Tesla pone en marcha la Gigafactoría
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La empresa ha puesto en marcha su Gigafactoría en Nevada, que pronto se convertirá en el principal fabricante de baterías del mundo.

La Gigafactoría ha comenzado a funcionar. Escondida en las tierras del este de Reno, Nevada, donde todavía viven vaqueros y caballos salvajes –una fábrica en forma de diamante de proporciones descabelladas– emerge del sudor y las promesas del director ejecutivo de Tesla (NASDAQ: TSLA), Elon Musk.

Se conoce como la Gigafactoría y hoy se fabrican sus primeras células de baterías para alimentar a los productos de almacenamiento de energía de la empresa y, muy pronto, al coche eléctrico Model 3.

El comienzo de la producción masiva constituye un gran hito en la búsqueda de Tesla para electrificar el transporte y trae a Estados Unidos una industria manufacturera –la de las células de baterías– que ha estado dominada durante mucho tiempo por China, Japón y Corea del Sur.

Más de 2.900 personas ya están trabajando en la planta y se crearán otros 4.000 puestos de trabajo (incluyendo los trabajos de construcción temporales) a lo largo de este año a través de la asociación entre Tesla y Panasonic. Para el 2018, la Gigafactoría duplicará la capacidad de la producción mundial de baterías de iones de litio y dará empleo a tiempo completo a 6.500 trabajadores de Reno, según una nuevo previsión de contratación realizada por Tesla. Las acciones de la empresa, que alcanzaron su nivel más alto desde agosto, cerraron con una subida de 10 $ en 226,99 $ en la bolsa de Nueva York.

La expansión de la Gigafactoría

La plena activación de la Gigafactoría tiene un significado existencial para Tesla, que representa una nueva sensación de urgencia en una empresa conocida por no cumplir los plazos establecidos. Después de incumplir casi todos los plazos que se impuso para sus productos durante la última década, Tesla debe demostrar a inversores y clientes que puede mantener la fecha prevista para su primer automóvil fabricado en serie.

Existen signos prometedores. El miércoles cumplió el tercer objetivo exitoso que Tesla se fijó para el Año Nuevo. La empresa cumplió su promesa de completar rápidamente un proyecto masivo de almacenamiento de baterías para apoyar la red en California; inmediatamente implementó las actualizaciones de software prometidas para los automóviles equipados con el nuevo hardware Autopilot; y ahora comenzó su producción de células de baterías en la Gigafactoría.

Dicho esto, la empresa no alcanzó su objetivo de entregar 80.000 coches en 2016, al informar que solo había completado 76.230 a tiempo. La Gigafactoría está avanzando rápidamente. Los planes de contratación pusieron a Tesla y Panasonic dos años por delante de su acuerdo original con el estado de Nevada.

La empresa prometió inicialmente proporcionar puestos de trabajo a tiempo completo a 4.000 residentes locales para 2019 y 6.500 para 2020. En mayo, Tesla modificó su previsión para el máximo de la producción de baterías en la Gigafactoría hasta dos años, a 35 gigavatios/hora de la producción de células de baterías y a 50 gigavatios/hora de la producción de paquetes para 2018. Fue un movimiento audaz al que Wall Street, en ese momento, restó importancia considerándolo como algo imposible.

Para que Tesla tenga éxito, la producción de baterías es fundamental –simplemente no hay suficientes baterías de iones de litio fabricadas en cualquier lugar para que Tesla alcance su objetivo de 500.000 ventas del Model 3 para 2018.

Igualmente problemático es el hecho de que los precios actuales del mercado son demasiado altos para que el coche de 35.000 dólares sea rentable. Tesla efectuó un salto sin precedentes al desierto con la esperanza de que la escala masiva de la Gigafactoría de 5 mil millones reduciría los costos y la demanda llegaría justo a tiempo para mantenerlo todo a flote. Las baterías son el factor que limita a los coches eléctricos, pero pocos fabricantes de automóviles han asumido un compromiso similar para su producción, eligiendo en lugar de dejar que proveedores como LG Chem y Samsung corran con el riesgo. En 2015, el 88% de la fabricación global de células de iones de litio se produjo en China, Japón y Corea del Sur, según un informe del Clean Energy Manufacturing Analysis Center.

Hacer de Estados Unidos un actor central en el mercado de la producción de baterías no solo repercute a los automóviles. Tesla también está construyendo paquetes de baterías para proporcionar energía a los hogares y apoyar la red eléctrica.

En septiembre, la empresa anunció un acuerdo para suministrar un récord de 20/80 megavatios la hora de almacenamiento de energía para Southern California Edison, como parte de un mayor esfuerzo para evitar apagones y sustituir la generación de electricidad con combustibles fósiles por baterías de iones de litio. Los Powerpack se han montado en la Gigafactoría, utilizando las versiones importadas del nuevo formato de célula de batería 2170 que Panasonic diseñó con Tesla y se enviaron en tiempo récord. Por tanto, un proyecto de almacenamiento de energía que antes llevaría años, ahora se completó en menos de cuatro meses.

Según Tesla, las células fabricadas en la Gigafactoría hoy se utilizarán para proveer a más productos de almacenamiento de energía, hasta que la producción de células de baterías para el Model 3 comience en el segundo trimestre. Tesla también pretende comenzar a enviar las baterías para el hogar Powerwall 2 a finales de enero, a precios que según algunas estimaciones son un 30% más baratos que los del competidor más cercano. Baird, el analista de Ben Kallo, que recientemente incluyó a Tesla como la mejor selección de acciones para 2017, dijo:

"Creemos que las ventas de baterías de Tesla crecerán. El ritmo de la producción del Tesla Energy y del Model 3 podría superar las expectativas".

Los productos de almacenamiento encajan en la visión a largo plazo de Musk de transformar Tesla de una empresa de automóviles eléctricos a una de energía limpia. Esa es la misma motivación detrás de su acuerdo recientemente concluido para adquirir SolarCity Corp., el mayor instalador de techos solares de Estados Unidos. La semana pasada, la compañía llegó a un acuerdo con Panasonic para expandir su relación con la producción de células solares en Buffalo, Nueva York, que proporcionan unos 1.400 empleos a la región.

En un momento en el que el presidente electo Donald Trump critica a los fabricantes estadounidenses en Twitter con el fin de mover puestos de trabajo a México o China, Tesla se distingue como un fabricante de automóviles y baterías así como un productor de energía solar. Alrededor del 95% de los componentes del Model 3 serán fabricados en Estados Unidos y 25.000 de los 30.000 empleados de la empresa son de ​​allí. Musk, que visitó recientemente a Trump en la ciudad de Nueva York, fue nombrado para un grupo de estrategia que asesora al nuevo presidente republicano.

Apostar en baterías es un negocio arriesgado. Los precios a nivel mundial cayeron un 22 % en 2016 y bajarán entre un 15 y un 20% en 2017, según las previsiones de Bloomberg New Energy Finance. Para los fabricantes de automóviles eléctricos, eso es algo bueno, pero para los productores de baterías eso hace que sea difícil mantenerse por delante de la industria.

Es probable que estas bajadas de precios pronto se desaceleren, ya que los precios de las materias primas se mantienen relativamente constantes. Algunos fabricantes de baterías ya están luchando por obtener ganancias en un entorno cada vez más competitivo. Todavía no está claro si la apuesta de Tesla por las baterías es la adecuada, en el momento adecuado. Pero después de hoy, estamos a un paso más cerca de averiguarlo.

Fuente: Bloomberg

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