La columnista de Bloomberg Shira Ovide habla sobre si tiene sentido recordar ahora la burbuja de Internet de años atrás.
Cuando vivía en Bay Area (San Francisco), cada discusión que no giraba en torno a tostadas con aguacate o los precios de los bienes raíces era acerca de si había una burbuja en las empresas privadas de tecnología. (Respuesta: Sí, hay o hubo una burbuja, al menos en algunas empresas o nuevas startups tecnológicas).
Ahora que vivo en Nueva York, veo que el mundo financiero se ha obsesionado últimamente con debatir si hay un tipo diferente de burbuja tecnológica, esta vez entre las empresas públicas. Un estratega de bolsa advirtió recientemente de la “manía tecnológica”.
La discusión sobre los precios inflados de las acciones tecnológicas se basa en tres hechos interrelacionados:
- El rendimiento del mercado de valores de EE. UU. ahora depende más de las empresas de tecnología de lo que ha dependido en más de 15 años.
- Los inversores están dispuestos a pagar más para poseer estas acciones.
- La elección de muchos de ellos se limita a una lista de las mayores empresas tecnológicas como Amazon.com (NASDAQ: AMZN.NASDAQ) y la compañía matriz de Google, Alphabet (NASDAQ: GOOGL.NASDAQ).
Comparando estos hechos, algunos analistas están empezando a preocuparse de que lo que la burbuja en el sector de la tecnología termine desinflándose inevitablemente – y arrastrando con ella todo el efervescente mercado de valores.
Es fácil entender por qué el mundo de las finanzas no puede dejar de hablar de las acciones tecnológicas. La agrupación de empresas de tecnología representa casi una cuarta parte del valor de mercado total del índice S&P 500. Esa es la mayor proporción desde principios de 2001, según datos de Bloomberg. Cabe señalar que el S&P 500 no clasifica a Amazon como una empresa tecnológica. Si el gigante del comercio electrónico ocupara el lugar que le corresponde, una mayor proporción del índice estaría ligada a la tecnología.
Además, el dinero se está vertiendo en el sector a un ritmo no visto en los últimos 15 años, según un estudio de Bank of America Merrill Lynch. Los fondos de pensiones que compran acciones y cubren posiciones cortas también se citan como razones tras el rally tecnológico. Y aunque los inversores no están pagando los precios exorbitantes que pagaron durante la burbuja de Internet de finales de los años 90, los valores empresariales de una amplia colección de empresas de tecnología con respecto a sus ganancias son más altos de lo que han sido desde principios de 2004, según calculó Pavilion Global Market la semana pasada.
Cuando se empiezan a mencionar cosas que no le han sucedido a las acciones tecnológicas desde principios de 2000, sabemos que estamos viviendo en tiempos extraños.
Cada vez que aparece la burbuja del mercado en el sector tecnológico, la gente discutirá por qué esta situación es o no es diferente de 1999. Esto no es 1999. Pero eso no significa necesariamente que el valor explosivo de empresas como Apple (NASDAQ: AAPL.NASDAQ), Netflix (NASDAQ: NFLX.NASDAQ), Nvidia y Amazon es sostenible. Es indiscutible el enorme poder que tienen las empresas tecnológicas para impulsar el crecimiento mundial y los mercados de renta variable.
Es poco probable que desaparezca la discusión sobre la burbuja en el mercado. En mayo, Apple se convirtió en la primera empresa estadounidense en superar los 800 mil millones de dólares en el valor total de sus acciones. Ahora hay una carrera para convertirse en la primera empresa en mantener un billón de dólares o más en capitalización de mercado. ¿Será Apple, o tal vez Alphabet o Amazon? Ninguna de las empresas de otros sectores – excepto quizás la compañía petrolera estatal de Arabia Saudí, Saudi Aramco – tiene una oportunidad por el momento.