¿Qué es una división de acciones y para qué sirve?
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Imagine que tiene un billete de 100 $ y alguien le ofrece dos billetes de 50 $ a cambio. ¿Aceptaría la oferta? La pregunta parece no tener sentido, pero sirve para ilustrar lo que sucede con la división de acciones. En este artículo vamos a explicarle en qué consiste la división de acciones, por qué se hace y qué significa para los inversores.

¿Qué es una división de acciones?

Una división de acciones es una acción corporativa que aumenta el número de acciones en circulación de la empresa mediante la división de las mismas, lo que a su vez disminuye su precio. La capitalización bursátil de la acción, sin embargo, sigue siendo la misma, al igual que el valor del billete de 100 $ no cambia si se cambia por dos de 50 $. Por ejemplo, con una división de acciones de 2 por 1, cada accionista recibe una acción adicional por cada acción poseída, pero el valor de cada acción se reduce a la mitad: dos acciones equivalen ahora al valor original de una acción antes de la división.

Digamos que la acción de la empresa A se está negociando a 40 $ y esta tiene 10 millones de acciones emitidas, lo que le da una capitalización de mercado de 400 millones de dólares (40 $ x 10 millones de acciones).

La empresa entonces decide llevar a cabo una división de acciones de 2 por 1. Por cada acción que los accionistas poseen actualmente, estos reciben una acción adicional, depositada directamente en su cuenta de corretaje. Ahora tienen dos acciones por cada una de ellas, pero el precio de las acciones se reduce en un 50%, de 40 $ a 20 $. Tenga en cuenta que la capitalización de mercado de la empresa sigue siendo la misma - ha duplicado la cantidad de acciones a 20 millones - mientras que simultáneamente reduce el precio de las acciones en un 50% a hasta los 20 $, manteniendo la capitalización de 400 millones de dólares. El valor real de la empresa no ha cambiado en absoluto.

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Las divisiones de acciones más comunes son, 2-por-1, 3-por-2 y 3-por-1. Una manera fácil de determinar el precio de la nueva acción es dividir el precio de las acciones anteriores por la relación de división. En el caso de nuestro ejemplo, divida 40 $ por 2 y obtendrá el nuevo precio de 20 $. Si una acción se dividiera con una relación de 3-por-2, haríamos lo mismo: 40/(3/2) = 40/1,5 = 26,6 $.

También es posible hacer el proceso inverso: un 1-por-10 significa que por cada diez acciones que posea, obtendrá una acción. A continuación vamos a ilustrar exactamente lo que sucede con las divisiones más populares en lo que respecta al número de acciones, al precio de las acciones y a la capitalización de mercado de la empresa que lleva a cabo la división.

¿Con qué objetivo se realizan las divisiones de acciones?

La primera razón es meramente psicología. A medida que el precio de una acción se hace cada vez más alto, algunos inversores pueden sentir que el precio es demasiado alto para comprar, o los pequeños inversores pueden pensar que es inasequible. La división de la acción hace que su precio sea más "atractivo". Este efecto es puramente psicológico. El valor real de la acción no cambia, pero un precio más bajo puede afectar a su percepción, y, por lo tanto, atraer a nuevos inversores. La división de la acción también da a los accionistas existentes la sensación de que de repente tienen más acciones que antes, y por supuesto, si los precios suben, tienen más acciones para negociar.

Otra razón, y posiblemente más lógica que la anterior, para dividir una acción es aumentar la liquidez de una empresa, que aumenta con el número de acciones en circulación. Cuando las acciones alcanzan un precio muy alto, la diferencia entre el precio de demanda y oferta puede ser muy alto.

Un ejemplo perfecto es Berkshire Hathaway (NYSE: BRK.A) de Warren Buffett, que nunca ha dividido sus acciones. Su margen de oferta/demanda suele superar los 100 $, y en noviembre de 2013, sus acciones de clase A se negociaban a poco más de 173.000 $ cada una.

Sin embargo, ninguna de estas razones es compatible con la teoría financiera. Cualquier profesor de finanzas le dirá que las divisiones son totalmente irrelevantes, pero las empresas todavía lo hacen. Las divisiones son una buena demostración de cómo las acciones de las empresas y los comportamientos de los inversores no siempre coinciden con la teoría financiera. Este hecho ha dado lugar a la aparición de una nueva área de estudio financiero llamada “finanzas conductuales”.

Beneficios para los inversores

Hay muchas opiniones a favor y en contra sobre si la división de acciones es buena o mala para los inversores. Por un lado está la idea de que una división de acciones es un buen indicador de compra, lo que sugiere que el precio de las acciones de la empresa está aumentando, y por lo tanto, las cosas le van bien.

Esto puede ser cierto, pero por otro lado, una división de acciones simplemente no tiene ningún efecto sobre el valor fundamental de la acción y, por lo tanto, no representa ninguna ventaja real para los inversores.

A pesar de este hecho, los analistas suelen hablar positivamente sobre las divisiones. Incluso existen publicaciones enteras dedicadas al seguimiento de las divisiones de acciones con el fin de sacar beneficios cuando estas se producen. Los críticos afirman que esta estrategia no resiste la prueba del tiempo.

Gastos en comisiones

En el pasado, la compra de acciones antes de la división era una gran estrategia, ya que los brokers cobraban sus comisiones en función del número de acciones adquiridas. Era ventajoso solo porque te ahorraba dinero en comisiones. Sin embargo, esta estrategia ya no es efectiva en la actualidad, ya que la mayoría de brokers cobran la misma comisión independientemente del número de acciones adquiridas.

Algunos brokers online tienen un límite de 2.000 o 5.000 acciones, sin embargo, la mayoría de inversores no compran tantas acciones a la vez.

Conclusión

Recuerde que las divisiones de acciones no tienen ningún efecto sobre la capitalización de mercado de la empresa. Una división de acciones no debe ser el factor decisivo que determine si compra una acción o no. Aunque existen algunas razones psicológicas por las que las empresas dividen sus acciones, este movimiento no afecta a la empresa en sí. A fin de cuentas, dos billetes de 50 $ valen lo mismo que uno de 100 $.

Fuente: Investopedia

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