Sergio Yuste Teruel, responsable del blog GestiónPasiva y asesor financiero asociado de EFPA (European Financial Planning Association), nos cuenta todo lo que necesitamos saber sobre los mercados emergentes.
A la hora de invertir en Bolsa no es buena idea conformarse únicamente con las Telefónicas o Iberdrolas de turno del mercado español. Hoy en día, gracias a la globalización y al desarrollo de las tecnologías, tenemos al alcance de la mano la posibilidad de invertir en cualquier parte del mundo por muy alejada que esté de donde vivas.
Una de las opciones que existen para rentablizar los ahorros de una manera global es hacerlo a través de la inversión en mercados emergentes. Aunque a corto plazo pueden dar algún que otro susto, es interesante invertir en ellos porque a largo plazo tienen un gran potencial.
Pero antes de pasar a hablarte un poco más de las razones para invertir en los mercados emergentes, y también de decirte cómo se puede llevar a cabo, voy a empezar, por si todavía no sabes qué son, por lo más básico.
¿Qué es un mercado emergente?
Los mercados emergentes son las economías de los países que están en pleno desarrollo, muchos de los cuales están experimentando un rápido crecimiento y una fuerte industrialización.
El término mercado emergente fue establecido por la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial (IFC), que trabaja para desarrollar el sector privado en los países en vías de desarrollo.
En los últimos años, los mercados emergentes (también conocidos como países emergentes) han llamado bastante la atención de los inversores debido a su creciente participación en la economía mundial. Una demografía favorable y las altas expectativas de crecimiento económico han hecho que las inversiones en los mercados emergentes sean atractivas a pesar del alto riesgo que conlleva invertir en ellos.
Clasificación de los países emergentes
Aunque no existe un sistema de clasificación definitivo, de forma general se considera como mercados emergentes a determinados países de África, Asia, Europa del Este y América Latina, divididos en dos grupos.
Por una parte están los BRIC, que son los cuatro mercados emergentes más importantes: Brasil, Rusia, India y China. Estos países tienen en común que tienen enormes poblaciones, son ricos en recursos naturales y sus economías tienen un enorme potencial de crecimiento. En conjunto, tienen el 42% de la población mundial y el 23% de la producción total mundial de bienes y servicios.
Por otra, están los No-BRIC. Aquí se incluyen países que también están experimentando un rápido crecimiento e industrialización pero no alcanzan ni los niveles de población ni el potencial de crecimiento que tienen los BRIC.
El proveedor de índices bursátiles e índices de referencia MSCI, establece los siguientes países emergentes:
- De América: Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.
- De Europa: República Checa, Grecia, Hungría, Polonia, Rusia y Turquía.
- De África: Egipto y Sudáfrica,
- De Asia: China, India, Indonesia, Corea, Malasia, Filipinas, Taiwán, Tailandia, Qatar y Emiratos Árabes Unidos.
Además de los mercados emergentes, también hay otro nivel que está por debajo. Son los llamados mercados frontera. Son las economías de países que son más pequeños y menos desarrollados que los emergentes. En ocasiones pueden tener tasas de crecimiento más altas, pero también pueden presentar mayores riesgos e incluso grandes barreras a la entrada de inversión extranjera.
Inversión en mercados emergentes: ¿Por qué invertir?
La inversión en países emergentes es interesante porque sus economías tienen un gran potencial de crecimiento, principalmente motivado por los siguientes factores:
- Demografía favorable: Mientras que la mayoría de las poblaciones de los países desarrollados empezarán a contraerse antes de llegar a la mitad de siglo, las de los países emergentes son poblaciones grandes y jóvenes que van emigrando en busca de empleo de las zonas rurales a las áreas urbanas.
- Aumento del consumo: Las economías de los mercados emergentes siempre han crecido debido a las exportaciones hacia los países desarrollados. Muchos economistas predicen un cambio de este modelo hacia un crecimiento liderado por el consumo interno a medida que las rentas más bajas vayan aumentando su poder adquisitivo.
- Creciente internacionalización de sus economías: Debido a la globalización, la relación de los países emergentes con las economías del exterior es cada vez mayor, con el consecuente aumento de las exportaciones de sus empresas y de las inversiones extranjeras en sus mercados.
- Mejora de la productividad: La productividad en los mercados emergentes siempre ha estado más rezagada que la de los países desarrollados. Los economistas también vaticinan que los mercados emergentes aumentarán la productividad de una manera importante debido al avance en infraestructuras y al desarrollo tecnológico, factores decisivos para un crecimiento económico sostenible.
¿Cuáles son los riesgos de invertir en los mercados emergentes?
Una inversión en los mercados emergentes ofrece un gran potencial de conseguir importantes rentabilidades, pero al mismo tiempo también hay muchas posibilidades de que no salga como uno espera.
Entre los riesgos a los que se enfrenta un inversor en este tipo de mercados están los siguientes:
- Riesgo divisa: Consiste en que los tipos de cambio se muevan en una dirección contraria a la deseada. Por ejemplo, si la divisa del mercado emergente en la que se denomina una inversión disminuye con respecto al euro, podría reducir las ganancias o aumentar las pérdidas, a pesar de que esa misma inversión para los inversores del país en moneda local haya sido rentable.
- Riesgo de inflación: Un fuerte crecimiento económico junto con una política monetaria inadecuada puede dar lugar a una inflación alta, un problema que se suele dar bastante en los mercados emergentes. Una inflación de este tipo puede devaluar las monedas, perjudicar los márgenes de beneficio de las empresas y por tanto frenar el crecimiento económico.
- Riesgo de liquidez: Las bolsas de los mercados emergentes, en comparación con las de los mercados desarrollados, suelen tener volúmenes de negociación muy pequeños, lo que puede provocar que los inversores que quieran vender sus acciones a un precio determinado no puedan hacerlo porque no encuentren comprador. Por esta razón, pueden haber grandes variaciones en los precios en cortos periodos de tiempo.
- Riesgo político: La incertidumbre política, los conflictos geopolíticos o las “malas” decisiones de los gobiernos de estos países también pueden afectar de forma negativa a las rentabilidades de una inversión, y en el peor de los casos, encontrarse con la imposibilidad de deshacer una inversión.
- Riesgo institucional: Los recientes mercados de capitales de muchos países emergentes carecen de las normas contables y el marco regulatorio que se dan en las economías más avanzadas. Ante casos de fraude en estos países, el inversor puede quedar desprotegido.
¿Cómo invertir en mercados emergentes?
Los inversores interesados en beneficiarse del crecimiento económico que se puede dar en estos tipos de mercados tienen varias formas de invertir. Ordenadas de mayor a menor dificultad, son las siguientes.
Invertir directamente en acciones de empresas de mercados emergentes a través de sus Bolsas
Invertir a través de los mercados bursátiles de mercados emergentes es mucho más difícil que hacerlo a través de las Bolsas de países desarrollados, por no decir imposible. Muchos brokers no lo permiten. De todas formas, estos países tienen mercados de renta variable que, como sus economías, también están en pleno crecimiento muy lejos del nivel de los mercados de países más avanzados, en cuanto a regulación, nivel de liquidez y número de empresas cotizando.
Invertir en acciones de empresas de mercados emergentes a través de la bolsa de EE. UU.
En los mercados de renta variable de EE. UU, como la Bolsa de Nueva York o el Nasdaq, cotizan muchas empresas de mercados emergentes. Las más exitosas acuden a estos mercados para mejorar la liquidez y acceder al capital. Muchas también lo hacen para dar prestigio a sus marcas. Para que te hagas una idea, en el Nasdaq cotizan 134 empresas chinas y 24 brasileñas.
Invertir a través de empresas de países desarrollados que hagan buena parte de su negocio en mercados emergentes
Otra forma de sacar partido del crecimiento que se da en los mercados emergentes es invertir a través de las empresas de países desarrollados que hagan negocios allí. Como por ejemplo, invirtiendo en acciones de empresas de EE. UU. o europeas que han encontrado en los países emergentes nuevos mercados de destino para sus productos. En momentos en que el crecimiento económico del mundo desarrollado se estanca, los mercados emergentes pueden ser decisivos para el crecimiento de sus ventas, algo que ya ha ocurrido en el pasado.
Invertir a través de fondos de inversión, muy especialmente con ETFs y fondos indexados
Existen una gran cantidad de fondos de inversión cuyos activos se localizan en los mercados emergentes. Sobre todo ETFs. Algunos de ellos ofrecen una exposición total a los mercados emergentes, como por ejemplo dos de los ETFs más conocidos: Vanguard FTSE Emerging Markets (VWO) o iShares MSCI Emerging Markets (EEM). Con esta misma política de inversión también existen fondos indexados como por ejemplo Vanguard Emerging Markets Stock Index Investor EUR o Amundi Index MSCI Emerging Markets AE-C. Todos estos fondos tienen en común que replican al índice bursátil MSCI Emerging Markets Index.
Concluyendo sobre la inversión en mercados emergentes
Cualquier inversor interesado en invertir sus ahorros no puede ignorar a los mercados emergentes. Sus economías han crecido bastante en los últimos años, y lo seguirán haciendo. Y pueden hacerlo mucho más rápido que las de los países más desarrollados. Esto en una inversión se puede traducir en mucha rentabilidad. Sin embargo, esta rentabilidad no se consigue sin asumir volatilidad. Sobre todo en el corto plazo. Y en ocasiones demasiada. Los mercados emergentes sufren varios tipos de riesgo, en especial el político, que pueden provocar grandes variaciones en el resultado de una inversión.
La mejor manera de reducir los riesgos de una inversión en mercados emergentes, es invertir con fondos indexados, o ETFs en su defecto, pero yo me decanto por los fondos indexados.
Al invertir con estos tipos de fondos, elimino por completo el riesgo no sistemático. Como no invierto en empresas de forma individual no me puedo equivocar eligiendo una u otra, aunque como te he comentado antes, es muy difícil acceder tanto a su acción como a su información relevante. Por cierto, una de las empresas cotizadas más importante de todas las que pertenecen a los mercados emergentes (ocupa la segunda posición en las carteras de los fondos anteriores) es Samsung (EXCHANGE: SMSN.LSEIOB), que cotiza en la Bolsa de Corea. Casi imposible acceder a ella por esta vía, pero sí a través del Nasdaq.
Por otra parte, al invertir de manera diversificada empleando fondos indexados, también reduzco los riesgos asociados a los mercados emergentes que te acabo de nombrar, los cuales forman parte del riesgo sistemático o de mercado y que no se puede eliminar del todo.
Por último, comentarte que la inversión en mercados emergentes también es interesante a la hora de mejorar el comportamiento global de la cartera. A veces los diferentes mercados de renta variable toman direcciones opuestas, y las pérdidas sufridas en unos se amortiguan con los beneficios logrados en otros. También pueden ir en la misma dirección pero con intensidades diferentes, como ocurrió en los primeros años de la década pasada, o lo que está ocurriendo en este 2017, donde los mercados emergentes están dando la talla en comparación con los demás. Pero por todos los riesgos que conlleva este tipo de inversión, considero que la inversión en mercados emergentes dentro de una cartera de inversión ha de ocupar una pequeña parte en relación a otros mercados más desarrollados.