Con el cierre del primer trimestre el jueves, el rendimiento de las acciones y los bonos del Tesoro se ve muy similar a lo que ocurrió durante los primeros tres meses del año pasado.
El S&P 500 cayó, tocó fondo y se recuperó en los primeros trimestres de cada año, siguiendo trayectorias más o menos similares. Las comparaciones son aún más pronunciadas en el rendimiento del Tesoro a 10 años, que comenzó cada año justo con una subida del 2% ante las expectativas de que los tipos de interés subirían más. En su lugar, ocurrió lo contrario. Los tipos cayeron a principios de los dos años, y el rendimiento a 10 años tocó fondo en enero de 2015 a 1,64% y este mes de febrero a 1,53%.
¿Será el pasado prólogo del futuro? Tanto el S&P 500 y el rendimiento a 10 años terminaron 2015 más o menos sin cambios desde los niveles del año anterior.
Del mismo modo, extrapolar la recuperación de las últimas semanas puede ser prematuro. Muchos de los rezagados del año pasado han subido. De las 20 mejores acciones del S&P 500 de este año, todas menos una de ellas terminó 2015 en el negativo.
Urban Outfitters (NASDAQ: Urban Outfitters [URBN]), por ejemplo, ha ganado más de un 40% en el año hasta la fecha después de perder más de un tercio de su valor de mercado el año pasado. Otros ganadores incluyen a varias compañías de energía que se vieron afectadas y se han recuperado ante la subida de los precios del petróleo.
Como se ha visto anteriormente, el rendimiento está influyendo en la compra de acciones. Los sectores del S&P 500 con mejor rendimiento este año son las telecomunicaciones, servicios públicos y bienes de consumo básico. Normalmente consisten en empresas que pagan altos dividendos y las que más se benefician durante períodos de crecimiento lento y de bajos tipos, como el actual. Si la Reserva Federal continúa con tipos lentos y constantes, hay pocas razones para pensar que esta situación cambiaría.
Una diferencia notable entre este año y el último ofrece más esperanza para los alcistas: El S&P 500 cayó más de un 10% en el nadir de este año antes de recuperarse.
Solo ha habido otros ocho casos en los que el S&P 500 inició un año con este tipo de oscilaciones pronunciadas en ambas direcciones, según la firma de investigación Bespoke Investment Group, y en esos años, el S&P 500 subió una media de un 28%.
Esperemos que la secuela sea mejor de lo esperado.