Rincones inexplorados del mundo

Buscamos las preguntas y discusiones más interesantes de internet y os contamos lo que creemos que puede ser de vuestro interés. El popular sitio Quora ha hablado de algunos lugares del mundo que son aún desconocidos, pero que son extraordinarios. Os contamos la opinión compartida por la fotógrafa Diana Cretu.

Probablemente no es un hecho muy conocido hasta el momento, debido a su complicada circulación, pero sin duda es un hecho interesante con respecto a un país que muy poca gente podría situar en un mapa (está en algún lugar entre Hawái y Australia).

Tuvalu es un país diminuto. Pero también es un país que un día se hizo rico. ¿El motivo? Una coincidencia fortuita.

Cuando los nombres de los dominios empezaron a distribuirse entre los países a finales de los años ochenta y a principios de los noventa, Tuvalu recibió la predecible abreviatura de .tv. Por supuesto, se convirtió en un nombre de dominio que obviamente querían todos los individuos, entidades o empresas relacionadas con el sector del entretenimiento, sobre todo la televisión, haciendo del dominio .tv uno de los más valorados de los «bienes inmobiliarios» en internet. Que es la razón por la que el país negoció en el 2000 un contrato de alquiler de 50 millones de dólares por su dominio, y en 2011 un periodo de 10 años para tener el dominio controlado por unos cuantos millones de dólares al año.

Estos beneficios adicionales que el país estaba ingresando le permitió llegar a ser independiente económicamente e incluso afrontar los 20.000 dólares por tasas de membresía para ser miembro de las Naciones Unidas, que es la razón por la que finalmente entró en la ONU en el 2000. El dinero también fue a parar a la infraestructura, electricidad, escuelas, etc., que tanto lo necesitaban. Sin embargo, puesto que la economía del país es realmente modesta, Tuvalu todavía depende de la ayuda extranjera.

Otro hecho interesante (y muy desafortunado) es que parece que Tuvalu se va hundiendo lentamente. Bueno, para ser correctos, en realidad se está sumergiendo lentamente debido al aumento del nivel del océano. Su punto más elevado se encuentra alrededor de los 4.5m, y el agua está realmente empezando a borbotear desde el suelo, como una barca que se hunde.

Pero, aunque el país se hunda por completo, el dominio seguirá existiendo. Y parece que el país también seguirá existiendo, aunque no haya territorio. De todas formas, esperemos que esto no ocurra.

Un poco más conocido que Tuvalu, pero aun así un nombre que no aparecería si a la gente se le pidiera nombrar 50 países. Laos se encuentra en el Sudeste Asiático, lo que a menudo nos sugiere exóticos paisajes marinos, pero Laos es una excepción: es el único país de la zona que no tiene litoral. No tiene mar ni océano, pero, definitivamente, no le faltan hermosos paisajes ni lugares interesantes.

Uno de estos lugares interesantes es la Llanura de las Jarras, un campo (la Xieng Khouang plateau) con nada menos que 90 lugares llenos de antiguos monolitos con forma de jarra diseminados.

¿De qué época? Parece que se remontan a hace ya 2.500 años, durante la Edad Hierro.

¿Cuántos? Miles, de diversos tamaños y, aunque varios coleccionistas se han llevado la mayoría de los más pequeños, todavía quedan en el campo unos 2.500. También sorprende el gran número de jarras que queda porque la región fue bombardeada de forma masiva durante las guerras de Indochina; aún están ahí, la mayoría de ellas todavía intactas. A día de hoy, todavía quedan 80 millones de bombas sin explotar en la zona, y solo unos cuantos de estos lugares fueron despejados y marcados con precisión, por eso no es posible visitarlos.

En cuanto al objetivo de estas jarras, parece que se usaban como urnas funerarias o, al menos, estaban bastante relacionadas con rituales de los entierros. Dentro de las jarras se han encontrado dientes y fragmentos de huesos quemados, lo que indica que los fallecidos pudieron haber sido incinerados. Pero también se han encontrado restos humanos enterrados en el suelo, muy cerca de las jarras, lo que sugiere que tal vez el fin de estos monolitos fuera servir como monumentos que indicaran la proximidad de las tumbas en los alrededores, o que posiblemente sirvieran como sepultura del jefe de una familia, mientras que los otros miembros serían enterrados a su alrededor.

Recientemente, ha habido conversaciones para que la UNESCO declare la Llanura de las Jarras Patrimonio de la Humanidad, pero antes de esto, es esencial limpiar las zonas de los peligros de las bombas sin explotar. Mucha gente, incluidos algunos lugareños, está interesada e implicada en este proyecto. Así que, quizás un día no muy lejano, la Llanura de las Jarras se convertirá en una atracción turística segura y próspera.

Níger es un país africano que tiene la mayor parte de su territorio en el desierto del Sáhara. Y una vez tuvo el árbol más aislado del mundo. Era una acacia, llamada localmente L'Arbre du Ténéré, y el único árbol en un radio de más de 400 km.

Su supervivencia en las duras condiciones que ofrece el desierto se debió a sus larguísimas raíces (35 metros) que llegaba a un nivel freático muy por debajo de la superficie.

El árbol lo usaron a menudo como poste de luz los que cogían rutas de caravanas de la zona, y también albergaba algunas supersticiones. Los azalai solían reunirse en torno a él antes de aventurarse en el desierto, y fue un árbol preciado tanto para los lugareños como para las personas que llegaban de lejos, que a menudo visitaban y estudiaban el árbol.

Por desgracia, hasta el árbol más solitario del mundo, aislado en medio del desierto, fue víctima de un conductor ebrio. Y eso es lo que le ocurrió al L'Arbre du Ténéré en 1973, cuando un camionero libio que conducía borracho lo derribó. Después, el árbol se llevó a un museo, y se le reemplazó por un poste de luz de metal que recuerda a un árbol.

No estoy seguro de la correlación, pero Bután es al mismo tiempo el país más feliz de Asia y un país en el que no es difícil ver esto:

De hecho, la mayoría de las casas de las zonas rurales de Bután tienen estas “decoraciones” (que están siempre en posición erecta y, a menudo, eyaculando). En realidad, no solo están en las casas. Las encontrará en las placas de los coches, las encontrará como espantapájaros en los campos, metidas en las bebidas antes de ofrecerlas a los invitados e incluso usadas como objeto para bendecir. Su objetivo principal es mantener apartados a los malos espíritus y la mala suerte.

El origen de estas costumbres centradas en los falos se remonta a hace más de 6 siglos, cuando un lama y poeta llamado Drukpa Kunley se hizo popular por emplear unas formas de enseñar el Budismo muy poco habituales. Sus métodos incluían iluminar a las personas, especialmente a las mujeres, dándoles a menudo bendiciones en forma de sexo. Su pene obtuvo el reconocimiento de contar con el poder de someter a los demonios, recibiendo el nombre de «Rayo de la Ardiente Sabiduría», mientras que Kunley recibía el título de «santo de la fertilidad».

Chimi Lhakhang, el monasterio que se construyó en 1499 en su honor, se halla en una posición relativamente remota, accesible desde un pueblo cercano. Todas las casas que están en el camino que lleva al monasterio se pintaron con símbolos fálicos, que es probablemente la razón por la que se inició esta costumbre. El monasterio está todavía activo, y las mujeres que buscan bendiciones para tener hijos son golpeadas en la cabeza por los monjes con falos de madera o hueso.

Se trata de un país formado por 607 islas, en algún lugar de la parte occidental del Océano Pacífico. Una de estas islas de Micronesia, llamada Yap, tiene un sistema monetario muy poco frecuente.

La foto de arriba muestra algunos de los muchos discos de piedra llamados Rai que existen en la isla. Tienen varios tamaños que van de los 7 cm a los 3,6 m. Se cortaron en pedacitos de caliza y se usan como moneda. Como la mayoría de ellas son demasiado pesadas para que una persona se la entregue a otra, sus propietarios llegan a acuerdos verbales simplemente teniendo conocimiento de la transacción las dos partes.

Cada Rai tiene un valor determinado, que no solo varía según el tamaño de la piedra, sino también según su historia. En realidad, muchas de ellas fueron extraídas en otras islas y después se transportaron a Yap. Cuanto más difícil era transportarlas, más valor tenía la piedra, sobre todo si la gente resultaba herida o muerta en el proceso.

Las piedras sufrieron incluso una especie de inflación después de 1874, cuando un irlandés ayudó a los locales a adquirir más piedras Rai de las islas vecinas. Aunque las nuevas piedras eran más grandes que la mayoría de las antiguas, tenían menos valor debido a la facilidad con que se habían obtenido.

En la actualidad, la principal moneda de Yap es el dólar americano, pero las piedras Rai todavía se usan, sobre todo, para transacciones relacionadas con las tradiciones, como para ceremonias nupciales, pagos por la propiedad de tierras o compensación por daños.

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