Tesla contra todos
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La actual situación en el mercado del automóvil puede hacer que pronto Tesla sea muy rentable, crezca y se convierta en la empresa más atractiva para los inversores si Porsche y Mercedes no se ponen las pilas.

Pocas de las inversiones que andan circulando son tan controvertidas como Tesla (NASDAQ: Tesla Motors [TSLA]). Por un lado, los toros de la bolsa ven al fabricante de vehículos eléctricos como un tipo de empresa de automóviles fundamentalmente diferente y que augura un nuevo futuro en la industria.

Los osos ven la falta de beneficio y el reducido número de modelos vendidos actualmente, así como un mercado sobrevalorado.

Prácticamente no hay duda de que la actual producción y beneficios de Tesla no son suficientes para apoyar su precio en bolsa. Pero en cuanto a inversiones, la compañía realmente se la juega dependiendo de lo que venga en el futuro. Y si los analistas de Wall Street tienen razón, el futuro podría ser más brillante de lo que muchos osos consideran.

La Gigafábrica de Tesla tiene el potencial no solo de alterar la industria del almacenamiento energético en red - como tanto se publicó anteriormente este año cuando la empresa anunció que estaba entrando en el negocio - sino también de crear enormes economías de escala en el negocio automovilístico central de la empresa.

Uno de los costes más caros de Tesla en cada vehículo es la batería con la que funciona. Los costes de esta deberían caer precipitadamente a medida que la compañía suba la producción.

La verdad del caso es que Tesla es una empresa construida en torno a la fabricación masiva, pero justo ahora solo tiene intención de producir entre 50.000 y 60.000 coches este año.

Por tanto, los costes fijos de Tesla - que se intentan extender a una base de producción mayor - están disminuyendo actualmente su rentabilidad. Lo mismo pasará con la planta de baterías de la empresa, al menos al principio. Pero cuando la producción aumente y Tesla comience a usar más su exceso de capacidad, eso cambiará. Los bancos inversores ven que el aumento que se produzca en la planta de baterías reducirá los costes por kilovatio-hora en un 50%.

Si Tesla puede llegar a reducir un 50% los costes de sus baterías, la compañía podrá lanzar su muy esperado Model 3 a un precio inicial de 35.000 dólares - con solidez en el mainstream de precios de coches nuevos.

Esta ventaja en el coste de las baterías elevará los márgenes en 1.000 puntos básicos, produciendo un margen total para el fabricante de equipos originales del 23% dependiendo del modelo en cuestión.

El nuevo Tesla Model X

Todas estas eficiencias en el coste podrían resultar inverosímiles, o cuanto menos especulativas, si no fuera porque están ya ocurriendo.

Al precio de las baterías cuando Tesla desarrolló por primera vez el Model S, el paquete habría costado 90.000 dólares. Hoy ese precio ha disminuido a 36.000 dólares. Una caída mayor del 50% en el precio añadiría beneficios en el resultado final de Tesla de 18.000 dólares. Sobre 50.000 unidades vendidas, esos 18.000 dólares de beneficio extra se traducirían en 900 millones de dólares de rentabilidad.

Pero nada de esto significa que el éxito de Tesla esté garantizado.

Los fabricantes de coches que compiten con la empresa comienzan a ver las orejas al lobo y están pensando en añadir nuevos modelos que compitan con los de Tesla. Nissan ya tiene un modelo eléctrico, al igual que otras compañías.

Sin embargo, esos competidores de Tesla carecen del caché que ofrecen su brillante ingeniería y sus esfuerzos en una experta publicidad - o la ausencia de estos - a sus clientes.

Pero recientemente, Porsche (XETRA: Porsche Automobil Holding [PAH3]) y Mercedes-Benz han anunciado su intención de comenzar a competir con Tesla en el frente de coches eléctricos y ambas compañías tienen el típico poder atractivo en su marca que realmente podría desafiar a Tesla. Mercedes dice que lanzará un producto que le hará la competencia en unos años, posiblemente en 2018.

Porsche tiene un modelo que podría llegar para finales de esta década. Ninguna compañía es una amenaza para Tesla precisamente ahora. De hecho, si en la debacle de las pruebas de emisiones de Volkswagen sigue aumentando, ambas marcas terminarán centrando sus recursos en este asunto.

Pero si los planes de esas empresas continúan sin interrupción, Tesla se enfrentará finalmente a una seria competencia. Y eso es algo a lo que los inversores deben seguir estando atentos en el futuro.

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