El desarrollo del fintech no ha pasado desapercibido a nadie, incluso los inversores más conservadores son conscientes de que la tecnología es el futuro. No se trata de invertir en Apple o IBM, sino de cambiar los métodos de inversión.
Jeffrey Tarrant es un veterano de Wall Street. Ha pasado los últimos treinta años invirtiendo en nuevos fondos de cobertura. Como fundador y director ejecutivo de una firma llamada Protege Partners, Tarrant es comparado con Sam Altman, el presidente de Y Combinator. Tarrant hace para los fondos de cobertura lo que Altman hace para las empresas de tecnología de Silicon Valley. Este dice:
"Les proporciono dinero y les ayudo a desarrollarse".
La analogía nunca ha sido tan válida como ahora. Tarrant está empezando a explorar los fondos de cobertura basados en las ideas que han dado lugar a la creación de tantas empresas y que han generado tanta riqueza en Silicon Valley: inteligencia artificial, crowdsourcing y monedas digitales entre otras. Cree que los fondos de cobertura están al borde de una revolución que él llama como la “Tercera Ola”.
La década de los años setenta fue un periodo de prosperidad para los fondos discrecionales, donde inversores como George Soros buscaban nuevas oportunidades de mercado basándose exclusivamente en su juicio. Luego llegó la era de los "quants" en fondos como Renaissance Technologies, que intentaban encontrar más oportunidades mediante el análisis de grandes datos estadísticos y algoritmos informáticos. Según Tarrant, ahora nos aproximamos a la Tercera Ola.
Como ejemplo hace referencia a Numerai, un fondo de cobertura de San Francisco que emplea en sus transacciones modelos de aprendizaje automático construidos por miles de desarrolladores anónimos (pagados con bitcoins). Los fondos como Quantopian y Quantiacs se están aprovechando de la sabiduría de las masas de diferentes formas.
También está Polychain, un fondo que invierte exclusivamente en bitcoin (FX:BITCOIN) y otras monedas basadas en el blockchain, la tecnología que permite la existencia de las criptomonedas. Tal y como su nombre sugiere, Polychain no solo invierte en monedas digitales, sino también en una variedad de empresas dirigidas, financiadas y operadas por redes descentralizadas de inversores anónimos en línea.
Los detalles de dichos fondos siguen siendo un misterio. Pero mientras Wall Street intenta comprender cómo funcionan, estos están empezando a florecer.
A finales de los 90, Tarrant ayudó a construir un catálogo en línea de fondos de cobertura llamado AltVest. Actualmente está desarrollando un catálogo similar para estos nuevos fondos. De momento tan solo incluye alrededor de 50 empresas, muchas de los cuales aún no se han anunciado públicamente, aunque Tarrant admite que solo la mitad ha demostrado ir en serio.
No es sorprendente que algunos de los veteranos de la industria financiera cuestionen la eficacia de la nueva ola de Tarrant. En una reciente entrevista a Bloomberg, varios gestores de fondos dijeron que el reciente entusiasmo por el aprendizaje automático es exagerado. En algunos casos, incluso los fundadores de estos fondos de la llamada Tercera Ola piden no ser demasiado entusiastas. Frôler Martin, exanalista de Superfund Asset Management GmbH y fundador de Quantiacs, dice:
"Independientemente de los métodos de finanzas cuantitativas - ya sea de aprendizaje automático o tradicionales - existe un sinnúmero de formas de fracasar".
Los modelos de aprendizaje automático no son el santo grial de las finanzas. Más del 90% fracasan.
Pero el fondo de Froehler también se beneficia del aprendizaje automático. Situado en Silicon Valley, Quantiacs está intentando distribuir un modelo cuantitativo, y muchos de sus miembros utilizan técnicas de aprendizaje automático. Entre otras cosas, el fondo utiliza redes neuronales profundas, unos complejos sistemas matemáticos para reconocer patrones en grandes cantidades de datos. En otras palabras, la tercera ola no se trata solo de usar una nueva técnica, sino de combinar técnicas, desde el aprendizaje automático hasta el crowdsourcing y el blockchain.
Tampoco se trata de una batalla entre la vieja y la nueva escuela. El fundador de Renaissance ha invertido en Numerai, y Point72 Asset Management, el fondo fundado por el multimillonario Stephen Cohen, en Quantopian. Richard Craib, fundador de Numerai, dice:
"Los veteranos de Wall Street entienden lo que estamos haciendo. Y creía que me iba a adelantar a mi tiempo".
Incluso los más escépticos están empezando a abrazar esta tendencia. El otoño pasado, David Siegel, cofundador de la legendaria Two Sigma Investments, dijo:
"Me preocupa que los inversores tengan unas expectativas poco realistas de la nueva técnica".
Sin embargo, su fondo ha celebrado recientemente un concurso online para especialistas de procesamiento de datos en la página web Kaggle, ofreciendo un premio de 100.000 $ para el mejor modelo de aprendizaje automático. Uno de los directores de la compañía indicó que el objetivo del concurso es buscar nuevos talentos, no modelos. Independientemente de su intención, se trata de otra clara señal de que Silicon Valley y Wall Street están cada vez más cerca.