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Explicamos por qué las altas valoraciones de los mercados y las subidas de los tipos de la Fed no deben asustar a los inversores.

A no ser que se produzca una caída drástica del mercado de valores porque los inversores pierdan de repente la confianza en el presidente Donald Trump, estas son las señales a las que debe prestar atención para averiguar si el mercado va a continuar con su tendencia alcista:

  • Cuánto le suben el sueldo a usted y a sus amigos;
  • Cuánto paga por las cosas.

Los cambios en estas áreas son una clara señal del mayor asesino del mercado: la inflación.

¿Pero no son las subidas de los tipos de la Fed el gran problema de las acciones? Después de todo, hemos tenido tres alzas de los tipos de interés desde la crisis financiera de 2008.

El viejo adagio de Wall Street "tres pasos adelante, un paso atrás" nos dice que ha llegado el momento de estar nerviosos. Según esta regla, las acciones lo pasarán mal después de que la Fed suba los tipos por tercera vez después de una recesión.

Y puede que esta vez 3 solo sea el comienzo. Es probable que la Fed suba los tipos en junio y otra vez más avanzado el año. Mark Zandi, economista jefe de Moody's Analytics, pronostica entre tres y cuatro subidas de 25 puntos básicos al año durante los próximos años.

Esto augura tiempos difíciles para las acciones. Sin embargo, en este clima de inversión la inflación es un riesgo incluso mayor, según una reciente investigación de Jim Paulsen, economista y estratega de mercado de Wells Capital Management. Estas son las razones.

1. Todo depende de la actitud

Mientras que tanta gente cita "tres pasos adelante, un paso atrás", el hecho es que esto no siempre se cumple. A veces afecta a las acciones, y otras veces no. Todo depende de lo que los inversores teman más en ese momento – a la inflación o a la deflación.

La historia demuestra que cuando los inversores están preocupados por la inflación, las subidas de los tipos afectan negativamente a las acciones. Sin embargo, cuando están preocupados por la deflación (como es el caso de los últimos 10 años), las alzas de los tipos podrían venirle muy bien al mercado de valores.

¿Cómo sabemos que los inversores están preocupados por la deflación?

Para empezar, no hay más que leer la prensa financiera. Llevamos años escuchando que nos encontramos en una situación bastante mala y que las acciones son una terrible inversión debido a que la economía está a punto de colapsar. La deflación es aterradora ya que afecta negativamente al crecimiento debido a que la gente pospone las compras mientras espera que los precios bajen. También perjudica a los bancos porque se les paga con una moneda más barata.

El mercado bursátil se ha triplicado desde finales de 2008 y principios de 2009, cuando todo este pesimismo empezó a generalizarse. Sin embargo, la crisis financiera fue tan grave que no conseguimos dejar atrás el temor por la deflación.

Así es como puede averiguar si los inversores están preocupados por la inflación o la deflación: Analice la correlación entre los precios comunes y los rendimientos de los bonos.

Cuando las acciones suben junto con los rendimientos, esto significa que los inversores tienen miedo a la deflación. Esta es otra manera de decir que en este escenario, los signos de un mejor crecimiento e inflación - y las subidas de los tipos de la Fed resultantes - despiertan poco temor entre los inversores de que la economía vaya a sobrecalentarse. En cambio, están aliviados porque la deflación parece estar bastante lejos. Así que compran acciones. Eso es lo que está sucediendo en estos momentos.

Por el contrario, cuando los inversores venden acciones cuando suben los tipos, esto significa que están preocupados por el sobrecalentamiento de la economía y la inflación. Ese fue el caso de casi todos los años ochenta y noventa.

Conclusión: Como inversor de valores, debe prestar atención a los signos de inflación. Eso hará que los inversores vuelvan a sentirse preocupados por la inflación. En este escenario, el aumento de los tipos afectará negativamente a las acciones.

Todavía no hemos llegado a esa situación. Pero no estaría de más que mantenga un ojo en las subidas de su sueldo y en lo que paga por las cosas en busca de signos de que esto podría estar cambiando. Paulsen dice:

"Hasta que los inversores dejen de preocuparse por la deflación y empiecen a temer la inflación, el aumento de los rendimientos y el endurecimiento de la Fed podrían venirle bien a un mercado de valores flexible".

2. Las valoraciones son importantes, pero puede que no tanto como cree

Además de las subidas de los tipos de la Fed, los inversores también están preocupados por la sobrevaloración del mercado. El S&P 500 (INDEX: SPX.INDEX) tiene una relación precio/beneficio de alrededor de 25. Sin embargo, esto parece menos aterrador si se tiene en cuenta el contexto - y aquí la inflación vuelve a ser clave.

Considere el "índice de la miseria". Popularizado durante los años de estanflación de los años setenta, el índice de miseria es simplemente la tasa de desempleo más la tasa de inflación. Un número más alto significa más miseria, porque la gente gana menos debido a la inflación, pero paga más por los bienes y servicios.

Sin embargo, esto es lo que realmente importa del índice de miseria para los inversores del mercado de valores: Desde los años 60, mantiene una estrecha correlación inversa con las valoraciones de mercado. Cuando el índice de la miseria se dispara, como en los años 70, la relación precio/beneficio del mercado de valores era muy bajo. Por el contrario, cuando el índice de miseria es bajo (como ahora), la relación precio/beneficio del mercado bursátil puede permanecer alta e incluso seguir subiendo.

En resumen, la alta valoración actual del mercado es correcta. Tiene sentido, ya que si la mayoría de la gente tiene trabajo y la inflación es baja, los consumidores gastan más, lo que impulsa el crecimiento. Eso aumenta los beneficios, y los inversores pagarán más por las acciones.

Una vez más, la inflación es la clave aquí. El desempleo probablemente seguirá en un nivel bajo, ya que no parece que nos encontremos cerca de una recesión.

Cualquier endurecimiento de las políticas migratorias rebajaría incluso más el desempleo. Esto significa que lo único que podría disparar el índice de miseria - y amenazar al mercado - es una inflación más alta. Paulsen dice:

"En relación con el índice de miseria, el mercado de valores no parece sobrevalorado en estos momentos. En todo caso, puede que incluso esté un poco infravalorado".

Mientras el índice de miseria permanezca bajo, las valoraciones precio/beneficio permanecerán altas, y el mercado seguirá subiendo en línea con el crecimiento de los beneficios. El crecimiento típico de ganancias, más dividendos, pronostican unas ganancias anuales de entre el 5% y el 7%.

Perspectivas de inflación

Si todo se reduce a la inflación, esta es la pregunta clave: ¿Cuál va a ser la tendencia de los precios? Nadie lo sabe con total seguridad. Pero la inflación podría no ser un problema por las siguientes razones, dice Ed Yardeni, presidente de Yardeni Research:

  • Los avances tecnológicos están presionando los precios a la baja. Las preocupaciones entre los trabajadores de que los ordenadores, la inteligencia artificial y los robots podrían robarles los puestos de trabajo pueden explicar por qué no están pidiendo aumentos de sueldo.
  • El sector minorista es increíblemente competitivo, gracias en parte a Amazon.com (NASDAQ: AMZN.NASDAQ), y esto está impulsando los precios a la baja. La globalización también ejerce presión a la baja sobre los precios, aunque esto podría cambiar hasta cierto punto con Trump.
  • Los continuos avances en la fracking seguirán impulsando el suministro de petróleo y gas natural, lo que limitará las probabilidades de que los costes de la energía se disparen.
  • El dólar fuerte ejerce presión a la baja sobre los precios en Estados Unidos. Limita el impacto de la demanda externa sobre la economía de Estados Unidos y hace que los productos extranjeros sean más competitivos en comparación con los que son fabricados dentro del país.

Una de las preocupaciones es que Trump quiere aumentar significativamente el gasto militar sin hacer otros recortes en el presupuesto. Esto provocará un aumento general del gasto federal, también conocido como "estímulo fiscal". En cualquier momento, el estímulo fiscal puede ser inflacionario, sobre todo cuando hay pleno empleo.

Pero Yardeni no ve esto como un riesgo importante si tenemos en cuenta el resto de fuerzas que controlan las subidas de precios. Así que pronostica una inflación anual del 2% para los próximos años.

Zandi de Moody's Analytics espera una inflación ligeramente más alta debido al bajo desempleo, al aumento de las rentas y a los crecientes costes de los cuidados sanitarios. Espera que la inflación suba al 3% a principios de 2019.

Ninguno de estos pronósticos parece demasiado preocupante. Paulsen estima que la inflación podría aumentar hasta el 3,5% (suponiendo que el desempleo permanezca bajo) antes de que el índice de miseria suba lo suficiente como para afectar negativamente al precio de las acciones, dada la correlación histórica entre ambos.

En este momento, no parece que vayamos a alcanzar el 3,5% de inflación a corto plazo. Sin embargo no sabemos a ciencia cierta qué sucederá con Trump en la Casa Blanca. Así que preste atención a su sueldo, a cuánto paga por las cosas y a los datos sobre inflación para intentar averiguar si los economistas se equivocan.

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