El columnista de Bloomberg Tim Culpan nos explica por qué los inversores deben tener cuidado cuando una empresa anuncia repentinamente su intención de dar el salto al blockchain o las criptomonedas. Por supuesto, hay muchas empresas que están seriamente comprometidas con el desarrollo en esta área. Sin embargo, las declaraciones de este tipo esconden unos serios problemas financieros.
Todos conocemos el procedimiento.
Una empresa que cotiza en Estados Unidos anuncia sus planes de empezar a utilizar criptomonedas. Sus acciones suben. Y luego caen.
Algunos especuladores ganan dinero rápido y luego lo cobran. Otros se quedan con ellas después de haberlas comprado muy caras.
Pero a estas empresas les sucede otra cosa que debería conocer. Todas ellas son negocios con problemas con unos retos estratégicos o financieros bastante claros.
Long Island Iced Tea Corp. es la empresa más destacable de las últimas que se han subido al barco de las criptomonedas. La empresa no ha obtenido beneficios en al menos 11 trimestres y, tal y como descubrió Lily Katz de Bloomberg, se enfrentaba a la suspensión de su cotización en bolsa a menos que su capitalización de mercado superara los 35 millones de dólares.
La empresa china de medios sociales Renren Inc., que siempre tiene problemas de rentabilidad y no deja de crecer, pensó que una ICO sería buena para sus planes futuros.
Eastman Kodak (NYSE: KODK), que ha tenido una rentabilidad un tanto inestable durante la última década (casi siempre decantándose por el territorio negativo), ha seguido el mismo ejemplo. Siete años después de la muerte de Kodachrome, la empresa ofrece ahora el KodakCoin, lo que permitirá a los fotógrafos:
"... participar en una nueva economía para la fotografía, recibir los pagos por sus trabajos inmediatamente después de la venta, y vender su trabajo con confianza en una plataforma segura basada en blockchain".
Finalmente, nos encontramos con el grupo japonés de mensajería instantánea Line Corp. No es exactamente el caso perdido de los ejemplos mencionados anteriormente, pero está yendo en esa dirección. El crecimiento de sus usuarios se ha estancado y los ingresos de sus dos unidades heredadas - comunicación y contenido - han disminuido. Así que no deberíamos sorprendernos si pronto se hace pública la noticia de que la empresa está considerando involucrarse en el mundo de las criptomonedas, tal y como informó Yuji Nakamura de Bloomberg. Las acciones de Line se dispararon un 13% el martes.
En los casos de Kodak y Line, el blockchain tiene mucho sentido. La tecnología está bien adaptada para la gestión de la propiedad intelectual, y la industria fotográfica es lo suficientemente madura como para adoptar un nuevo enfoque de seguimiento y monetización de los contenidos. En los medios sociales y aplicaciones de chat, la creación de algún tipo de mecanismo de criptodifusión y transferencia sería una extensión de la tendencia existente hacia la integración de pagos con mensajería instantánea.
Pero solo porque tenga sentido, no significa que estas compañías puedan hacerlo. El criptouniverso está plagado de ICOs fallidas, y algunas de ellas eran estafas. Este alto índice de fracaso puede atribuirse al hecho de que el blockchain es duro, y una ejecución sólida es de vital importancia.
La ICO de Renren ya fue cancelada por los reguladores chinos y al menos Long Island admite que tiene "relativamente poca experiencia en la industria de la tecnología blockchain".
Para Kodak y Line, sin embargo, el riesgo es que las empresas y sus inversores crean que pueden lograrlo. Dada la historia reciente de las empresas, hay buenas razones para ponerlo en tela de juicio.