En 2010, el Bitcoin tenía un valor de 0,003 $. A día de hoy está cotizando en alrededor 3.000 $, y su popularidad (especialmente a juzgar por la demanda de equipos para la minería) no deja de aumentar. Parece que se trata de una inversión muy prometedora. Sin embargo, todas las monedas tienen dos caras.
Anonimato vs. Ilegalidad
La red Bitcoin está descentralizada, lo que significa que todo el mundo que accede a ella goza de anonimato.
Sin embargo, esto también tiene un aspecto negativo. Debido a su anonimato, el Bitcoin es utilizado por vendedores de armas y de drogas así como por terroristas. Por esta razón no se ha determinado la situación legal de la criptomoneda.
Transparencia de las transferencias vs. Amenaza de pirateo
Siempre es posible hacer un seguimiento de sus transacciones en la página web blockchain.info. Sin embargo, todo está alojado en la red, por lo que podría perder fácilmente su dinero.
Dinero alternativo vs. Criptomonedas alternativas
El Bitcoin ha registrado un gran crecimiento desde su aparición.
Sin embargo, sus competidores están alcanzando nuevos récords, así que tal vez el Bitcoin no sea la mejor apuesta para los inversores en criptomonedas.
Bajas comisiones vs. Volatilidad
En comparación con otros pagos electrónicos, las comisiones de la red de Bitcoins son más bajas.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta la alta volatilidad de la criptomoneda, que puede caer desde los 2.000 $ o 3.000 $ hasta los 500 $ en un solo día.
Ausencia de un regulador vs. Falta de garantías
El Bitcoin no pertenece a nadie, lo que significa que nadie puede controlarlo.
Esto significa que si hay una burbuja ahora mismo, y esta acaba estallando, nadie podrá garantizar que recupere su dinero, ya que el Bitcoin no pertenece a nadie.