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El fotógrafo Marius Jovaisa obtuvo permiso del gobierno cubano para tomar unas impresionantes fotografías aéreas del país.

A medida que se empiezan a suavizar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el país caribeño se está volviendo cada más accesible.

Pero en 2010, cuando Marius Jovaisa visitó la isla por primera vez, las cosas estaban todavía bastante tensas. Esto supuso un reto para el fotógrafo aéreo, que tiene un largo historial en fotografiar hermosos lugares desde arriba, y con muchos libros y exposiciones internacionales en su haber.

Jovaisa había llegado a Cuba con un plan para fotografiar los diferentes paisajes de la isla desde el cielo. La tarea resultó bastante complicada.

Después de dos años de pedírselo al gobierno cubano, finalmente se le dio permiso a Jovaisa para fotografiar Cuba desde arriba, y se convirtió en el primer fotógrafo en hacerlo.

Empleó dos años y medio en el proyecto y el posterior libro, «Unseen Cuba», está ahora disponible para su venta. Los fotógrafos inspeccionaron Cuba exhaustivamente desde el cielo, mostrándonos lo variado y bonito que puede ser el país.

Marius Jovaisa tiene una larga carrera en la fotografía aérea. Ha hecho fotos de gran formato de lugares como Cancún, Belice, la Península de Yucatán y su país natal, Lituania.

Provincia de Artemisa

Pero llegar a conseguir fotografiar Cuba desde arriba ha sido hasta el momento su proyecto más desafiante.

Sancti Spiritus

Jovaisa tardó dos años en conseguir la aprobación del gobierno cubano para fotografiar el país desde el aire.

Remedios, Villa Clara

«Volví a Cuba muchas veces, visitando todos los ministerios, instituciones, fundaciones y asociaciones de arte posibles. Organicé seminarios y presentaciones, incluso una enorme exposición de mis fotos de Lituania en una galería de la Habana».

«El proceso fue muy largo, complicado, lento y, a menudo, frustrante», dice Jovaisa. Admite que más de una vez se planteó abandonar.

La Habana

Después de años de «papeleo y burocracia», dice Jovaisa, se le garantizó finalmente el apoyo del Ministerio de Cultura cubano.

Sancti Spiritus

«Creo que el hecho de que yo fuera de Lituania, un antiguo estado de la Unión Soviética, que todavía hablara ruso, que también aprendiera español mientras estuve en Cuba, que fuera muy insistente, que no pidiera ayuda financiera alguna y que ya tuviera dos libros importantes de fotos aéreas, convencieron finalmente al gobierno cubano para que me permitiera realizar mi proyecto», dice.

Guardalavaca, Holguin

Pero el permiso solo supuso la mitad de la batalla. En otros países, dice Jovaisa que simplemente alquilaba un pequeño avión para sus proyectos. En Cuba, no tuvo más remedio que comprar uno inmediatamente.

Pidió uno a Australia y se lo llevaron en barco por mar. Tras su llegada, tuvo que perder más tiempo todavía buscando a un piloto y un mecánico para que se ocuparan del aparato.

Camaguey

Jovaisa utilizó lo que llaman un «ultraligero», que tiene dos asientos y un solo propulsor. Siempre lleva un piloto para poder concentrarse en la fotografía.

Guantánamo

Una vez que todos sus permisos y el equipo estuvieron en orden, Jovaisa pudo finalmente empezar su proyecto en serio.

Villa Clara

Después de dos años de papeleo, Jovaisa pasó otros dos años y medio fotografiando el país.

Santiago de Cuba

«Sobrevolamos meticulosamente toda la isla, desde el punto más occidental, Cabo San Antonio, a la oriental Punta Maisi», dice.

Holguin

Tras haber hecho más de 50.000 fotos en total, Jovaisa dice que intentó «captar todas las zonas geográficas más importantes, todos los tipos de paisajes y paisajes urbanos».

Santiago de Cuba

Jovaisa se encontró con otro obstáculo burocrático cuando trató de sobrevolar La Habana, ver abajo, así como otras ciudades importantes. Al principio, el gobierno no le permitía hacerlo.

La Habana

«Pero cuando el tiempo pasó, convencí a las autoridades para que lo reconsideraran y, finalmente, se me permitió volar por todos los lugares que necesitara», afirma. La insistencia de Jovaisa volvió a dar buenos resultados.

La Habana

Jovaisa solo volaba por la mañana temprano o por la noche tarde, en un esfuerzo por sacar el máximo rendimiento del sol cuando estaba bajo y de las largas sombras.

Ciego de Ávila

«Esto lleva mucho tiempo, pero te permite captar momentos realmente mágicos», explica.

Sancti Spiritus

Aunque dice que no podría elegir un lugar favorito de los que fotografió, Jovaisa afirma que las vistas de Baracoa (ver abajo) están «intensamente grabadas» en sus recuerdos.

Baracoa, Guantánamo

A pesar de todas las complicaciones y frustraciones, Jovaisa dice que «la gente en Cuba es increíblemente sincera, acogedora, cálida y fuerte debido a sus difíciles y pobres condiciones de vida».

Baracoa, Guantánamo

Jovaisa también descubrió lo realmente hermosa que era Cuba. «Tiene una impresionante variedad de paisajes, tanto naturales como artificiales», asegura.

Sancti Spiritus

«Espero que la gente [que vea el trabajo] contemple Cuba como una maravilla de la naturaleza y de la historia humana, y como un lugar totalmente único en el mundo», explica.

Ciego de Ávila

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