Existe la creencia general de que la inversión activa solo es adecuada para las personas dispuestas a arriesgar, mientras que la pasiva está más indicada para los conservadores. Sin embargo, ambas tienen sus ventajas y desventajas. Se las aclaramos.
1. Comisiones
Con la inversión activa, el inversor se queda con todos los beneficios. Sin embargo, las ganancias de la gestión del capital pueden ser de hasta el 50%.
2. Profesionalidad
Puede darse el caso de que un inversor activo no tenga ni idea sobre finanzas, mercados o inversiones. Sin embargo, un gestor de fondos cuenta con todos los conocimientos necesarios, y le pagas para que los emplee en tu beneficio.
3. Control sobre el capital
Saber que tu dinero está siendo gestionado por un profesional da cierta tranquilidad, pero aún así ciertas personas se sienten más seguras cuando son ellas mismas las que gestionan su propio capital.
4. Tiempo libre
No puedes tomarte un descanso. Si quieres ganar dinero en los mercados, tienes que estar atento en todo momento. Sin embargo, en la inversión pasiva pagas a otra persona para que lo haga por ti.
5. Riesgo
Todas las inversiones implican cierto riesgo. Sin embargo, es mejor perder unos cuantos miles de dólares en el mercado por tu cuenta que perderlo todo por haberle confiado tu dinero a un estafador.
6. Rendimiento
La inversión activa puede proporcionar unos beneficios mucho mayores que la inversión pasiva.
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