Los smartphones de gama alta son cada vez más caros, y mucho consumidores están viendo que los modelos más antiguos aún funcionan bien. Para los fabricantes esto se convierte en un problema grave, y el lanzamiento del nuevo iPhone puede que nos satisfaga las expectativas de la empresa.
Samsung (LSEIOB: SMSN.LSEIOB) lanzó el miércoles la última línea de sus teléfonos Galaxy, cuyo precio comienza en 750 $ – alrededor de 100 $ más que los modelos comparables en años anteriores. Apple (NASDAQ: AAPL.NASDAQ) también ha marcado sutilmente los precios del iPhone mediante la introducción de características para empujar a la gente hacia modelos de mayor coste.
El ingreso promedio que genera Apple de cada iPhone alcanzó un récord de 695 $ en el trimestre que acababa en diciembre. Se espera que la línea de iPhones para 2017 añada un nuevo modelo de unos 1.000 $ o más.
El aumento en el precio de los smartphone se refleja no solo en el presupuesto de los clientes – ahora es casi imposible predecir el volumen de ventas de teléfonos tomando como base los patrones de hace dos o tres años. Sin duda, el mercado de los smartphones ha cambiado – con las mayores implicaciones para Apple Inc.
Después de la caída de las ventas de iPhones por primera vez en la historia, el precio de las acciones de Apple se ha recuperado de los mínimos de 2016, sobre todo en las expectativas de un “súper ciclo” de ventas estimulado por las próximas versiones del dispositivo.
Naturalmente, Apple no ha discutido sus planes, pero los informes dicen que Apple podría pasar de dos a tres modelos de iPhone en 2017. Dos serán versiones actualizadas del iPhone 7 y el iPhone 7 Plus con una pantalla más grande. Un nuevo modelo podría tener un tipo más vibrante de pantalla y un marco más estrecho alrededor de ella. Los analistas han pronosticado que este nuevo iPhone podría costar alrededor de 1.000 $.
En los últimos meses, Wall Street ha estado cada vez más convencido de que rediseñar sustancialmente el modelo de 2017 podría estimular las ventas de forma significativa, al igual que lo hizo la introducción en 2014 del primer iPhone de pantalla grande. Las ventas de iPhones subieron un 37% en el año fiscal 2015 de Apple, el primer año completo con el iPhone 6. Desde entonces, las ventas han ido cuesta abajo. (Las ventas de los teléfonos de Samsung también cayeron el año pasado).
Sin embargo, los analistas están esperando que cambien las cosas. De promedio, los analistas que siguen a Apple esperan que la compañía venda 239 millones de iPhones en su año fiscal que termina en septiembre de 2018, o un 13% más que los 212 millones de iPhones vendidos en el año fiscal 2016. Algunos analistas se han vuelto mucho más alcistas, basándose en las expectativas de que la gente comenzaría a comprar iPhones nuevos o de reemplazo a una tasa más cercana a los patrones de 2014 que a los de 2016.
Sin embargo, hay un problema. En Estados Unidos, la compra de smartphones ha cambiado por completo desde 2014. La gente ahora está pagando el precio completo de sus teléfonos – ya sea 650 $ o más por adelantado o en cuotas mensuales. En ese entonces, los operadores de telefonía de Estados Unidos subvencionaban los precios de los smartphones, por lo que mucha gente se engañó al creer que un teléfono de gama alta como el iPhone costaba solo 200 $. Esos subsidios telefónicos han desaparecido en EE. UU.
Ya sea porque los teléfonos ya no “cuestan” 200 $, o porque las mejoras en los modelos de teléfono son cada vez más sutiles, los estadounidenses no están comprando smartphones nuevos con tanta frecuencia.
El tiempo promedio para reemplazar los teléfonos se ha extendido a 31 meses en 2016, frente a casi 25 meses en 2014, según Chetan Sharma, consultor de la industria de telecomunicaciones. Si los precios de los smartphones suben, eso puede que le dé a la gente una razón más para aferrarse a sus viejos iPhones durante algo más de tiempo.
Las predicciones de un “súper ciclo” podrían seguir funcionando aun si los estadounidenses no regresan a los patrones de compra de 2014. El número de propietarios de iPhone es un 79% más alto que en 2014, según estimaciones de Bernstein Research, lo que hace un aumento de ventas más probable incluso si un porcentaje relativamente pequeño de propietarios de iPhone compran un nuevo modelo más caro. Hay algunos indicios de que los compradores en China – el segundo mayor mercado de Apple – están ansiosos por tener nuevos iPhones.
Pero Apple ha juzgado mal antes el comportamiento de compra del iPhone, y podría hacerlo de nuevo. La combinación del aumento de los precios de los smartphones y los períodos más largos entre actualizaciones significa que Apple tendrá dificultades para volver a 2014.