John Bogle es un gran defensor de los intereses de los inversores a largo plazo. Durante su larga carrera ha acumulado una valiosa experiencia que puede ser de gran ayuda para los que no están interesados en los beneficios a corto plazo.
Todos los inversores deberían leerse los libros de John Bogle, fundador del Vanguard Group e incansable defensor del típico inversor para la jubilación que tiene que enfrentarse a los hambrientos tiburones de Wall Street.
Uno de los mejores libros es Enough: True Measures of Money, Business, and Life (Suficiente: Verdaderas Medidas de Dinero, Negocios y Vida), libro que probablemente se convirtió en la piedra angular de su carrera, un verdadero legado. Fue publicado a finales de 2008, cuando Bogle entró en el terreno de los 80 años. En mayo de este año cumplió 88.
Para un hombre que recibió un trasplante de corazón en 1996, cada día es un regalo inesperado. Debemos perdonarle por dar por hecho que el tiempo se está acabando, como verdaderamente nos sucede a todos nosotros.
Sin embargo, sigue entre nosotros, todavía defendiendo al pequeño inversor que se remonta a su tesis de 1951 en Princeton, el documento que le valió una nota perfecta pero, más importante aún, le llevó a la creación del primer fondo de índice Vanguard, que ha proporcionado a lo largo de los años a los inversores cientos de miles de millones de dólares en rendimientos extra.
Bogle ha escrito recientemente sobre su opinión en relación a los pequeños inversores en la revista Financial Analysts, ofreciendo un análisis de nada menos que Adam Smith, el padre intelectual del capitalismo, y Benjamin Graham, el padre del análisis de acciones y mentor del gran Warren Buffett.
Estas son las 7 lecciones que tiene que enseñarnos:
1. Invertir
El mayor riesgo al que se enfrentan los inversores no es la volatilidad a corto plazo, sino el riesgo de no obtener un rendimiento suficiente de su capital conforme este se va acumulando.
2. El tiempo es su amigo
Invertir es un hábito virtuoso que debe comenzar tan pronto como sea posible. Disfrute de la magia de los rendimientos compuestos. Incluso las inversiones modestas que haga cuando tiene 20 años podrían proporcionarle unos increíbles beneficios con el paso del tiempo.
3. El impulso es su enemigo
Elimine la emoción de su programa de inversión. Tenga unas expectativas racionales para los rendimientos futuros, y evite cambiar esas expectativas influenciado por el entusiasmo de Wall Street. Evite seguir lo que en principio parecen unas ideas únicas, ya que en realidad millones de otros inversores están haciendo lo mismo.
4. La aritmética básica funciona
El rendimiento neto es simplemente el rendimiento bruto de su cartera de inversiones menos los costes en los que incurra. Mantenga sus gastos de inversión bajos, ya que los costes de capitalización pueden acabar con los rendimientos.
5. Respete la sencillez
La inversión básica es simple: una asignación razonable entre acciones, bonos y reservas de efectivo; Una selección diversificada de valores medios de carretera; Un cuidadoso equilibrio entre el riesgo, el rendimiento y (una vez más) el coste.
6. Nunca olvide el efecto de reversión
El fuerte rendimiento de un fondo mutuo pronto puede cambiar de dirección. Recuerde el mandamiento bíblico, "Los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos", (Mateo 20:16, Biblia del rey Jacobo).
7. Mantenga el rumbo
Independientemente de lo que suceda en los mercados, siga su programa de inversión. Cambiar su estrategia en el momento equivocado puede ser el error más grave que pueda cometer como inversor. Tan solo tiene que preguntarse qué le paso a los inversores que cambiaron una porción significativa de su cartera a efectivo durante la crisis financiera. La respuesta es nada bueno.
El "problema" de invertir es un problema de ego, de creer tanto en sus convicciones que acaba olvidando las matemáticas. Esto es un gran riesgo. Algunos tienen razón, pero la mayoría están equivocados. El ego es lo que hace que los inversores pierdan dinero.