Para predecir cómo van a evolucionar las acciones, los analistas y los inversores han analizado cientos de indicadores económicos. Sin embargo, los miedos y las esperanzas de los inversores suelen afectar al mercado bastante más.
En sus primeros días en el cargo, Donald Trump empezó a cumplir su mandato repartiendo órdenes ejecutivas hacia la izquierda, la derecha y el centro. El primer lote llegó en la semana del 20 de enero, pero fue durante el fin de semana del 28 de enero cuando las cosas comenzaron a calentarse de verdad.
El mundo ha respondido a su veto a los inmigrantes, y los observadores han comenzado a mostrar su preocupación sobre cuál será la reacción de los mercados.
Como era de esperar, el VIX (INDEX:VIX.INDEX), un indicador de volatilidad comúnmente empleado en las opciones del índice S&P 500 (INDEX:SPX.INDEX), se disparó.
Los mercados cayeron en todo el mundo y la subida del azúcar tras la elección de Trump sufrió otro impacto. Pero ¿realmente los mercados habían desarrollado su temor antes de ese momento? Si el temor en los mercados se traduce al final en volatilidad, entonces sí debe ser medido. Parece difícil de medirse con precisión – pero se puede hacer.
¿Qué piensa la gente?
Desde historiadores y autores como Tolstoy, hasta los analistas y encuestadores como YouGoy han intentado descifrar el concepto y el sentimiento de la gente (hacia dónde se inclinan). Hay quien intenta obtener muestras de cierto tamaño, otros intentan saber lo que comentan los “grupos de influencia” y otros incluso intentan buscar chivatazos.
La maravilla del mundo moderno es que la gente puede ahora compartir sus pensamientos desde el lugar del mundo que desee y enviarlo a otro sitio vía online. La gente puede hablar de ciertos temas a partir de fuentes del exterior (crowdsourcing), y ser analizados de forma pasiva para medir su sentir general. Este tipo de datos son los datos sobre el sentimiento.
Cada día se publican en todo el mundo más de un millón de artículos en el área de las finanzas, que pueden ser estudiados a través del algoritmo de programación neurolingüística (PNL). La PNL usa desde el aprendizaje profundo hasta el procesamiento de corrientes de palabras mediante un diccionario, a las que se otorga una puntuación que indica el nivel de sentimiento general.
Misión: Difícil pero no imposible
Quien trabaje con datos puede afirmar que es difícil convertir lo cualitativo en cuantitativo pero también extremadamente valioso. El lenguaje es difícil de transferir, traducir, manipular y procesar, pero los números no. Por ejemplo, para un millón de artículos y publicaciones que se tardan en leer 3 minutos, se necesitan aproximadamente 2.080 analistas trabajando 24 horas, y el mayor de todos los comités que consensúe lo que los datos reflejan. Puede parecer la típica reunión de un lunes por la mañana pero no es así.
La mayoría de los inversores y gestores de patrimonio ni siquiera lo intentan. ¿Por qué no?
Es esencial lo que la gente piensa. Los inversores intentan constantemente predecir lo que harán otros y usar ese conocimiento para decidir lo que ellos mismos deben hacer. Lo hacen normalmente empleando su conocimiento sobre los precios que han analizado en todos los indicadores desarrollados (por ejemplo; índices de volatilidad de los precios). Pero se ha demostrado una y otra vez que esto simplemente no funciona muy bien cuando se trata de que los inversores consigan buenos beneficios.
Se introducen constantemente estrategias nuevas y diferentes para reaccionar ante los precios. Sin embargo, mientras los precios continúen siendo críticos, comprender cómo los mercados responden a ciertas emociones – en especial al optimismo y el miedo – no tiene precio.
Aunque los mercados siempre serán susceptibles a las sacudidas, si se entiende el sentimiento en un mercado se podrá comprender su velocidad y hacia dónde le lleva esta.
¿Por qué es importante hoy el concepto de análisis de sentimiento?
El poder del procesamiento, los algoritmos y la habilidad de obtener información a partir de inmensos grupos de datos (por ejemplo, Amareos, que emplea 50.000 fuentes de datos) es lo que hace que este sueño se haga realidad.
Lo que también es importante es la profundidad del análisis de sentimientos. En lugar de solo sugerir que las personas tienen una actitud positiva o negativa ante ciertas circunstancias del mercado, los datos pueden determinar y expresar ahora emociones más concretas.
El nivel de temor en el mercado puede detectarse en relación directamente proporcional a la volatilidad que experimenta, pero ¿qué pasa con el optimismo? ¿O con la confianza, la ira, las expectativas y otras emociones primarias que la gente experimenta? Y ¿esto se puede construir más allá de un mero índice?
La evaluación de las conversaciones que se producen sobre las materias primas, las divisas y los valores de bolsa a diario da lugar a un nivel de definición nunca antes visto. Hoy en día podemos responder a la cuestión de los sentimientos de la gente sobre el (NASDAQ: AAPL). ¿Muestran enfado, optimismo, o incluso tienen expectativas de que se vaya a producir una subida?
La definición de estos aspectos también se deduce si identificamos la fuente de donde viene el sentimiento. Por ejemplo, de la constante corriente de noticias, Amareos puede distinguir entre los medios sociales y las fuentes importantes.
Si antes del referéndum italiano hubiéramos leído las noticias de los principales medios, estas nos habrían sugerido un elemento de optimismo sobre la causa por el cambio de Renzi. Sin embargo, la mayoría de las voces contrarias a Renzi eran sobre todo oídas en los medios sociales, y si le prestamos la debida atención a esto, no es sorprendente su derrota final en las urnas.
La visión general, la gran masa
Por supuesto es importante leer – por ello son tan importantes las fuentes como Bloomberg, The Economist y The Market Mogul. Debemos poder leer y entender las razones por las que el mundo puede experimentar ciertos sentimientos, a partir de una variedad de puntos de vista y fuentes de confianza. Codo con codo con la información sobre lo que sienten los individuos que conforman el mercado, ese conocimiento es una herramienta poderosa.
Cuando nos embarcamos en un nuevo viaje, lo más importante es saber de dónde partimos. Realizar una transacción o una predicción es un movimiento tan sólido como el suelo desde el que despegamos.