Toda la verdad sobre los mitos de la bolsa
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En el marco del proyecto especial conjunto con el Prime Bróker EXANTE compartimos la opinión de Sergey Golubitsky acerca de por qué es necesario reconsiderar las populares teorías de motivación del mercado.

Como parte del seguimiento informativo del Curso de inversión del vCollege Exante propongo a los lectores dar una mirada hacia el siguiente elemento que es una piedra angular de la fundación mitológica que construye «el conocimiento sobre la bolsa de valores»: la creencia en la «sabiduría» colectiva del mercado y su capacidad mágica para hacer efectiva cualquier información.

El mito sobre hacer efectiva cualquier información se presenta en dos formas: en primer lugar, a nivel cotidiano, como «la regla de oro de la negociación» Buy Rumors, Sell News (comprar rumores, vender la noticia), en el plano de la teoría intelectual; en segundo lugar, como la «hipótesis de la eficacia del mercado», formulada por el premio Nobel Eugene Famoy.

Buy Rumors, Sell News es la primera lección importante que recibí en mi cuenta de corretaje que acababa de abrir: a finales de julio de 1995, exactamente en la víspera de la presentación oficial de Windows 95, Pedro Teide (el socio de negocios que me atrajo a la bolsa de valores) y yo compramos acciones de Microsoft.

Esta fue mi primera transacción, de cuyo éxito no dudé ni un instante: ¿acaso no puede crecer el precio de los valores de una compañía que en pocas semanas dará a conocer formalmente los acontecimientos más revolucionarios en el mundo de los computadores personales? – ¡el lanzamiento de un sistema operativo completo de 32 bits que dejó de ser un miserable complemento del DOS de 16 bits!

Los amigos nos invitaron a Pedro y a mí a las celebraciones en Redmond (en ese momento yo estaba viviendo en Seattle), pero ningún recuerdo o CD de regalo pudieron debilitar el deseo de volver a casa y comprobar la cuenta de corretaje. Finalmente llegué al portátil, lo conecté a través de la línea telefónica con una red propiedad de Charles Schwab (mi bróker aún no tenía acceso a internet), y ... no creía lo que veían mis ojos: ¡en lugar de subir, las acciones de Microsoft habían caído bruscamente!

Las acciones de Microsoft habían crecido rápidamente casi un año antes de la inauguración oficial de Windows 95 - incluso antes de que existiera la primera versión beta pública del revolucionario sistema operativo - es decir, el momento en el que en el ámbito público se filtró el primer rumor de que el equipo de Redmond estaba desarrollando activamente un competidor real del System 7.

Cuando los rumores se hicieron hechos - el momento del lanzamiento oficial de Windows 95 – el alza de las acciones de Microsoft fue naturalmente reemplazada por una liquidación, que era debida a la fijación masiva de las ganancias sólidas de los jugadores que actuaban según la «regla de oro».

Así es como actúa el mito sobre hacer efectiva cualquier información a nivel cotidiano, y, por supuesto, en el ejemplo de Microsoft este se volvió ilusión y decepción. Durante un par de semanas luché para resistir la «irracionalidad» del mercado, que continuó tirando hacia abajo las acciones de Microsoft, y luego no resistí y «me tragué una bala» (un poco más de la jerga de los operadores: Buy the Bullet) - convertir la pérdida no realizada en efectuada, es decir cerrar temporalmente la posición «no rentable».

Por supuesto, vender las acciones de Microsoft fue un error garrafal. Si no hubiera leído los libros «inteligentes» sobre el comercio bursátil, y no hubiera reflexionado sobre la «regla de oro de la negociación», sino que hubiese conservado la posición durante los próximos cinco años, los 10 mil dólares (yo compré 100 acciones a 97 dólares) se hubiesen convertido en 90 mil.

El mito sobre hacer efectiva cualquier información no es válido a nivel cotidiano, ya que viola una ley elemental de la lógica formal, la cual no permite la transferencia de las propiedades y cualidades de las partes al conjunto, y mucho menos - el establecimiento de la identidad entre ellos.

En primer lugar, en cualquier momento, el mercado hace efectiva una pequeña parte de toda la información disponible. En segundo lugar, este conocimiento y este efecto se manifiestan sobre el comportamiento y las decisiones de solo una pequeña parte de los participantes del mercado, mientras que los demás están orientados a otra información y otros criterios.

El mercado siempre conoce de la realidad tanto como la conoce el más ignorante de los miembros del mercado – esta es la única regla universal que determina la apariencia de la esfera bursátil, controlada por la psicología de las masas.

Del mismo modo, como el impulso dominante de la masa insurgente es dado por los motivos que surgen en la cabeza del miembro más desequilibrado y primitivo de los disturbios, en la bolsa, las fluctuaciones del precio de las acciones están determinadas por el comportamiento de los participantes más desinformados.

El Buy Rumors, Sell News es la lógica de la desinformación, capaz de provocar solo fluctuaciones superficiales. Esa es la ingenuidad de la queja de está lógica para demostrar la «eficiencia del mercado» que, supuestamente, hace efectiva cualquier información.

Si el mercado hace efectiva la información de los precios actuales, él mismo debe saberlo necesariamente todo, es decir, ha de ser efectivo.

El profesor Eugene Fama de la Escuela de Economía de Chicago, sin dudar de la naturaleza «efectiva» del mercado, admitió la existencia de tres grados de eficacia: débil, media y fuerte.

Con una eficacia débil el mercado hace efectiva la información registrada solo en las cotizaciones más históricas de los valores. Con una media, se hace un registro de toda la información a disposición del público. Con una fuerte, se hace efectiva (es decir, se incorpora a los precios actuales) toda la información existente.

«La teoría de la eficacia del mercado» es uno de los polos del pensamiento teórico en el mercado de valores. En el otro extremo del polo está el popular libanés Nassim Taleb, quien dio a todos los desafortunados del mundo la teoría de «los cisnes negros»:

«Solón era lo suficientemente inteligente como para llegar a la conclusión de que lo que viene con la ayuda de la buena suerte se puede ir junto con ella (además, de forma inesperada, y a menudo más rápido de lo que llegó). El otro lado, que también vale la pena considerar, es que las cosas que vienen con menos ayuda de la suerte son más resistentes a los accidentes. Solón también destacó el problema que dominó la ciencia en los últimos tres siglos. Se llama el problema de la inducción. Lo llamo en el libro «el cisne negro» o un evento raro. No importa lo mucho que cualquiera de nosotros haga progresos, si el costo del fracaso es demasiado grande».

La teoría de Taleb dice que cualquier intento de predecir el mercado sobre la base de la información existente – y no importa si se ha hecho efectiva con los precios actuales o no – tarde o temprano acaba reuniéndose con el «el cisne negro», tan devastador e implacable en su imprevisibilidad absoluta que es capaz de destruir de la noche a la mañana las ganancias acumuladas a lo largo de muchos años. Creo que no hay ningún operador de bolsa en práctica, a quien al menos una vez el ave de Taleb no haya causado un apocalipsis financiero.

Se debe, sin embargo, prestar atención a la realidad de la práctica y la inversión, y resulta que ambas teorías – la de Fama, y la de Taleb - reflejan solo una pequeña parte de la vida.

Sobre el mito de la eficacia del mercado y sobre hacer efectiva la información en los precios, se rien amistosamente todos los conocedores del planeta. Sobre la fobia de «los cisnes negros» se burlan todos los que han utilizado, por lo menos una vez, las estrictas reglas de la gestión competente del capital.

¿Resulta que no hay felicidad en el mundo, sino una u otra forma de mitología social – el único conocimiento del mercado de valores disponible a nosotros? Por supuesto que no.

Parece ser que los modernos economistas están tan profundamente inmersos en la factura del mercado privado que dejaron no solo el enfoque, sino todo el sentimiento de la realidad del contexto cultural y civilizado. Mientras tanto, nuestra realidad europea fue fundada por dos grandes civilizaciones – la griega y la romana, cada una de ellas llevó a cabo dos principios en su fundación: medida y armonía.

El arte griego se basó en la medida como criterio principal de la belleza y en la armonía como indicador de alto estilo. El derecho romano, hasta cierto tiempo, utilizó la medida como el principal criterio de referencia para la infracción y la sanción, y la armonía – como base de las relaciones, de un imperio en constante expansión, con el mundo circundante. Cuando la medida y la armonía desaparecieron de la vida romana, desapareció también el imperio.

¿Cómo se relaciona lo dicho con las teorías sobre hacer efectiva la información y «los cisnes negros» en el mercado de valores? En realidad, lo anterior se caracterizó por la inferioridad de ambas hipótesis: ambas, aun en particular, tratan de reemplazar la totalidad de la realidad.

Podría usar el ejemplo de la compra de las acciones de Microsoft a principios de mi vida como operador para argumentar a favor del Buy Rumors, Sell News: por ejemplo, la lógica funcionó bastante bien entre julio de 1994 y julio de 1995, periodo durante el que las acciones de la empresa de Gates crecieron de 50 a 100 dólares debido al rumor sobre el lanzamiento de Windows 95.

Sin embargo, hay que reconocer que esta lógica era solo una pequeña parte contra muchas otras razones de carácter fundamental. Las mismas razones que el 24 de marzo de 2000 llevaron las acciones de Microsoft al nivel de 901 dólares cada una (incluyendo las tres separaciones realizadas).

Vayamos ahora a algo positivo, más sustancial que el axioma sobre el uso no abusivo de las teorías parciales y la armoniosa y comedida evaluación de una gama más amplia posible de los factores de influencia.

En el mercado bursátil hay un factor de evaluación muy interesante, el cual permite ajustar la realidad, que se burla del mito de hacer efectiva la información. Para ilustrarlo, tomemos como ejemplo el comportamiento del mercado ruso desde principios de otoño de 2015 hasta finales de enero de 2016. Así es como se veía.

En el gráfico, he marcado cuatro eventos muy importantes:

  • 30 de septiembre – el inicio de la operación militar en Siria;
  • 31 de octubre – derribo de un avión de pasajeros ruso sobre la península del Sinaí;
  • 24 de noviembre – derribo del avión de combate ruso Su-24;
  • 6 de enero – comienzo de un colapso devastador del crudo Brent.

Un hecho importante: los cuatro eventos no pudieron ser hechos efectivos por el mercado, ya que eran el clásico «cisne negro». ¿Cuál fue el comportamiento del mercado?

Este trató de restar importancia de manera lógica a la aventura siria, pero casi de inmediato la borró de la cuenta y se pasó al rápido crecimiento. El avión de pasajeros derribado fue recibido por el mercado con un aumento desde el primer mensaje. Solo en el tercer caso – el derribo del avión de combate militar ruso - el mercado pasó a regañadientes a una respuesta adecuada cayendo rápidamente. El colapso precipitó la caída del petróleo por debajo del nivel psicológicamente importante de 35 dólares por barril.

¿Qué conclusiones se pueden sacar?

En primer lugar, la teoría sobre hacer efectiva la información en todo su esplendor ha demostrado su falta de sentido y su carácter mitológico. Es cierto que los cuatro acontecimientos clave mencionados fueron «cisnes negros» y que no se pudieron haber predicho.

Sin embargo, el vector decreciente del mercado de valores ruso estaba predeterminado por tantos eventos – desde la devaluación devastadora de la moneda nacional, la parada casi total de la inversión extranjera directa (¡En el año 2015 cayó un 92%!), la falta de fuentes de crédito en divisas, hasta las sanciones económicas, el aislamiento total mundial, etc., etc., - que el mercado, que reclama al menos un mínimo nivel de eficacia, estaba comprometido a tener en cuenta y hacer efectivos todos estos factores negativos. Mientras tanto, nada de esto sucedió.

En segundo lugar, la teoría de «los cisnes negros» también fue avergonzada por el mercado ruso, ya que cada uno de los cuatro eventos señalados simplemente estaba obligado a descarrilar el mercado en el grado de su negatividad. El mercado, en los dos primeros casos, ignoró completamente la negativa, y en el tercero y cuarto reaccionó con una caída moderada, sin incurrir en un colapso devastador.

Entonces, ¿qué significa la reacción del mercado de valores ruso?

El factor de evaluación que acabo de mencionar consiste en estudiar el estado de ánimo del mercado y la posterior determinación de las causas exactas de este estado de ánimo. Mi seguimiento a largo plazo de la bolsa de valores dio muchas pruebas de que el sentimiento del mercado tiene una influencia mucho mayor en el escenario de los nuevos acontecimientos que la eficacia mítica o el factor del «cisne negro». Conocer las causas del estado de ánimo es importante para nosotros para determinar el alcance, duración y estabilidad del impacto en el mercado de esos sentimientos.

El mercado ruso lleva una tendencia a la baja de largo plazo (más de cinco años), cuya causa no tiene la menor relación ni con la guerra de Crimea, ni con la de Donbas, ni con el derribo de los aviones, ni con el precio del petróleo (mientras costaba 120 dólares por barril el mercado ruso ya había caído de 2.100 a 1.000 puntos).

Me atrevo a sugerir que todos los eventos mencionados son una consecuencia de las principales razones que llevaron a, entre otras cosas, la caída del mercado de valores. Esta razón es la degeneración total de la economía rusa, como resultado de la deformación del crudo, la falta de desarrollo de la tecnología, la destrucción de las pequeñas y medianas empresas, el auto-aislamiento, la legislación represiva y la construcción del modelo latinoamericano de capitalismo de estado oligárquico.

En las condiciones descritas el estado de ánimo del mercado solo puede ser uno - deprimido y negativo. Mientras tanto, si nos fijamos en el período comprendido entre mediados de marzo y mediados de julio de 2014, desde mediados de diciembre de 2014 hasta mediados de mayo de 2015, así como desde finales de agosto hasta finales de noviembre de 2015, se verán muy fuertes ondas correctivas dirigidas en contra de la tendencia bajista dominante.

Estas ondas no solo no fueron capaces de romper la tendencia, sino que cada vez demostraron una debilidad creciente. Sin embargo, su intensidad creó la ilusión de fuerza y permitió hablar sobre razones tan exóticas como «el mitin patriótico». Yo mismo sucumbí a la tentación y con esas mismas palabras describí el crecimiento completamente irracional de la bolsa de valores rusa en el período comprendido entre mediados de marzo y mediados de julio de 2014.

La única razón real de que el mercado de valores ruso durante más de dos años se las haya arreglado para mantenerse a flote, para hacer efectivas las negativas y no colapsar en el abismo, tiene un carácter mucho más prosaico - ¡la falta de liquidez!

En otras palabras, la mayor parte del capital salió del mercado ruso, que durante más de una década ofreció una relativamente alta liquidez (y acompañó el crecimiento). Este capital - completamente extranjero - comenzó a salir inmediatamente después de los acontecimientos en Abjasia, tan pronto se hizo evidente la dirección en que se desarrollaría la política del gobierno. Pero después de marzo de 2014 el éxodo de capital se convirtió en un vuelo de emergencia.

Como consecuencia, todos los «mítines patrióticos» que hemos visto en los últimos dos años, todas las negativas hechas efectivas y el caso omiso de «los cisnes negros» no es nada más que una manipulación indefensa, cuya posibilidad proporciona una liquidez insignificante del mercado. En otras palabras, cuando el mercado no tiene dinero, puede simular cualquier actividad con un pequeño capital. Lo que ocurre por inercia.

¿Qué beneficios prácticos se pueden extraer de lo anterior?

Primera conclusión: el estado de ánimo actual del mercado ruso siempre refleja el estado de la economía y por lo tanto es únicamente negativo, significa que cualquier corrección solo se puede utilizar para una entrada más cómoda a posiciones cortas.

Segunda conclusión: la verdadera razón de todas las «anomalías patrioticas» es una pequeña liquidez en el mercado, por lo que no hay que hablar del estable, intensivo y duradero impacto de estos pseudomítines. Todo va a caer aún más en el marco de una tendencia bajista a largo plazo.

Todo lo dicho, espero, permite replantear la teoría popular de la motivación del mercado (eficacia, «cisne negro») y ponerlos en función de los únicos factores objetivos y universales – el estado real de la economía y el sentimiento real del mercado.

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