Al igual que una bombilla vieja, la reunión de la OPEP del jueves va a generar una gran cantidad de calor y arrojar poca luz. Al menos, no habrá una congelación de la producción.
Arabia Saudí tendrá pocas razones para cambiar la dirección de la política introducida en noviembre de 2014. En ese momento, el reino fijó las bases para que el grupo protegiera la cuota de mercado frente al rápido crecimiento de la producción de petróleo de esquisto estadounidense. Eso lo consiguió al negarse a aceptar una reducción de su objetivo de producción. Sin embargo, ahora el mercado se está corrigiendo a sí mismo reduciendo la oferta de producción de los países que no forman parte de la OPEP.
No obstante, la presión sobre algunos productores está empezando a sentirse – los bajos precios del petróleo están durando mucho más de lo que nadie hubiera esperado, lo que ha aumentado la presión interna del grupo para que se adopten medidas que fomenten la subida de los precios.
Las divisiones dentro del grupo parecen estar haciéndose más evidentes. Las perspectivas de una congelación de la producción, algo que muchos consideraban una apuesta segura hace apenas un mes, se han evaporado por completo después de que los precios hayan subido y que Irán y Arabia Saudí hayan endurecido sus posiciones. A esto hay que añadir que es bastante poco probable que el grupo vuelva a instaurar el objetivo de producción que abandonó en su última reunión.
En uno de los bandos están las naciones de la Península Arábiga, con sus pequeñas poblaciones y bajos costos de producción, y en el otro, el resto de países.
El principal de estos últimos es Venezuela, que ha agotado más de un tercio de sus reservas de oro para subsistir después del desplome de los precios del petróleo. Argelia no ha sido capaz de reactivar la producción y está sufriendo su primer déficit en cuenta corriente en una década.
Las peticiones a favor de un impulso de los precios caerán en oídos sordos. La posición de Arabia Saudí sobre lo que debe hacer la OPEP no ha cambiado. Con los precios del petróleo de nuevo en 50 $ el barril, el país tiene ahora incluso menos razones que en las reuniones anteriores para considerar un cambio en una política que parece estar funcionando.
La propuesta de Arabia Saudí resistió a un cambio en el ministro de Petróleo, y el reino no es el único miembro que va a presentar una nueva cara en la mesa.
Los cambios de personal en algunas de las delegaciones pueden dar lugar a una aproximación de las posiciones de ambos bandos.
Sin embargo, lo más probable es que estos nuevos ministros del Petróleo, quienes cuentan con bastante menos experiencia que sus predecesores, tengan problemas para llegar a un territorio común. En este momento solo repiten 4 de los 13 ministros que participaron en los debates de 2014 que concluyeron con la adopción de la estrategia actual.
Las decisiones de la OPEP se toman por consenso, por lo que mantener la política actual es más fácil que cambiarla. Por lo tanto, lo más probable es que, a pesar de las caras nuevas, no haya cambios.
En el orden del día hay otro tema que también dará lugar a divisiones. Los miembros tienen que elegir un nuevo secretario general para reemplazar a Abdallah al-Badri, quien abandonará el cargo en julio después de repetir en varias ocasiones.
Se trata de un papel que requiere verdadera habilidad diplomática. Un buen secretario general debe poder contribuir a facilitar el diálogo entre las diferentes facciones sin decantarse por ninguna de las opciones. Los ministros no han logrado ponerse de acuerdo sobre quién será el sucesor – parece ser que estuvieron debatiendo sobre este asunto durante tres horas en su última reunión sin llegar a un consenso.
Parece que el nigeriano Mohammed Barkindo, quien fue secretario general en funciones en 2006, está ganando apoyos y cuenta con el apoyo de Arabia Saudí e Irán, pero aún no es unánime. Indonesia va a presentar a su propio candidato, Mahendra Siregar, mientras que se cree que Venezuela ha propuesto a Alí Rodríguez, quien ocupó el cargo desde 2001 hasta 2002.
Solo esperamos que la aparición de 3 nuevos candidatos sirva para que acaben tomando una decisión. Eso sí, no esperen que sea fácil.