16 reglas de protección financiera de Harry Browne

Sergio Yuste Teruel, responsable del blog GestiónPasiva y asesor financiero asociado de EFPA (European Financial Planning Association), nos cuenta las 16 reglas de protección financiera de Harry Browne.

Uno de los libros sobre Bolsa que menos tiempo he empleado leyendo y que a su vez más me ha enriquecido ha sido el que tiene publicado Harry Browne. Se titula "Fail-Safe Investing" y trata sobre una serie de consejos que cualquiera pueda aplicar para proteger sus finanzas.

Harry Browne es conocido, entre otras cosas, por haberse presentado a presidente de Estados Unidos por el partido libertario en los años 1996 y 2000, y por ser el ideólogo de la Cartera Permanente. Este tipo de inversión consiste en tener una cartera formada por cuatro activos (oro, renta variable, bonos a largo plazo y liquidez) repartida a partes iguales, con el objetivo asegurar el patrimonio y obtener rendimientos sostenidos de forma sencilla sin darle ninguna importancia al día a día de los mercados.

Estos son los 17 consejos que nos da:

La inversión es el último paso de los tres que existen en el proceso de creación de un patrimonio. El primero de ellos es ganar el dinero (con tu trabajo, profesión o negocio) y el segundo ahorrarlo. Una vez des los dos primeros pasos, puedes ganar mucho más invirtiendo que con tu actividad habitual, pero si antes no das la importancia que se merecen a los ingresos y al ahorro, nunca podrás hacer crecer tu patrimonio aprovechándote del interés compuesto que pueda proporcionar la inversión.

Si lo pierdes todo invirtiendo, puedes volver a ganarlo otra vez. Pero no cuentes con ello. El éxito en la inversión depende de muchos factores que no puedes controlar y que cambian forma continua. Lo que ganaste en el pasado lo hiciste en unas circunstancias determinadas que te fueron bien, pero el mundo de la inversión no te va a esperar para que lo vuelvas a repetir.

Muchos inversores piensan que están invirtiendo y lo que están haciendo es especular. Si no conoces la diferencia entre ambos conceptos, estás en peligro. Cuando inviertes aceptas los rendimientos que puede proporcionar el mercado. Cuando especulas intentas batirlo intentando obtener mejores rentabilidades. Solo unos pocos lo consiguen a largo plazo.

Nadie sabe lo que va a ocurrir en el futuro. Cuando veas, leas o escuches a alguien dando pronósticos sobre lo que puede hacer un determinado activo o mercado en general, no le hagas caso. Te está intentando vender algo o no sabe lo que dice.

En un mundo perfecto quizás tenga sentido prestar atención a lo que digan los profesionales, o incluso, hacer lo mismo que hagan ellos. En infinidad de publicaciones puedes ver consejos de inversión sobre lo que deberías hacer y lo que no. Aunque alguno de ellos puede ser valioso, sobre todo si estás empezando, ninguno tiene la seguridad de funcionar al 100%.

Cuando alguien se arruina por completo, casi siempre es debido a que invirtió con dinero prestado. Pedir préstamos o utilizar apalancamiento aumenta el riesgo de perder algo más que la inversión original. Si inviertes únicamente con dinero que posees, es muy difícil que vayas a la quiebra.

Muchas personas han perdido sus ahorros por confiar su gestión a otra persona (charlatán, empleado de banca, etc). No esperes que nadie trate tu dinero con el mismo cuidado que lo harías tú. Especular para intentar batir al mercado es muy difícil, pero si lo que quieres es proteger lo que tienes, tan solo necesitas tener claros unos conceptos sobre inversión pasiva y crear una cartera que se adapte a ti.

No inviertas o especules en algo que no entiendas. Si lo haces, más adelante descubrirás por qué. Tus pérdidas podrán ser mayores de las que hubieras imaginado.

En vez de arriesgarte con inversiones que no sabes de qué van, es mejor que inviertas en letras del Tesoro o dejar tu dinero en la cuenta corriente. No importa lo que diga tu amigo o cuñado. Son tus ahorros los que están en peligro, no los suyos. Si no lo entiendes, no lo hagas.

Cada inversión tiene su tiempo y su momento. Ninguna es válida para siempre. Unos años lo puede hacer mejor la renta variable, otros años la renta fija, otros el oro o también la inmobiliaria. Vivimos en un mundo incierto y lo ideal es invertir en varios tipos de activos al mismo tiempo. No debes arriesgarte a que un mal año en alguno de ellos acabe con gran parte de tu patrimonio.

Pon el dinero que vayas acumulando el resto de tu vida en una cartera de inversión simple, equilibrada y diversificada, porque una vez la pongas en marcha, no necesitarás ningún tipo de gestión, incluso aunque tu expectativa sobre lo que puede deparar el futuro cambie. La cartera debe garantizar que tu patrimonio sobreviva, también ante cualquier evento negativo que afecte de manera particular a un activo de la cartera.

Si quieres batir al mercado, crea una segunda cartera con la que intentarlo. Pero asegúrate de que no contenga ni un céntimo más del que puedas permitirte perder.

Será la "Cartera Variable". Puedes tenerla toda o parte en acciones, oro u otra cosa. Puedes arriesgarte con ella porque sabes que, pase lo que pase ninguna pérdida será desastrosa. En el peor de los casos, solo perderás el dinero que decidiste de antemano que no es primordial para ti.

Para que tu patrimonio esté debidamente protegido, una parte ha de estar en el extranjero. De esta manera, el Estado no podrá echar mano de él y no tendrás que preocuparte ante una posible crisis económica o bancaria.

Pasamos gran parte de nuestra vida pagando impuestos en beneficio del Estado. Afortunadamente, en la inversión siempre existen opciones para reducir el pago de impuestos, que no son ilegales ni tampoco complicadas de llevar a cabo. Siempre que puedas, intenta reducir el pago de impuestos. Sus efectos son determinantes a largo plazo.

La mayoría de inversores fracasan con sus inversiones porque no saben adónde van ni de dónde vienen. Esto ocurre porque no tienen ningún plan que determine los objetivos de inversión y cómo conseguirlos. Invertir sin plan es estar a merced de todo lo que lees y escuchas en los medios, y esto puede resultar muy peligroso. Con el plan adecuado, tendrás una base para tomar de manera razonada cualquier decisión de inversión.

Tu riqueza o patrimonio carece de valor si no puedes disfrutarlo. De la misma manera que apartas un porcentaje de tus ahorros para invertir, establece otro porcentaje para poder gastarlo en lo que más te apetezca. Así, no te obsesionarás con el ahorro y no tendrás la sensación de estar arruinando tu futuro cada vez que te des un capricho.

En cuestiones financieras, siempre que tengas dudas sobre si tomar una decisión u otra, siempre es mejor decantarse por el lado de la seguridad. Si por elegir la decisión más segura, dejas pasar alguna oportunidad de rentabilizar tu inversión, tranquilo, pronto habrá otra. Pero si pierdes los ahorros de toda una vida, es posible que nunca más tengas la oportunidad de recuperarlos.

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