pueden tener conocimiento de algunos grandes CTA y pensar que todos los CTA son grandes empresas con cientos de millones, o miles de millones de dólares bajo gestión, un gasto millonario en tecnología, un gran equipo de personal en investigación y una profunda infraestructura.

Sin embargo es más habitual que un CTA sea una pequeña empresa. Normalmente tendrán entre 2 y 10 empleados, emplean una tecnología accesible y muchas funciones administrativas externalizadas a terceros. Esto no debería disuadir de la inversión en pequeños gestores «emergentes», sino que se debe comprender y apreciar la creación de la industria.

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