Si quiere invertir como Warren Buffett, el último lugar donde debería dejar sus fondos es en el índice S&P 500.
En la reunión anual de Berkshire Hathaway en Omaha, Warren Buffett aconsejó: "compra un fondo del índice S&P y espera durante los próximos 50 años".
Buffett tiene una merecida reputación como un inversor legendario, pero si la gente común quiere imitar al maestro, el último lugar donde deberían dejar sus fondos es en el índice S&P 500.
Buffett es un gran fan del índice S&P 500. Ya ha declarado que el 90% del dinero que le deja a su esposa se invertirá en un fondo del Vanguard S&P 500. También apostó un millón de dólares a que el fondo del Vanguard S&P 500 superaría a un conjunto de fondos de inversión libre durante diez años desde 2008 a 2017.
El entusiasmo de Buffett por el S&P 500 es un poco extraño porque durante toda su carrera se ha guiado por los principios de inversión de su maestro, Ben Graham, al que se le puede considerar el verdadero padrino de la inversión activa. El enfoque de inversión de Graham, en resumen, consiste en comprar empresas de calidad a un precio bajo. Eso es lo menos parecido a tirar su dinero en un fondo del índice S&P 500.
La cartera de acciones de Berkshire Hathaway presenta todas las características del enfoque clásico de Graham de valor-calidad. La cartera de Berkshire tiene acciones más baratas que la del S&P 500 con una relación precio/valor del 2,4 frente al 2,8 del S&P 500; una relación precio/beneficio del 16,5 frente al 19,1del S&P 500; y una relación precio/flujo de efectivo del 9,8 frente al 11,1 del S&P 500.
Al mismo tiempo, la cartera de Berkshire es también de mayor calidad que la del S&P 500. Las empresas de la cartera de Berkshire tienen un rendimiento medio del capital propio del 13,1% frente al 12% del S&P 500, y las ganancias de las compañías de Berkshire son menos volátiles que las del S&P 500.
La clave no es tanto elegir las mejores acciones como evitar los peores. De las empresas del S&P 500 con una relación precio/beneficio positiva, por ejemplo, 43 de ellas tienen un rendimiento de capital propio inferior al 3% así como una relación precio/beneficio del 62. ¿Por qué pagaría tanto por una compañía que gana tan poco? Por supuesto, no lo haría y, Buffett tampoco.
Eludir esas acciones siempre ha dado sus frutos. Una simple combinación de un 50% del MSCI USA Value Index (índice de valor) y un 50% del MSCI USA Growth Index (índice de crecimiento) ha superado al S&P 500 con menos riesgo. Este valor y crecimiento combinado tuvo un rendimiento anual del 11,8% desde diciembre de 1975 hasta abril de 2016, con una desviación estándar del 14,4% (el período más largo del que se dispone datos; esos retornos incluyen los dividendos). El S&P 500, en cambio, consiguió un rendimiento del 11,2% anual durante el mismo periodo, con una desviación estándar del 14,9%. (La desviación estándar refleja la volatilidad del rendimiento de una inversión; una desviación estándar inferior indica un cambio menos desigual.)
No hay duda de que el dinero del Berkshire no es un fondo del índice S&P 500. Sin embargo, invertir exactamente igual que Buffett ha llegado hoy en día a ser tan fácil como comprar un fondo del índice S&P 500.
Por ejemplo, los inversores pueden invertir a partes iguales en iShares MSCI USA Value Factor ETF y iShares MSCI USA Quality Factor ETF y tienen la misma cartera, en términos de valor-calidad, que Buffet tuvo después. Y esto costaría ligeramente más que el Vanguard S&P 500 ETF. Esta cartera de valor-crecimiento de iShares costaría un 0,15% frente al 0,05% del Vanguard ETF.
Existe un último y sorprendente detalle sobre la cartera de Berkshire. Contrariamente a la conocida advertencia de Buffett - "Casi la única forma en la que una persona inteligente puede arruinarse es pedir dinero prestado"- las empresas de la cartera de Berkshire están más apalancadas que las del S&P 500. La cartera de Berkshire tiene una relación deuda/fondos propios del 1,6 frente al 1,2 del S&P 500.