Musk ha demostrado a los escépticos en repetidas ocasiones que es capaz de cumplir sus promesas. Sería extraño pensar que la creatividad del Musk, que ha llevado a Tesla a alcanzar el éxito, se ha evaporado.
A principios de agosto, Tesla (NASDAQ: TSLA) anunció que iba a comprar SolarCity (NASDAQ: Scty). The New York Times habló sobre cómo esta compra ayudaría al director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, a seguir avanzando en sus planes por conseguir una energía más limpia.
Sin embargo, el diario Los Angeles Times se atrevió a decir que la fusión de estas dos empresas respondía a la necesidad de ambas de capital, mientras que Tesla todavía se encontraba lejos de sus objetivos de producción de baterías y coches.
Desde entonces, la prensa no ha dejado de hablar mal sobre la fusión. Barry Randall de MarketWatch escribió que el acuerdo no tiene sentido. Sostiene que estas empresas forman parte de unos sectores muy diferentes, e hizo una analogía con un hipotético acuerdo entre General Motors (NYSE: GM) y Chevron. También mencionó que SolarCity probablemente se declare pronto en bancarrota, por lo que realmente no hay ninguna buena razón por la que los accionistas de Tesla deberían “rescatar” a la empresa. Y argumenta que las necesidades de capital de ambas empresas son demasiado grandes como para conseguir financiación, incluso para el visionario Elon Musk.
Fortune cita al legendario vendedor en corto Jim Chanos diciendo que el acuerdo es una "locura". Este afirma, basándose en su análisis financiero histórico, que el modelo de negocio de SolarCity no es rentable. Y ahora, la publicación ha informado de que las demandas de los accionistas para bloquear el acuerdo podría retrasar, o incluso acabar con la fusión.
Sin embargo, está claro que los vendedores al descubierto no son inversores a largo plazo. Y la verdad es que este acuerdo tiene muchas más posibilidades de tener éxito y de producir enormes beneficios de lo que se podría inferir simplemente basándose en los estudios financieros de ambas empresas.
La compra de Chevron por parte de GM es una analogía muy mala para representar la fusión entre Tesla y SolarCity. En su lugar, es mucho mejor comparar este acuerdo con lo que sucedió en la creación de la televisión después de que General Sarnoff, jefe de RCA, comprara a la empresa que acabó bautizando como NBC.
El mundo ya tenía radio (del mismo modo que ya tenemos coches con motor de combustión). El dilema es que nadie necesitaba un televisor, sobre todo porque no había programas de televisión. Pero nadie iba a crear programas de televisión si no había gente que los viera.
General Sarnoff se dio cuenta de que ambas cosas tenían que suceder al mismo tiempo - la creación de la oferta y la demanda.
La televisión solo tendría éxito si había oferta y demanda. Y fue General Sarnoff quien empleó esta experiencia para poner en marcha los primeros televisores a color al mismo tiempo que la NBC lanzaba la primera programación a color – lo que hizo que todo el sector cambiara al color también.
Los escépticos creen que la idea de la fusión de Musk no es demasiado buena, teniendo en cuenta que el negocio de los paneles solares todavía no es rentable. Sin embargo, seguramente los que ya están entrados en años recordarán que el lanzamiento de la televisión tampoco fue un camino de rosas.
Las primeras televisiones no solo eran caras, sino que solían averiarse con bastante frecuencia. La calidad de la señal solía ser mala, ya que la gente dependía de unas antenas malas y de una red poco sofisticada. El hecho de encender la televisión y no ver más que nieve, o que las imágenes no se vieran demasiado bien, era algo bastante normal. Y tampoco resultaba extraño que de vez en cuando apareciera en la pantalla una imagen fija que rezaba “dificultades técnicas”. Tampoco había programas durante todo el día. Sin embargo, todos estos problemas se fueron superando gracias al desarrollo del sector.
Sí, todavía es necesaria una gran evolución en el sector de los coches eléctricos. Por lo que intentar juzgar su éxito basándonos en la historia reciente es un poco arriesgado.
A día de hoy, Tesla vende el 100% de los coches que fabrica, y sin necesidad de aplicar ningún tipo de descuento. El mercado está muy interesado en los coches de Musk. Y todo el mundo está interesado en instalar paneles eléctricos que te permitan vender a la red el exceso de energía y puedan financiarse. A la gente le gusta la electricidad sostenible y de bajo coste, y desean que esta tecnología siga desarrollándose. Pero si no posees un buen dispositivo de almacenamiento de energía o no puedes vender el exceso de energía, la verdad es que no parece tan rentable.
La producción de electricidad, su almacenamiento (baterías) y consumo son unas tecnologías estrechamente vinculadas. Nadie va a construir estaciones de carga si no hay coches eléctricos. Nadie va a construir coches eléctricos si no hay buenas baterías. Nadie va a fabricar mejores baterías si no hay coches eléctricos. Nadie va a instalar paneles solares si no puede utilizar toda la electricidad o almacenar lo que no necesitas de inmediato (o venderla).
Para que el negocio pueda crecer, es necesario poseer una visión, una estrategia de negocio y una capacidad técnica, y unirlo todo. Para que esto funcione, alguien tiene que avanzar en todas las tecnologías básicas al mismo tiempo: en la capacidad de almacenamiento, la calidad y la seguridad de los automóviles eléctricos y los paneles solares, así como en las las capacidades de almacenamiento asociadas con los paneles y la creación de una nueva red de distribución.
Por esta razón, Musk dice que la combinación de Tesla y SolarCity es obvia. Sí, es verdad que va a tener que recaudar grandes cantidades de dinero. Al igual que lo hicieron otros pioneros como Vanderbilt (ferrocarriles), Rockefeller (petróleo), Ford (NYSE:F) (coches) y Watson (ordenadores). Más recientemente, Steve Jobs de Apple (NASDAQ: AAPL) pasó a la historia por crear al mismo tiempo un iPhone, conseguir una red para su uso (su acuerdo exclusivo con AT&T (NYSE: T)), conseguir que los desarrolladores escribieras bastantes aplicaciones para el teléfono y crear una tienda minorista para vender estas aplicaciones (iTunes). Sin todas esas piezas, el omnipresente iPhone habría tenido el mismo éxito que el Zune de Microsoft (NASDAQ: MSFT).
Es normal que los inversores estén preocupados de si Tesla va a ser capaz de reunir todo el dinero necesario. Sin embargo, no sabemos hasta dónde llegará la creatividad de Musk a la hora de organizar los recursos e identificar a los inversores potenciales.
Hasta el momento, Tesla ha vencido a todos los escépticos que predijeron su fracaso, debido al elevado precio de los coches (la empresa ha vendido el 100% de su producción), su poca autonomía (ahora son capaces de hacer más de 480 km con una sola carga), la falta de una red de recarga (Tesla ha construido una propia) y el tiempo de carga (ahora solo se necesitan 20 minutos para hacer una carga completa).
Sería un poco tonto creer que la creatividad que Musk ha demostrado con todo esto vaya a desaparecer . Y, por lo tanto, intentar juzgar el posible éxito futuro de la empresa basándonos en el estado del sector ahora mismo no serviría de nada, puesto que las cosas van a cambiar, y mucho, durante los próximos 3, 5 o 10 años.
La fusión de Tesla y SolarCity permite a Tesla acceder a todos los componentes necesarios para alcanzar el éxito. Los inversores que no temen al riesgo están frotándose las manos con esta fusión, ya que esperan con ansia recibir sus beneficios futuros de este cambio pionero en los sectores de los coches y la electricidad.