4 estrategias de negociación activa
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El comercio activo es el acto de comprar y vender valores basados ​​en movimientos a corto plazo para beneficiarse de los cambios de precios en períodos cortos de tiempo.

La mentalidad asociada a una estrategia de negociación activa difiere de la estrategia a largo plazo de compra y retención. Esta estrategia se basa en la suposición de que los movimientos de precios a largo plazo compensarán los movimientos de precios a corto plazo y, como tal, los movimientos a corto plazo deberían ser ignorados.

Por otra parte, los operadores activos creen que los movimientos a corto plazo y la captura de la tendencia del mercado es donde se obtienen los beneficios.

¿Qué elegir: inversión activa o pasiva?

Existen varios métodos utilizados para llevar a cabo una estrategia de negociación activa, cada uno con los entornos de mercado adecuados y los riesgos inherentes a la estrategia. Estos son cuatro de los tipos más comunes de negociación activa y los riesgos asociados a cada estrategia.

1. Day Trading (Operaciones dentro de un día)

Este es quizás el estilo más conocido de comercio activo. A menudo el término se usa como sinónimo del término “negociación activa”. Este método, como su propio nombre indica, consiste en la compra y venta de valores en el mismo día. Las posiciones se cierran en el mismo día en que se toman, y no se guarda ninguna posición durante la noche. Por lo general, este método es utilizado por operadores profesionales. Sin embargo, el comercio electrónico ha abierto esta práctica a los comerciantes principiantes.

2. Trading de posiciones

Algunos realmente consideran que la posición de comercio es una estrategia de compra y retención, y no comercio activo. No obstante, el comercio de posiciones, cuando lo realiza un operador avanzado, puede ser una forma de comercio activo.

Para determinar la dirección del mercado se utilizan gráficos a más largo plazo – desde diario a mensual – así como otra serie de métodos. Esta estrategia puede durar desde varios días a varias semanas, y a veces más, dependiendo de la tendencia. Los operadores buscan secuencias de precios altos y bajos de los activos para determinar la tendencia de un título. Capturando la “ola”, los operadores de tendencias pretenden beneficiarse tanto de la subida como de la reducción de los precios del mercado.

Asimismo, buscan determinar la dirección del mercado, pero no intentan predecir los niveles de los precios. Normalmente, los operadores establecen una posición abierta después de una tendencia particular, y cuando se rompe, suelen salir de la posición. Esto significa que en periodos de alta volatilidad del mercado, esta estrategia es más difícil y sus posiciones generalmente se reducen.

3. Swing Trading (Operaciones a corto plazo)

Cuando una tendencia cambia, los operadores que utilizan esta estrategia suelen entrar en el juego. En esta situación, suele haber cierta volatilidad de los precios a medida que la nueva tendencia intenta hacerse un hueco. Los operadores a corto plazo compran o venden a medida que aumenta la volatilidad de los precios. Por lo general, tiene posiciones abiertas durante más de un día, pero durante un período más corto que el trading de posiciones.

Estos operadores a menudo crean una lista de reglas de comercio basadas en análisis técnicos o fundamentales. Estas normas comerciales o algoritmos están diseñadas para identificar cuándo comprar y vender un valor. Si bien, el algoritmo del swing trading no tiene que ser exacto y predecir el máximo o el punto más bajo de un movimiento de precios, necesita un mercado que se mueva en una dirección u otra. Un mercado limitado o lateral es un riesgo para los operadores swing.

4. Especulación

La especulación es una de las estrategias más rápidas empleadas por los operadores activos. Incluye explotar varias diferencias de precios causadas por el diferencial de oferta/demanda y los flujos de pedidos. La estrategia generalmente funciona haciendo el diferencial de precios mediante la compra de un activo en el precio de la oferta y venta al precio de oferta.

Los que utilizan esta estrategia intentar mantener sus posiciones durante un corto período, disminuyendo así el riesgo asociado con la estrategia. Además, los revendedores no intentan explotar grandes movimientos o mover grandes volúmenes; más bien, intentan aprovechar los pequeños movimientos que ocurren con frecuencia y mover volúmenes más pequeños con más frecuencia.

Dado que el nivel de beneficios por operación es pequeño, los revendedores buscan mercados más líquidos para aumentar la frecuencia de sus operaciones. Y a diferencia de los operadores swing, a los revendedores les gustan los mercados tranquilos que no son propensos a los movimientos repentinos de precios por lo que potencialmente puede hacer que el diferencial repetidamente en los mismos precios de oferta/demanda.

Costes inherentes a las estrategias de negociación

Hay una razón por la que las estrategias de negociación activa fueron una vez empleados solamente por los operadores profesionales. La presencia de una firma de corretaje propia, no solo reduce los costes asociados al comercio de alta frecuencia, sino que también asegura una mejor ejecución de la transacción. Menores comisiones y mejor ejecución son dos elementos que mejoran el potencial de ganancia de las estrategias.

Se requieren importantes compras de hardware y software para implementar estas estrategias con éxito además de datos de mercado en tiempo real. Estas inversiones permitirán implementar con éxito una estrategia de negociación activa y recibir de ella algún beneficio, aunque los costes puede que sean algo prohibitivos para el inversor individual.

¿Cuál es el resultado?

Los operadores activos pueden emplear una o más de las estrategias antes mencionadas. Sin embargo, antes de decidirse a participar en estas estrategias, es necesario examinar los riesgos y costes asociados con cada una de ellas.

Fuente: Investopedia

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