Estos son los principales hechos, que pueden transformar los mercados financieros, a los que debe prestar atención durante las próximas semanas.
La semana pasada, el Wall Street Journal informó que el inversor George Soros comenzó a operar de nuevo en los mercados financieros, posicionándose a sí mismo para lo que espera que sea una disminución significativa en los mercados de riesgo, que considera que están muy sobrevalorados.
Sin embargo, es muy importante elegir el momento adecuado para que las apuestas sean rentables. Por desgracia, ha sido especialmente difícil hacerlo bien en los mercados que están tan fuertemente influenciados por las palabras y acciones de los bancos centrales.
La semana pasada se volvió a confirmar que lo improbable e impensable podría fácilmente convertirse en realidad en los mercados financieros durante estos días. Las tasas de interés continuaron cayendo en todo el mundo, mientras los bonos de Alemania a 10 años registraron tasas negativas y la tasa media de saldo de la deuda del gobierno se situó bajo de cero por primera vez. En Japón, la tasa de interés nominal del bono del gobierno a 15 años también registró niveles negativos.
La disminución del rendimiento aumenta la reciente rectificación incesante de las curvas de rendimiento – que, según las experiencias históricas, suele ser un signo de una inminente recesión (aunque en casos anteriores, sin el grado de participación del banco central que ha caracterizado a este período).
Aun así, a pesar de las liquidaciones masivas del viernes, algunos mercados de valores, incluidos los de los EE.UU., alcanzaron máximos históricos y el petróleo tuvo una semana relativamente buena.
Estas irregularidades han alimentado los temores de problemas en el futuro. Pero las advertencias anteriores han tendido a caer en saco roto y es comprensible. Una estrategia ganadora en los últimos años ha sido la de apostar por la capacidad y disposición de los bancos centrales a intervenir varias veces para reprimir a la volatilidad financiera e impulsar el precio de los activos - a menudo a niveles que van mucho más allá de los fundamentos económicos y corporativos.
La mayoría coincide en que hay un límite de hasta dónde los bancos centrales pueden desvincular los precios de los activos de estos fundamentos. También hay un acuerdo general en que, sin una cierta mejora en la capacidad del sistema político para implementar políticas que disminuyan la excesiva dependencia de los bancos centrales para el crecimiento, será difícil validar los precios de los activos existentes y aumentarlos de manera sostenible.
Sin embargo, esta situación no es suficiente para garantizar que las apuestas en contra de las valoraciones actuales de los mercados de valores de todo el mundo serán muy rentables. El tiempo importa – especialmente cuando se trata de hechos que podrían ser catalizadores para una corrección.
Así, partiendo de la premisa de que bien una desorganización en la política monetaria o un error en el mercado podrían tener este papel transformador, a continuación encontrará seis principales hechos a los que debe prestar atención durante las próximas semanas.
- Un voto a favor de que el Reino Unido abandone la Unión Europea en el referéndum del 23 de junio podría tener un impacto negativo en los mercados, sobre todo si a ese resultado no le sigue inmediatamente una alternativa institucional viable, como un acuerdo de asociación comercial libre, que mantendría el acceso a los mercados europeos.
- Un error importante por parte de China, que trata de aplicar políticas financieras destinadas a equilibrar el apoyo a la liquidez para la economía con la gestión ordenada de un auge del crédito, elevando el endeudamiento interno de las empresas y los excesos en los mercados de valores.
- Indicios de que el tono separatista de las primarias presidenciales de Estados Unidos es algo más que retórica y tomas de posición, pero señala un cambio decisivo en décadas en el liderazgo de EE.UU. para la globalización económica y financiera.
- Los grandes movimientos en los tipos de cambio que, al reflejar divergencias más amplias en las diferentes condiciones económicas y políticas del mundo, extienden la volatilidad a los mercados financieros en su conjunto.
- Un nuevo temor a los bancos europeos que se han retrasado al obtener capital y fortalecer los enfoques de funcionamiento interno y, todavía tienen que dejar atrás el legado de un período de excesiva toma de riesgos.
- Una mayor aversión al riesgo entre los participantes en el mercado que - actuando en su confianza en que los bancos centrales están preparados para intervenir continuamente para asegurar la estabilidad – ahora han asumido desajustes significativos en los vencimientos, en la proporción de los activos y pasivos, así como en los puntos de referencia o las divisas en la búsqueda de una mayor rentabilidad. Y esto está ocurriendo en los mercados que han tendido a experimentar episodios periódicos de falta de liquidez relativa.