2,1 billones de dólares se han esfumado de las acciones de EE. UU. en tan solo 6 días.
El mercado de valores estadounidense ha perdido unos increíbles 2,1 billones de dólares de valor tan solo durante los últimos seis días de caos en el mercado. Estas enormes pérdidas reflejan los miedos profundos que atenazan a los mercados en relación a la cuestión del rumbo que tomará la economía mundial en mitad de la desaceleración económica en China, que se hace cada vez más pronunciada.
Los índices Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq han caído en territorio de corrección, siendo esta su primera caída del 10% tras un repunte reciente desde el año 2011.
El S&P 500, que es actualmente el mejor barómetro para las grandes compañías estadounidenses, ha perdido billones en valor de mercado durante la venta masiva de acciones que se ha producido hasta el martes pasado, según S&P Dow Jones Indices.
Para poner estas pérdidas en perspectiva, la cantidad equivaldría aproximadamente al valor de mercado combinado de todos estos colosos corporativos juntos: Apple (NASDAQ: AAPL), Google (NASDAQ: GOOG), Berkshire Hathaway (NYSE: BRK.A), ExxonMobil (NYSE: XOM), Facebook (NASDAQ: FB), Walmart (NYSE: WMT) y 21st Century Fox (NASDAQ: FOX).
Otra forma de verlo sería esta: equivaldría a hacer desaparecer casi el valor total de la versión británica del S&P 500, el conocido como índice S&P BMI UK, cuyo valor es de tan solo 2,8 billones de dólares.
«La actual venta masiva de acciones del mercado de valores ha alimentado los recuerdos de anteriores crisis financieras» escribió Christopher Hyzy, jefe de inversiones de Merrill Lynch, en un informe de investigación el martes pasado.
Las ganancias de 2014 y 2015 eliminadas de un plumazo
La parte que realmente corta la respiración del desplome del mercado tuvo lugar el lunes, con una caída sin precedentes de 1.089 puntos del Dow Jones tan solo unos minutos después de la campana de apertura.
La confusión de los últimos días no solo ha hecho desvanecerse las ganancias del mercado de valores en lo que va de 2015, sino también casi todas las ganancias de 2014. El Dow Jones terminó el martes en su nivel más bajo desde febrero de 2014.
El retroceso dramático de Wall Street ha estado impulsado por serias preocupaciones sobre las consecuencias de la desaceleración económica en China. A pesar de que todo el mundo sabía ya que la economía de China no sigue disfrutando de un crecimiento explosivo, los inversores se han aferrado a posibles signos nuevos de que la desaceleración es aún más grave.
La crisis del mercado chino y las cuestiones económicas
El mercado de valores chino se desplomó a comienzos del verano. No estaba claro si se trataba simplemente del estallido de la burbuja del mercado de valores o de una señal de alerta en toda regla sobre los problemas cada vez más profundos de la economía china.
Después de esto, China sorprendió a los mercados devaluando su moneda, el yuan, el 11 de agosto. La medida dio la sensación a algunas personas de ser un intento desesperado por impulsar las exportaciones, haciendo que sus productos fueran más baratos para los compradores extranjeros.
Pero los temores se hicieron más profundos la semana pasada, cuando un indicador clave de la actividad de fabricación en China se desplomó hasta su nivel más bajo desde la crisis económica mundial. Todo esto ha tenido el efecto combinado de hacer que el mercado de valores chino se redujera un 40% durante los dos últimos meses.
¿Está justificada la venta masiva?
¿Justifican realmente estas preocupaciones creíbles sobre la economía de China la venta masiva de acciones en Wall Street? Y, más importante aún, ¿depara el futuro más pérdidas cuantiosas?
Merrill Lynch sostiene que el capital estadounidense «sigue siendo vulnerable» a corto plazo, porque las acciones han caído por debajo de varios niveles clave y las acciones del mercado secundario están cayendo.
Sin embargo, a diferencia del mercado de valores, la economía estadounidense no se está hundiendo. El miércoles, Barclays aumentó su estimación de seguimiento del crecimiento interno bruto del tercer trimestre al 2,8%. Esto no da para nada sensación de recesión. En el actual entorno de un crecimiento económico mundial bastante deslucido, esto es algo realmente interesante.
Y no es que los tipos de interés estén disparándose por lo alto, creando un lastre para las acciones. Los banqueros centrales de todo el mundo están inundando el sistema con dinero en efectivo y manteniendo los tipos de interés realmente bajos. Bill Dudley, presidente de la Reserva Federal de Nueva York, señaló que el banco central de EE. UU. podía posponer sus planes de aumentar los tipos de interés el mes que viene hasta finales de año o, incluso, hasta 2016. Según escribe Merrill Lynch:
«Los fundamentos positivos de mejorar el crecimiento económico y las políticas monetarias acomodaticias en los mercados desarrollados se mantienen intactos, lo cual apoya el capital frente a los bonos».
Si la economía no está desmoronándose, entonces esto implica que los beneficios corporativos deberían mantenerse más o menos firmes, siempre al margen del devastado sector de la energía del petróleo. Los beneficios son fundamentales para el precio de las acciones.
¿Es este el momento para ir a la caza de gangas?
A pesar de todo, los precios han caído en los últimos días, socavando en apariencia el argumento de que las acciones estadounidenses son demasiado caras.
No hay más que observar la relación precio/ganancias del Dow Jones, una medida clave de valoración. Las acciones medias del Dow Jones se cotizan ahora a 15,5 veces los beneficios esperados de este año y tan solo 14 veces durante el próximo año, según ConvergEx. Aunque no puede decirse exactamente que los precios estén por los suelos, se trata de una gran mejora con respecto a los múltiplos más allá de 18 de hace tan solo unos meses.
Y si los mercados caen aún más con la volatilidad actual «llegaremos a niveles en los que los fundamentos muestren valores convincentes» comentó en una nota Nicholas Colas, jefe de estrategia de mercado de ConvergEx.