Los inversores empiezan a temer por las perspectivas del sector de la tecnología.
Los inversores actúan con cautela en cuanto a las perspectivas del sector tecnológico esta semana, después de que uno de los bastiones que quedaba en el mercado cayera víctima de la retirada de valores generalizada de finales de la pasada semana, en medio de los crecientes temores sobre la economía china.
El desplome del viernes reforzó una bajada que dejó a algunos de los nombres tecnológicos más conocidos con incluso mayores pérdidas que el resto del mercado. Apple (NASDAQ: AAPL), Microsoft (NASDAQ: MSFT) e Intel (NASDAQ: INTC) bajaron cerca de un 9% cada uno durante la semana.
Este revés también ha supuesto una amplia brecha entre las valoraciones eufóricas de las empresas privadas de tecnología y el mercado público de valores más sombrío, aumentando las probabilidades de regresión en un grupo de empresas privadas de altos vuelos que han venido a encarnar las esperanzas de un futuro crecimiento del sector, según algunos inversores tecnológicos.
Aunque las empresas públicas tecnológicas no se cotizaban a altas valoraciones según los estándares históricos, el sector público ha sido alcanzado por un amplio colapso del mercado que ha supuesto «la luz verde a una carnicería general», afirmó Kevin Walkush, analista de valores en Jensen Investment Management. Muchas tecnológicas en EE. UU. generan más de la mitad de sus ventas en el extranjero, especialmente expuestas a un dólar americano en alza mientras que otras monedas se debilitan, señaló Ryan Jacob, de Jacob Asset Management.
El último desplome dejó las acciones de Apple a más de un 20% por debajo de su nivel de hace un mes, barriendo 150.000 millones de dólares de su valor del mercado. El descenso dejó las acciones con unos beneficios de solo 11 veces los esperados este año, llevando a algunos inversores a sugerir que las valoraciones en el sector habían disminuido demasiado.
Sin embargo, la velocidad de la caída de la semana pasada pareció dejar poco apetito para la caza de chollos, y un inversor señaló que Apple había bajado a un múltiplo incluso menor de nueve después de la bajada en más del 40% del precio de las acciones que se produjo a primeros de 2013.
«Las valoraciones de las tecnológicas ya apuntaban a ser bastante buenas, y ahora sí que se tornan realmente buenas – a menos que nos encaminemos a una recesión mundial».
El mayor daño a las tecnológicas por parte de la regresión del mercado va a notarse probablemente por las empresas que han sido valoradas según sus perspectivas de crecimiento, de acuerdo con los inversores. Las empresas de Internet chinas han sufrido una dura bajada, con pérdidas del 9% en acciones en la empresa de comercio electrónico Alibaba (NYSE: BABA) la semana pasada, acabando en 68,18 dólares el viernes, escasamente por encima de los 68 dólares de la oferta pública inicial de la empresa hace 11 meses, y un 43% por debajo del nivel máximo. El lunes por la tarde se cotizaban a 65,42 dólares.
Esta corriente a la baja también dejó una incógnita sobre las valoraciones entusiastas realizadas de un grupo de empresas tecnológicas privadas conocidas como «unicornios». Mucho del dinero efectivo que ha alzado sus valores procede de los fondos mutuos de EE. UU., y «no hay posibilidad de que se libren del efecto» de un mayor retroceso de los mercados públicos, afirmó Bill Gurley, un inversor de capital de riesgo en Silicon Valley, y el más duro crítico de los excesos del mercado privado este año.
Unido a otros inversores que han sido absorbidos por las start-ups tecnológicas, los fondos mutuos tienen probablemente menos dinero disponible con el que respaldar a estas empresas de altos vuelos en el futuro, señaló.
El revés sufrido por el mercado bursátil también supone que muchos de los unicornios estarán obligados a aceptar valoraciones más bajas en una OPV de las que alcanzaron en sus más recientes rondas de financiación, dejando a sus inversores con pérdidas antes de realizar la venta, dijo Gurley.