Cómo un trozo de código se ha convertido en una herramienta de cobertura de riesgos en los mercados.
El Bitcoin (FX:BITCOIN) sigue siendo la herramienta favorita de los frikis de la informática que quieren revolucionar el mundo y acabar con los bancos centrales y de los chinos que quieren sacar dinero del país.
Pero en los últimos tiempos, su revalorización sugiere que cada vez más inversores consideran al Bitcoin como un depósito de valor, uno de los requisitos necesarios para que los economistas puedan empezar a hablar de una divisa como tal. Si bien eso es interesante, es importante tener en cuenta que a fin de cuentas, Bitcoin es no es más que un trozo de código.
Este mes en el que los temores de un Brexit han provocado el desplome de las bolsas, la moneda digital se ha movido casi al unísono con el oro.
El 16 de junio alcanzó su máximo en 2 años, justo un día antes de que el metal precioso alcanzara su máximo desde enero de 2015. Ahora que las encuestas muestran que el Brexit es menos probable, tanto el oro como el Bitcoin han caído.
Puede haber algunos problemas internos detrás de la subida del Bitcoin, como una inminente reducción de los tipos que podría ralentizar el suministro de la criptomoneda. Sin embargo, hasta ahora no ha reflejado aversión al riesgo global, excepto entre los frikis y la gente obsesionada con el fin del mundo.
Quizás la señal más clara de ello es el hecho de que tanto el oro como el Bitcoin han caído después del asesinato de la diputada británica Jo Cox, defensora de la permanencia de Gran Bretaña en el UE, cuya muerte ha hecho perder puntos al Brexit. Si la única razón para la subida del Bitcoin ha sido los problemas de minería, este no habría caído tan bruscamente cuando los inversores recuperaron la confianza.
El Bitcoin (FX:BITCOIN) tendrá que hacer frente a unos cuantos brotes de terror mundial más antes de confirmar que puede ser considerado como una opción para protegerse contra la incertidumbre. Sin embargo, los que ya están utilizando el Bitcoin como refugio deben recordar que no te puedes llevar a casa las monedas digitales, y tampoco puedes guardarlas en una caja fuerte.