Cómo invertir en ETFs: Guía paso a paso

Los fondos cotizados de inversión están arrasando en el mundo de los inversores. Estos fondos de bajo coste suelen ofrecer unas tasas de gastos extremadamente atractivas, y generan una gran cantidad de beneficios fiscales en comparación con los fondos de inversión tradicionales. En muchos casos, los ETFs rastrean unos índices que ofrecen una mayor estabilidad en su cartera. Invertir en ETFs es más fácil que nunca, y la proliferación de ETFs en la comunidad de inversión ha hecho que encontrar lo que está buscando sea mucho más fácil.

Para poder comprar y vender ETFs es necesario tener una cuenta de corretaje. Los ETFs cotizan como acciones individuales, sus acciones están disponibles durante las horas de negociación en los principales mercados bursátiles.

Elegir el bróker adecuado puede beneficiarle mucho. Por ejemplo, varios corredores que ofrecen sus propios ETFs. Otros intermediarios cuentan con acuerdos de asociación con proveedores de ETFs de terceros, por lo que no cobran comisiones por las operaciones de los ETFs. Analizar a conciencia las ofertas de cada corredor puede ayudarle a formarse una mejor idea sobre a qué ETFs tienen acceso y si es el que más se adapta a sus necesidades.

Debido a la gran cantidad de ETFs disponibles, la oferta es casi ilimitada. Una buena forma de ayudarle a elegir el ETF adecuado es analizar sus costes relativos.

Todos los fondos negociados en bolsa publican el porcentaje del total de activos del fondo destinados a cubrir los costes anuales del ETF. Unos gastos más pequeños se traducen en más dinero para usted, y los proveedores de ETFs más grandes y eficientes tienen unas tasas de gastos a veces inferiores al 0,1%.

Algunas áreas de los mercados financieros son más costosas y, por lo tanto, es posible que vea porcentajes de gastos absolutos más altos. Por ejemplo, la inversión de acciones internacionales implica mayores problemas logísticos, por lo que las tasas de gasto tienden a ser más altas que para los fondos de acciones nacionales.

Sin embargo, cuando se comparan ETFs de diferentes familias de fondos, los menos costosos suelen ofrecerle unos rendimientos más altos.

Al igual que sucede con los fondos mutuos, muchos ETFs tienen inversiones similares, y por lo tanto la posesión de más ETFs no necesariamente se traduce en una cartera diversificada. Por ejemplo, si todos los que posee ETFs se centran en acciones estadounidenses de gran capitalización, es posible que las acciones subyacentes de cada uno de estos fondos sean casi idénticas.

En su lugar, busque ETFs de diferentes categorías. La incorporación de diferentes clases de activos, como acciones, bonos, bienes raíces e inversiones alternativas, puede ser un buen punto de partida. Dentro de cada clase de activo, la ampliación de su exposición también es una buena idea.

Por ejemplo, si hablamos de acciones, poseer ETFs diferentes que incluyan empresas de diferentes tamaños, con una exposición geográfica diferente y presencia en sectores e industrias diferentes le ayudará a tener una cartera más estable.

Algunos corredores le permitirán hacer inversiones automáticas. Esto es especialmente útil cuando su bróker ofrece operaciones ETF sin comisiones, ya que de esta manera no tiene que preocuparse por el gasto de invertir pequeñas cantidades de dinero.

Pagar incluso una comisión de 5 $ no tiene sentido si solo tiene 100 $ al mes para invertir en un ETF, y si está obligado a pagar una comisión, puede que su mejor opción sea hacer inversiones menos frecuentes. De esta forma, las comisiones a las que tendrá que hacer frente representarán un porcentaje menor de lo que está invirtiendo.

Los fondos cotizados en bolsa pueden ser muy valiosos para construir una cartera de inversiones a largo plazo que le proporcione crecimiento e ingresos. Al concentrarse en mantener los costes bajos y encontrar los ETFs que mejor se ajusten a su estrategia de inversión, aumentará las posibilidades de estar satisfecho con su cartera de ETF durante años.