¿Por qué cae el S&P 500?
Bazuki Muhammad/Reuters
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Los analistas y expertos tratan de entender por qué las acciones han tenido tan mal comienzo en 2016.

El S&P 500 perdió un 5% en enero, y sigue bajando. ¿Esta caída se debe a la desaceleración del crecimiento y la devaluación de la moneda china? ¿Es una desaceleración de la economía mundial que se refleja en los precios sorprendentemente bajos del petróleo? ¿O tal vez el mercado está reaccionando al aumento de los tipos de la Reserva Federal por primera vez en casi una década?

La verdad es que nadie entiende los movimientos diarios, semanales o anuales de los mercados. Sin embargo, los rendimientos a largo plazo dependen del crecimiento de las ganancias por acción y de los dividendos. Incluso el crecimiento global del PIB parece no tener ningún efecto sobre la rentabilidad de las acciones a largo plazo si no viene acompañado del crecimiento de las ganancias por acción y de los dividendos.

Así que si los movimientos a corto plazo del mercado son inexplicables, y los rendimientos a largo plazo dependen del crecimiento de las ganancias por acción y dividendos, ¿qué pueden esperar los inversores?

Un nuevo informe de Research Affiliates ofrece una cierta aclaración. Según el informe de la firma, las ganancias por acción del S&P 500 han bajado un 14% desde el aparente pico del tercer trimestre de 2014 hasta el tercer trimestre de 2015. En el último cuarto de siglo, las bajadas de tal magnitud se produjeron solo en el año 1991, 2001-02 y 2008-09. Cada caída coincidió con pérdidas substanciales en las acciones.

Obviamente el culpable detrás de la disminución de beneficios en esta ocasión es el bajo precio del petróleo. Hay diferentes debates sobre si se debe al exceso de oferta o a la baja demanda, pero los precios más bajos prevalecen por el momento.

De acuerdo con el informe de Research Affiliates, la fortaleza del dólar perjudica a las exportaciones de EE. UU. , lo que contribuye a la disminución de beneficios.

La disminución de los beneficios para el sector energético es de un 117%, pasando de alrededor de 42 $ la acción a 7 $, lo que contribuye a la disminución de prácticamente todos los beneficios del índice. Otros sectores, tales como materiales, industriales y de telecomunicaciones, se redujeron ligeramente, mientras que el sector financiero y de consumo discrecional aumentaron.

No son solo las ganancias. Es precio y ganancias

Entonces, ¿cómo se han ajustado los precios de las acciones a la caída de las ganancias? En su mayoría no lo han hecho. De hecho, los múltiplos precio / beneficios aumentaron ligeramente a medida que los ingresos se contrajeron.

El hecho de que los precios no se hayan ajustado puede no ser un problema si esta caída en las ganancias es de corta duración. De hecho, el informe de Research Affiliates argumenta que aunque los precios del petróleo podrían caer aún más, con el tiempo, «las reservas de petróleo disminuirán, los precios se recuperarán, y los márgenes volverán a la normalidad».

El verdadero desafío al que se enfrentan los inversores es saber cuál será la tasa de crecimiento a largo plazo de las ganancias por acción. Sobre esta cuestión, el informe cita una misiva anterior de Research Affiliates, que decía que el largo ciclo de ganancias del cuarto de siglo podría estar llegando a su fin.

De acuerdo con Research Affiliates, durante más de dos décadas los beneficios empresariales han estado creciendo más rápido que el PIB, lo que significa que un mayor porcentaje de los ingresos se ha destinado a los inversores o a capital en lugar de a los salarios. En algún momento esta tendencia violará nuestro «sentido de justicia social» ya que «el porcentaje de capital no puede seguir creciendo eternamente».

Una de las razones del incremento del capital es la globalización, asegura la firma. Los mercados globales libres han conseguido sacar a países pobres de la pobreza, pero han provocado un estancamiento de los salarios en los países más ricos y desarrollados.

Otra de las razones que cita Research Affiliates es el «mayor control de las decisiones del gobierno por parte de las empresas, lo que limita la competencia, reduce la inversión, y facilita la recepción de rentas». El ejemplo más importante de esto es la estrecha relación entre el gobierno y el sector financiero.

Es imposible decir cuándo llegarán a su máximo los márgenes de beneficios y las ganancias por acción, o si ya han alcanzado este punto. Los resultados de Research Affiliates sostienen que las ganancias por acción «crecerán mucho más lentamente o incluso disminuirán en términos reales». Los inversores prudentes deben estar preparados en las próximas décadas para presenciar mayores caídas salariales, impuestos más altos, una mayor redistribución de la riqueza y una reducción de los rendimientos del capital o de la inversión.

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