La GigaFab de SolarCity: ¿un futuro brillante o un fracaso?
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¿Está la SolarCity, otra idea de Elon Musk, diseñada para cambiar el mundo?

Hace más de un año SolarCity (NASDAQ: SCTY) adquirió una pequeña empresa de fabricación de módulos llamada Silevo, con mucha ostentación por parte de los inversores. Nos hemos mostrado muy escépticos con este acuerdo desde el principio.

Poco después de ese acuerdo, SolarCity anunció que se benefició enormemente de la generosidad del Estado de Nueva York cuando este acordó construir una gigafábrica, es decir, una planta de fabricación de placas solares, para lo que dotó a la empresa de una suma de 750 millones de dólares y se la alquiló por un dólar al mes.

Este ha sido, y continúa siendo, el trato más favorable concedido a cualquier empresa solar de Estados Unidos hasta la fecha. Con una planta casi gratuita para producir baterías para Tesla Motors (NASDAQ: TSLA), los inversores sintieron que nada malo podía sucederle a SolarCity con su estrategia de fabricación.

Ha pasado casi un año desde ese momento y hemos querido echar la vista atrás para ver en lo que se ha convertido la empresa y cómo la industria ha evolucionado desde este primer anuncio. De hecho, en un informe reciente de la SEC, SolarCity compartió un hecho interesante sobre su próxima fábrica. Según el informe, un objetivo operativo clave para el director ejecutivo Lyndon Rive y el director de tecnología Peter Rive es alcanzar un «coste de producción de 0,50 dólares por vatio de módulos solares con una eficiencia de al menos un 20%».

Aunque no existe una línea de tiempo asociada con este objetivo, ya que no se espera que la fábrica empiece a ser rentable hasta la segunda mitad de 2016, parece razonable que la administración esté tratando de lograr este objetivo para 2017.

Entonces, ¿cómo se miden estos objetivos de coste y eficiencia en relación a la industria?

En relación a los resultados de las ganancias del segundo trimestre de 2015, los tres primeros fabricantes de módulos en términos de coste fueron First Solar (NASDAQ: First Solar [FSLR]), Trina Solar (NYSE: Trina Solar [TSL]) y JinkoSolar (NYSE: JinkoSolar Holding Company [JKS]). Su coste aproximado por vatio en relación a la capacidad de la empresa de utilizar tecnología avanzada es de aproximadamente 0,39 dólares, 0,39 dólares y 0,42 dólares, respectivamente.

Sobre la base de los planes de trabajo actuales y extrapolaciones de costes, creemos que estos vendedores tienen probabilidad de contar con una estructura de costes de entre 0,30 y 0,35 dólares por rango de vatios en 2017.

En términos de eficiencia, la hoja de ruta de First Solar indica un nivel de eficiencia superior al 19% para 2017. En función del historial de First Solar hasta la fecha, parece probable que la empresa alcance su objetivo y que esté dentro del 5% del objetivo de eficiencia de SolarCity si esta última alcanza su objetivo en un marco de tiempo comparable.

En otras palabras, más del 19% de módulos de First Solar con una probabilidad de coste por vatio de 0,32 dólares podrían estar compitiendo con más de un 20% de módulos de SolarCity con un coste de 0,50 dólares por vatio en 2017. Con esta estructura de costes, es seguro decir que SolarCity no tiene ninguna posibilidad de competir con el líder de la industria en relación a servicios públicos o grandes instalaciones comerciales.

Los lectores pueden argumentar que esto no es una comparación justa, en el sentido de que SolarCity nunca ha sido uno de los grandes actores en el mercado de proyectos a gran escala y First Solar no es uno de los grandes actores del mercado de la generación distribuida. Si bien este argumento es válido hoy en día, lo vemos como algo que no durará en el tiempo y que estará sujeto a cambios en 2017.

Dada su considerable ventaja en relación a los costes, ¿no sería razonable suponer que First Solar se iniciará en el suministro de módulos en el mercado de la generación distribuida? Creemos que no es solo probable, sino casi una certeza. En términos de precio para los clientes de generación distribuida, con un 20% los márgenes First Solar debe ser capaz de vender estos módulos hasta llegar a alrededor de 0,38 dólares por vatio si es necesario. Incluso ajustado por cualquier inconveniente de eficiencia, esto implicaría aproximadamente 0,40 dólares por vatio en comparación con los 0,50 dólares por vatio de SolarCity. Esto quiere decir que, según su objetivo, el coste del módulo de SolarCity debería ser un 25% más elevado que el de First Solar.

Dejando a un lado a First Solar, nos puede ayudar a entender la situación si observamos cómo le va a SolarCity cuando se compara con la posibilidad de competir con empresas de la talla de Trina Solar o JinkoSolar, que proporcionan módulos a todos los interesados ​​en el mercado de la generación distribuida.

Cuando SolarCity inició su GigaFab, uno de los argumentos era que el bajo coste de los fabricantes chinos se vería afectado por los aranceles estadounidenses, lo que supondría una ventaja de costes para SolarCity. No obstante, se sabía que los fabricantes chinos actuarían al respecto para evitar estos aranceles. Esto es precisamente lo que ocurrió cuando los proveedores líderes comenzaron la fabricación de módulos en Malasia y otros países. Esta situación ha vuelto a cobrar importancia debido a la devaluación del ringgit y otros factores que afectan a la industria.

Tal y como están las cosas hoy en día, los aranceles no representarán ningún problema para la mayoría de los fabricantes chinos de primer nivel y nosotros, por lo tanto, no tendremos en cuenta los efectos arancelarios en las explicaciones que ofrecemos a continuación.

Ya hemos visto que Trina Solar y JinkoSolar son propensos a tener costes entre los 0,30 y 0,35 dólares en el período de tiempo de 2017. En cuanto a la ventaja de eficiencia, en el escenario más optimista, resulta poco probable que SolarCity tenga más de un 10% de ventaja en comparación con estos fabricantes de última tecnología cuando se trata de competir con la corriente principal de la tecnología multi-CSi. Esta afirmación se basa en el estado actual de la técnica multi-CSi, que ya ha superado el nivel de eficiencia del 20%, y se espera que este nivel de eficiencia aumente lentamente entre los próximos 18 y 24 meses. Dicho de otro modo, aun suponiendo que todo salga a la perfección para SolarCity, la diferencia entre lo que Silevo puede ofrecer y el espacio comercial de bienes multi-CSi se limita a un 10%.

La ventaja potencial del 10% probablemente disminuirá a menos del 5% cuando se comparen los módulos Silevo con la tecnología de alto rendimiento mono-CSi del competidor. La razón de esta pequeña diferencia es bastante simple. En la industria de los módulos solares hechos a partir de los productos básicos de silicio cristalino, es imposible que exista cualquier diferencia cuando se trata de eficiencia si no es a un coste mucho más elevado que para SunPower. Si bien puede haber algunas oportunidades, creemos que los proveedores principales se situarán en el rango de eficiencia de +/- 2,5%. Hay que tener en cuenta que esto excluye a First Solar, que produce sus propios módulos de CdTe, lleva su propio ritmo y está un poco desconectada de la industria de fabricación de CSi.

Mientras que ni JinkoSolar ni Trina Solar desglosan los costes de la multitecnología en relación a la monotecnología, en base a las curvas de costes actuales del sector, se espera que el coste mono-CSi de alta rentabilidad de estos líderes se sitúe entre los 0,35 y los 0,40 dólares por rango de vatios en 2017.

Las expectativas de costes anteriores, cuando se combinan con un margen del 20% habitual de los módulos, indicarían que los resultados de la GigaFab de SolarCity podrían estar compitiendo con los módulos de entre 0,40 y 0,48 dólares por vatio de estos líderes. Esto quiere decir que, incluso en el mejor de los casos, la GigaFab de SolarCity sería apenas competitiva con estos proveedores.

Esta falta de ventaja de coste puede parecer contraria a la intuición, dado que el Estado de Nueva York está pagando por la fábrica y la alquila casi por nada de precio. Entonces, ¿qué está pasando?

Creemos que hay muchas razones que justifican esta situación:

  1. Aunque pueda parecer que la GigaFab es enorme, resulta casi insignificante cuando se compara con los grandes fabricantes de módulos. Los 5 mejores fabricantes CSi tienen una capacidad situada en el rango de entre 3,5 GW y 5 GW. Estas empresas han añadido cada una alrededor de un gigavatio o más a su producción desde que se anunciara la adquisición de Silevo. Para 2017, la mayoría de estos fabricantes de primer nivel tendrán probablemente una capacidad de más de 5 GW. Esta dinámica competitiva relega el potencial industrial de SolarCity a un nivel inferior.
  2. Todos los principales fabricantes de placas solares, excepto First Solar, utilizan la mano de obra barata de China, lo que supone un coste considerablemente inferior al de la mano de obra que SolarCity emplea en Nueva York o California. El efecto se multiplica si se considera que muchos de los costes fijos de los competidores se reparten en una capacidad 5 veces superior.
  3. Con una fabricación de placas solares estimada de alrededor del 60 a 70% de la fabricación solar de China, la cadena de suministro solar se sitúa principalmente en China. A pesar de la generosidad del Estado de Nueva York, la ubicación de la fábrica no es la más conveniente si se tienen en cuenta los factores de la mano de obra y la cadena de suministro.
  4. A medida que el dólar se fortalece, la ventaja de coste de fabricación de China y Malasia aumenta en comparación con la fabricación en Estados Unidos.
  5. Por último, aunque no por ello menos importante, los principales fabricantes han vivido periodos de gran dificultad, han perfeccionado sus habilidades de reducción de costes, y han disminuido los costes del proceso de producción en los últimos años. Por lo tanto, resultará difícil para un recién llegado con una nueva tecnología lograr una eficiencia de costes en un marco de tiempo comparable.

Aunque las desventajas de costes son considerables, esto solo muestra una parte de la historia. Sobre lo que no hemos hablado hasta ahora es acerca del riesgo de ejecución de SolarCity con las nuevas tecnologías. En este contexto cabe señalar que TetraSun, que tiene una tecnología similar a la de Silevo, ha tenido problemas a la hora de cumplir con los objetivos. First Solar, que adquirió TetraSun, ha perdido la oportunidad de lanzar nuevos productos este año (y los que quedarán). ¿Podrá Silevo cumplir con los plazos establecidos?

Aun suponiendo que la empresa pueda hacerlo, la fábrica se está convirtiendo en un proyecto inútil y los retrasos en el cumplimiento de los objetivos del mismo lo confirman aún más.

Una pregunta razonable en este momento es si la divulgación de los documentos presentados por la empresa a la SEC muestran un plan de compensación de gestión serio, o si la empresa está marchando por el camino equivocado. Los accionistas probablemente preferirán la primera opción, aunque tenemos nuestras dudas de que esto se produzca.

La industria manufacturera es un negocio difícil y más cuando se trata de módulos solares hechos de productos básicos. Cuando un gigante de los semiconductores como TSMC tira la toalla después de muchos años, esto es una señal de la difícil situación a la que se enfrentan los nuevos entrantes.

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