¿Qué fabricante de microprocesadores puede ofrecer un mejor crecimiento a largo plazo con los precios actuales?
AMD (NASDAQ: AMD) e Intel (NASDAQ: INTC) han sido grandes rivales en el mercado de CPU (unidad de procesamiento central) a lo largo de las últimas décadas. En 2006, AMD conquistó casi la mitad del mercado de PC con sus microprocesadores de bajo costo, según PassMark Software. Sin embargo, en la última década, los microprocesadores de AMD quedaron muy por detrás de los de Intel en términos de rendimiento y eficiencia energética. En el último trimestre, AMD controló solo el 18 % del mercado mientras que Intel controló el 82%.
El gran error de AMD fue librar dos guerras al mismo tiempo: una en el área de la CPU contra Intel y otra en la de la GPU (unidad de procesamiento gráfico) contra Nvidia (NASDAQ: NVDA). Ambos rivales tenían muchos fondos, lo que les permitió lanzar CPU y GPU que finalmente superaron a las de AMD. AMD se unió a los mercados de bajo costo, fusionando las CPU y GPU en sus chipsets APU (unidades de procesamiento acelerado) y diversificándose en los chips integrados para consolas de juegos, procesadores ARM para centros de datos y en otros mercados.
Intel dominó los mercados de PC y de centros de datos, pero poco a poco se quedó sin espacio para crecer. La demanda mundial de PC comenzó a caer, debido a los ciclos de actualización más largos y al aumento de smartphones y tablets. Intel pagó miles de millones en subsidios para convencer a los fabricantes de smarphones que utilizasen sus microprocesadores Atom, pero no ganó terreno en contra de Qualcomm (NASDAQ: QCOM), el líder a nivel de los procesadores ARM. La demanda de microprocesadores de Intel para centros de datos también cayó debido a una disminución de gastos de la empresa y a la fuerte competencia de rivales como IBM (NYSE: IBM). Intel se ha introducido en nuevos mercados, como el del Internet de las Cosas y el de la memoria no volátil, pero estos negocios siguen siendo pequeños y la competencia muy grande.
¿Con qué rapidez crecen AMD e Intel?
La década pasada fue desastrosa para AMD, al caer sus ingresos anuales de 5,85 mil millones de dólares en 2005 a 3,99 mil millones en 2015. Durante ese mismo período, los ingresos anuales de Intel aumentaron un 43%. Como resultado, las acciones de AMD se desplomaron casi un 70% durante la última década, mientras que las acciones de Intel se han duplicado.
Sin embargo, el rendimiento pasado no garantiza resultados futuros. En el último trimestre, los ingresos de AMD aumentaron un 9% anual, a 1,03 mil millones de dólares, superando las estimaciones en aproximadamente 75 millones de dólares y representando su primer trimestre de crecimiento interanual en dos años completos. AMD espera que los ingresos del actual trimestre se incrementen un 18% al año, y los analistas creen que podrá alcanzar un crecimiento de las ventas del 3% este año y uno del 6% para el próximo año.
La mayor parte de ese crecimiento será impulsado por su segmento EESC (Enterprise, Embedded, Semi-Custom), que suministra APU para la PS4 y la Xbox One, así como GPU para la Wii U. Las actualizaciones de hardware de PS4 Neo de Sony (NYSE: SNE), Xbox One S y Xbox Scorpio de Microsoft (NASDAQ: MSFT) deberían seguir apoyando el crecimiento de la unidad.
Los ingresos de Intel aumentaron solo un 2% al año a 13,5 mil millones de dólares en el último trimestre, perdiendo las estimaciones por 40 millones de dólares. La disminución de las ventas de PC hicieron que sus ingresos provenientes del Client Computing cayeran un 3% y que los ingresos de centros de datos se incrementaran solo un 5% – mucho menor que la tasa de crecimiento anual del 15% que Intel ya había alcanzado anteriormente. Intel espera que las ventas para el trimestre actual suban otro 3%, mientras que los analistas ven una mejora del 4% en sus ingresos anuales tanto para el año fiscal 2016 como para el 2017.
¿Qué rentabilidad tienen Intel y AMD?
AMD obtuvo unos beneficios netos GAAP de 69 millones de dólares en el último trimestre, lo que supuso una gran mejora de su pérdida de 181 millones de dólares en el trimestre del año anterior. Sobre una base no -GAAP, que excluye las ganancias de una empresa conjunta china, su déficit neto se redujo de 131 millones de dólares a 40 millones, o 0,05 dólares por acción – superando las expectativas por tres céntimos. Los analistas esperan que las ganancias no- GAAP de AMD se eleven un 61% este año y crezcan a una tasa anual media del 49% a lo largo de los próximos cinco años.
Los ingresos netos GAAP de Intel cayeron un 51%, a 1,3 mil millones de dólares, en el último trimestre debido a algunos gastos relacionados con grandes adquisiciones. Sobre una base no- GAAP, los ingresos netos disminuyeron de un 6% a 2,9 mil millones de dólares o 0,59 dólares por acción, pero aun así superó las estimaciones por seis céntimos. Sin embargo, gran parte de esa caída puede atribuirse a los 804 millones de dólares que Intel gastó en las recompras de acciones durante el trimestre y a la reducción de miles de puestos de trabajos. Los analistas esperan que las ganancias no-GAAP de Intel mejoren un 7% este año y aumenten a una tasa media del 5% en los próximos cinco años.
¿Qué nos dicen estos valores?
Es difícil comparar los valores de Intel y AMD teniendo en cuenta que el primero ha sido siempre rentable, mientras que el último tiene una relación precio/beneficio negativa debido a los trimestres de pérdidas. Sin embargo, AMD ahora cotiza a solo 1,6 veces las ventas, lo que es mucho más bajo que la relación precio/ventas de Intel de 2,9 y la media de la industria de semiconductores también de 2,9.
Las mejores cifras de crecimiento de AMD y su relación precio/ventas más baja indican que se trata de una mejor compra que la de Intel a precios actuales. Sin embargo, AMD solo puede continuar creciendo si las ventas de consolas siguen subiendo y sus GPU consiguen alcanzar al mercado de PC de Intel. Si AMD no alcanza estos objetivos, podría perder rápidamente sus ganancias, por lo que aún es mucho más especulativa que Intel – que sigue siendo un incondicional que genera unos ingresos razonables para los inversores conservadores.