Desvíe su atención de Oriente Medio por un momento. Aunque los responsables políticos se han centrado en las maquinaciones del mercado del petróleo en Arabia Saudí, lo que realmente importa ahora mismo está sucediendo a unos 5000 km del Delta del río Níger.
El país que, hasta hace poco, era el mayor productor de petróleo de África está sumergiéndose de nuevo en el caos. Una ola de ataques y accidentes han afectado a la infraestructura, haciendo que la producción de Nigeria registre sus niveles más bajos en 20 años.
Como consecuencia los precios del petróleo están llegando a su nivel más alto en más de seis meses. Parte de esto se explica por el hecho de que la Agencia Internacional de Energía (AIE) aumentó sus estimaciones de la demanda esta semana. Sin embargo, teniendo en cuenta ambas cuestiones, es fácil poner en duda la sostenibilidad de los excedentes actuales del petróleo.
Sin solución a la vista para los problemas que afectan a los arroyos y a los manglares del delta, la producción de los yacimientos de petróleo en tierra y en aguas superficiales parece vulnerable. Si el último grupo de luchadores por la libertad pretende superar a sus predecesores, entonces las instalaciones en aguas profundas también pueden estar en riesgo.
Sin duda, los Vengadores del Delta del Níger han estado ocupados, obligando a la terminal de Shell (NYSE: RDS-A) en Forcados a cerrar unos 250.000 barriles de las exportaciones diarias; y rebasando una plataforma en alta mar de Chevron (NYSE: Chevron Corporation [CVX]) de 160.000 barriles al día en Escravos. En abril, el Instrumento Europeo de Vecindad (IEV) tuvo que declarar fuerza mayor – para suspender los envíos, sin incumplir los contratos- a las exportaciones de Brass River después de una explosión en un oleoducto.
Es difícil encontrar una solución a largo plazo, dados los antecedentes de Nigeria para resolver este problema. La anterior oleada de descontento, que alcanzó su nivel más alto en 2009, solo llegó a su fin cuando el presidente Yar'Adua ofreció la amnistía, programas de formación y pagos mensuales en efectivo a cerca de 30.000 militantes, lo que supuso un costo anual de aproximadamente 500 millones de dólares. Algunos líderes del Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger (MEND), el grupo militante, consiguieron contratos de seguridad ventajosos.
Sin embargo, el hecho de no hacer frente adecuadamente a las quejas locales significaba que era solo una cuestión de tiempo antes de que otra ola de jóvenes molestos tomara la lucha por un mejor trato para el sur de Nigeria. La crisis se ha acelerado debido a la rescisión por parte del nuevo presidente, Muhammadu Buhari, de los contratos de seguridad de los ex militantes y a su intención de detener a los antiguos líderes del MEND.
Los Vengadores ahora afirman que quieren la independencia para el Delta del Río Níger.
No obstante, los problemas con el petróleo en Nigeria no se limitan a los militantes. Exxon (NYSE: Exxon Mobil Corporation [XOM]) tuvo que declarar fuerza mayor sobre las exportaciones de crudo Qua Iboe después de que una plataforma de perforación encallase y rompiese un oleoducto, mientras la petrolera Shell hizo lo mismo con las exportaciones de crudo Bonny Light después de la explosión de un oleoducto que suministraba a la terminal.
En su último informe, la AIE evaluó la necesidad mundial de petróleo de la OPEP este trimestre en 31,9 millones de barriles por día, con una contribución de Nigeria de 1,62 millones a la producción del grupo de 32,76 millones en abril.
Petromatrix, un grupo de investigación sobre petróleo, considera que la producción en Nigeria puede ser ahora de poco más de 1 millón de barriles por día. Esto no va a demorar la inclinación de la balanza petrolera mundial del superávit al déficit.