Cuatro consejos que nadie quiere escuchar por estar demasiado ocupado centrándose en lo llamativo y complejo.
La empresa J.M. Smucker (NYSE: J.M. Smucker Company [SJM]) produce mermelada y café instantáneo. Sus acciones han subido un 1,211% desde 1995. Microsoft (NASDAQ: Microsoft Corporation [MSFT]) cambió la forma en la que casi todos los seres humanos del planeta procesan la información. El crecimiento de sus acciones ha sido más modesto, de un 1,183% desde 1995.
McCormick (NYSE: McCormick & Company [MKC]) produce ajo en polvo. Sus acciones han subido un 1,423% desde 1995. Oracle (NYSE: Oracle Corporation [ORCL]) se ha convertido casi en un monopolio en el ámbito de los programas de gestión de base de datos. Sus acciones han aumentado un 1,419% desde 1995.
V.F. Corp (NYSE: V.F. Corporation [VFC]) fabrica vaqueros y chanclas. Sus acciones han subido un 1,444% desde 1995. Cisco Systems (NASDAQ: Cisco Systems [CSCO]) conecta a todo el mundo. Sus acciones han crecido un 1,018% desde 1995.
Valspar (NYSE: VAL) fabrica revestimientos industriales y ha tenido un rendimiento del 1,521% desde 1995. Adobe (NASDAQ: Adobe Systems [ADBE]) crea algunos de los software más populares del mundo y ha obtenido un rendimiento del 1,230%.
Google (NASDAQ: Alphabet Class A [GOOGL]) es una de las empresas más interesantes de todos los tiempos. Sus acciones han subido un 345% desde 2008. Altria (NYSE: Altria Group [MO]) fabrica cigarrillos en el mercado de rápida caída de Estados Unidos y sus acciones han crecido un 494% desde 2008.
Éstos son solo algunos ejemplos pero que le permiten llegar a una conclusión simple. La industria con mejor rendimiento a lo largo de los últimos 50 años es, con diferencia, la de consumo de primera necesidad – cosas como alimentos, pasta de dientes y papel higiénico. La industria con el peor rendimiento es, con diferencia, la tecnológica.
La sencillez y el aburrimiento ganan casi siempre inversión, especialmente durante largos períodos de tiempo. Sin embargo, muchas personas no quieren creerlo. Muchos inversores están demasiado ocupados tratando de hacerse ricos para tener tiempo en centrarse en lo que funciona.
Hace años, un periodista preguntó a Charlie Munger por qué otros inversores no habían copiado el enfoque de Berkshire Hathaway (NYSE: Berkshire Hathaway Class B [BRK.B]) para invertir y éste contestó:
"Otros inversores no copian nuestro modelo de inversión porque es demasiado simple. La mayoría de las personas cree que no puede ser un experto si es demasiado simple".
Todo el mundo quiere hacerse rico, pero pocas personas quieren escuchar lo que realmente funciona porque eso es tan simple que no parece que pueda funcionar. Jason Zweig una vez escribió: "Aunque la gente necesita un buen consejo, quieren uno que les suene bien".
A pesar de los sensacionales rendimientos, nadie quiere oír hablar sobre el éxito de las empresas de producción de papel higiénico. La gente realmente quiere escuchar sobre la próxima tendencia revolucionaria. Y aunque la próxima tendencia que cambia el mundo podría ofrecer excelentes rendimientos, las cosas aburridas tienden a ser más poderosas, porque es menos probable que tropiecen bajo el peso de su propia complejidad y popularidad.
Uno de los mejores ejemplos es el documental “The Emperor of All Maladies”, donde hay una escena en la que el biólogo Robert Weinberg del MIT, uno de los principales investigadores del cáncer del mundo, explica por qué la comunidad del cáncer se muestra reacia a centrarse en la prevención, incluso cuando saben que es una de las maneras más poderosas de combatir la guerra contra esta enfermedad:
"Si no tiene cáncer, no se va a morir de eso. Se trata de una simple verdad que nosotros [médicos/investigadores] a veces pasamos por alto porque no es, desde el punto de vista de la investigación, interesante.
Convencer a alguien para dejar de fumar es un ejercicio psicológico. No tiene nada que ver con moléculas, genes y células, por lo tanto, las personas como yo no tienen ningún interés en ello".
Las personas como Robert Weinberg son muy importantes en la lucha contra el cáncer y empresas como Tesla (NASDAQ: Tesla Motors [TSLA]) y Amazon (NASDAQ: Amazon.com [AMZN]) lo son para nuestro mercado de valores. Sin embargo, en ambos ámbitos, lo que es tan aburrido que nadie está interesado en él puede ser más poderoso que lo llamativo e innovador. Diez analistas de Wall Street observan Smucker y casi 50 a Google.
He aquí otros cuatro consejos que nadie quiere escuchar porque están demasiado ocupados centrándose en lo llamativo y complejo.
1. El mejor antídoto para un mundo con bajos rendimientos es ahorrar más dinero. La brillante solución a los bajos tipos de interés que todo el mundo quiere oír es que un hombre inteligente con un bonito traje tiene una nueva estrategia para que nada se convierta en algo y le encantaría vendérselo a usted. La respuesta simple que nadie quiere escuchar, pero que es mucho más probable que le ayude, es saber que todo el mundo debería ahorrar más dinero para compensar los bajos rendimientos. Es un consejo tan útil como difícil de digerir.
2. El valor no necesariamente se crea a través de la innovación o la complejidad. Se crea mediante la solución de problemas cotidianos durante el mayor período de tiempo. Esta es la razón por la cual el papel higiénico y el ajo en polvo han sido mejores inversiones que algunas de las empresas de tecnología más innovadoras. Gran parte de la tecnología ha resuelto problemas a las personas, pero pocas lo han hecho hasta el punto de la pasta de dientes y el desodorante y seguirán haciéndolo por un futuro indefinido.
3. El costo medio en dólares es la mejor manera de no preocuparse por lo que sucede en el mercado. Hay una industria, seguramente valorada en miles de millones de dólares, dedicada a personas extremadamente inteligentes que hacen pronósticos de mercado extremadamente complicados, con resultados extremadamente dudosos. El mejor consejo que nadie quiere escuchar es que la compra de la misma cantidad de acciones cada mes combina los máximos y los mínimos, lo barato y lo caro, el promedio de un resultado que realmente le permite no preocuparse por lo que podría suceder en el mercado después.
4. La riqueza tiene poco que ver con su sueldo y mucho que ver con su estilo de vida. Todos somos inversores que intentamos aumentar nuestro patrimonio neto con el fin de controlar mejor nuestro tiempo y posesiones. Se trata de una ecuación de dos partes: Riqueza menos deseos y necesidades. No se presta suficiente atención a la segunda parte.
La forma más fácil de hacerse rico es aprender a vivir con menos, porque vivir con menos tiene una tasa de éxito mayor que tratar de hacer una fortuna, que tiende a aumentar las aspiraciones y los deseos. La clave para esto es darse cuenta de que, hace 30 o 50 años, la gente tenía la mitad de cosas y era igual de feliz.
La parte más difícil es darse cuenta de que la felicidad se mide en términos relativos frente a sus amigos y vecinos. En esto radica la clave del problema. Una de las maneras más simples de hacerse rico es desvincularse de la presión de grupo y preocuparse menos de lo que la gente piensa acerca de su forma de vivir. El poeta William Shenstone escribió:
"Un avaro llega a ser rico aparentando ser pobre; un derrochador se hace pobre a fuerza de parecer rico".
No creo que sea más complicado que eso.