La mañana no es buena para operar en bolsa
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Los datos muestran que la volatilidad aumenta los riesgos para los inversores, que empiezan a operar justo cuando suena la campana de la apertura bursátil.

El aumento de la volatilidad del mercado de valores está resultando especialmente costoso para los inversores minoristas, que suelen comprar y vender acciones poco después de la apertura del mercado, lo que resulta ser a menudo el momento más peligroso de la jornada bursátil.

La compra y venta de los inversores se muestra muy activa sobre todo justo después de la apertura del mercado en EE. UU. a las 9:30 (o 15:30 hora española), cuando las posibilidades de conseguir el mejor precio por acción son más bajas, y los cambios tienden a ser más grandes, según indicaron los agentes bursátiles y otros observadores del mercado.

En cuestión de minutos, la diferencia entre el precio que los vendedores quieren por una acción, conocido como el «precio de compra», y lo que los compradores están ofreciendo, es decir «la oferta», se contrae bruscamente y continúa reduciéndose hasta el final de la sesión de negociación. Esta peculiaridad del mercado se ha ampliado en las últimas semanas en medio de los grandes vaivenes del mercado.

La diferencia más pequeña, o propagación, es mejor para los inversores, ya que son menos propensos a pagar de más por una acción o vender por debajo del precio vigente en el mercado. Cuanto más amplia sea la propagación, los inversores estarán más expuestos a los altos costes, que pueden reducir los rendimientos en momentos en los que los principales índices bursátiles se encuentran a su nivel más bajo en lo que llevamos de año.

En el primer semestre del año, la diferencia entre la oferta y los precios de las acciones en el S&P 500 fue de 0,84 puntos porcentuales en el primer minuto de la negociación, según datos del ITG, una casa de valores. Esa diferencia se redujo a 0,08 puntos porcentuales después de 15 minutos, y a menos de 0,03 puntos porcentuales en los últimos minutos de la jornada bursátil.

Esta diferencia a menudo equivale a solo unos céntimos por acción, pero se puede sumar cuando tenemos en cuenta a los muchos inversores individuales que se acumulan en el mercado a principios de la jornada bursátil.

Por ejemplo, al inicio de la negociación el lunes, las acciones de Scripps Networks Interactive (NYSE: SNI) tenían una diferencia entre el precio comprador/vendedor de 35 centavos, o 0,66 puntos porcentuales, según los datos de operaciones de FactSet. Al final del día, el diferencial se había reducido a un centavo, o 0,02 puntos porcentuales.

Según Scott Kubie, director de estrategia de CLS Investments LLC, un gestor de activos que invierte sobre todo a través de fondos cotizados en bolsa:

«El coste global para operar es más bajo, y el riesgo de realizar una mala operación es menor si se espera 30 minutos después de la apertura del mercado».

Después de media hora, la diferencia entre los precios de oferta y de compra se reducen y disminuyen las grandes oscilaciones, dijo Kubie.

«En ese momento, se ejecutan las órdenes de compra llegadas de la noche anterior y se evitan así las oscilaciones del mercado», dijo.

Sin duda, la volatilidad puede ser beneficiosa si permite que un inversor pueda comprar o vender acciones a un precio más favorable.

Las operaciones de los inversores individuales normalmente se ejecutan por la mañana, porque realizan las órdenes la noche anterior a través de sus cuentas de trading en línea, o a través de sus asesores financieros, a menudo después de conocer las noticias al terminar la jornada laboral. Alrededor del 15% del volumen medio de negociación diario es impulsado por inversores individuales, según indica TABB Group, una firma de investigación y consultoría especializada en mercados financieros.

Según The Wall Street Journal, el volumen de operaciones en general tiende a concentrarse cerca de la apertura y cierre de la bolsa, pero los grandes inversores institucionales tienden a congregarse hacia el final del día. En 2014, más del 13% de todo el volumen de negociación se llevó a cabo durante los primeros 30 minutos de apertura, lo que se ha mantenido estable durante los últimos cinco años, según los datos comerciales recopilados por Credit Suisse. Los 10 primeros minutos representaron casi el 5% del volumen de negociación, según indicó el banco.

La práctica jugó una mala pasada a muchos inversores ordinarios la mañana del 24 de agosto, cuando el Dow Jones cayó más de 1.000 puntos en los seis primeros minutos de negociación, antes de reducir alrededor de la mitad de esas pérdidas en la siguiente media hora. Los diferenciales de precio también se ampliaron considerablemente en ese período.

Los gestores profesionales prefieren mantenerse al margen cuando los diferenciales son grandes, porque saben que tienen más probabilidades de obtener un mejor precio por acción cuando la diferencia se estrecha. No obstante, si un cliente minorista insiste, los asesores financieros a menudo no tienen más remedio que obedecer.

En la noche del domingo 23 de agosto, un cliente llamó a Steven Podnos, presidente ejecutivo de la asesoría de inversiones Wealth Care LLC, y le ordenó vender todas sus acciones. Podnos, cuya firma supervisa 250 millones de dólares para cerca de 120 familias en Merritt Island, Florida, le convenció para mantener la mayor parte de sus inversiones, pero acordó vender varios fondos cotizados, es decir, inversiones que actúan como un fondo de inversión, pero con los que se opera en bolsa como si fueran una acción.

Realizó estas órdenes en la madrugada del lunes 24 de agosto, preocupado, en parte, de que se produjera una oleada de ventas. Un fondo cotizado, el iShares Core S&P Small Cap ETF, cayó hasta un 30% antes de volver a subir. Este gestor piensa que la bajada y subida brusca de los fondos cotizados costó al cliente varios miles de dólares.

«Yo estaba sentado ahí mirando y le dije, "qué locura", pero yo no sabía que no iba a ser peor», dijo Podnos.

Los ETF se han situado en el ojo del huracán en estas semanas desde la tormenta del 24 de agosto, que perjudicó a inversores de todas las clases y provocó un mayor escrutinio de los valores. Ese día muchos ETF cayeron más que sus posiciones subyacentes. Los títulos son muy populares entre los inversores individuales.

Los mercados de valores de todo el mundo han caído, ya que los inversores se han preocupado más por la desaceleración de China y su impacto en el crecimiento global. A esto se le añade la incertidumbre de la Reserva Federal, que podría elevar los tipos de interés en la reunión de esta semana. El Dow Jones cayó 62,13 puntos, o 0,4%, hasta los 16.370,96 el lunes, lo que situó las pérdidas en un 8,1%.

El 24 de agosto TD Ameritrade Holding Corp., uno de los servicios de correduría más grandes de Estados Unidos, gestionó un volumen de negociación cuatro veces mayor a la media, dijo Steven Quirk, vicepresidente senior del grupo de operaciones de TD Ameritrade. En la primera media hora, los volúmenes eran 10 veces mayor a la media. Fidelity Investments también informó que tuvo una actividad por encima de lo normal en cuanto al volumen de negociación. Gregg Murphy, vicepresidente senior de correduría minorista en Fidelity, dijo:

«Los lunes son generalmente los días de mayor actividad porque se acumulan las órdenes del fin de semana. Un gran porcentaje de la actividad se realiza en los primeros 30 minutos de la apertura de mercado».

Chris Vorwald, inversor asociado de Truepoint Wealth Counsel LLC, asesoría de inversiones con sede en Cincinnati, dijo que no le gusta operar al principio del día, aunque a veces no puede evitarlo debido a lo que le piden los clientes. Los recientes picos del mercado y las caídas han ilustrado el peligro de realizar operaciones a principios de la mañana, y es algo que ha estado enfatizando a sus clientes.

«Por la mañana se tiende a observar una reacción exagerada a las noticias de la noche anterior o de lo que se oye en los mercados», dijo Vorwald. Le dice a los inversores individuales que pueden mejorar si evitan tomar decisiones emocionales rápidas en base a las oscilaciones de la apertura del mercado.

«Cuando tienes un día en el que el mercado está cayendo cientos de puntos, es mejor dejar que el mercado se estabilice para tener una idea más clara de dónde está el verdadero mercado antes de empezar a operar», dijo.

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