En Filipinas, los juegos de azar no son solo una forma de entretenimiento, sino también una manera de honrar a los muertos.
En Filipinas, el juego no solo es un pasatiempo, sino también una forma de honrar a los muertos. Es muy frecuente hacer apuestas, organizar partidas de «mahjong» y montar mesas para jugar a las cartas en los velatorios, que ellos llaman «paglalamay», donde la tradición es velar al muerto durante 24 horas hasta el entierro.
«Es algo que tiene una función, una manera de reunir a los allegados»—Randolf David, profesor de sociología en la Universidad de Filipinas, explica a Reuters. Las empresas dedicadas a organizar estos juegos se van desplazando de un velatorio a otro—comenta David.
En Filipinas, un velatorio puede durar hasta una semana o más, sobre todo si hay muchos parientes que vienen del extranjero para asistir al funeral, y que son parte de esa diáspora de más de 10 millones de personas que se marcharon del país.
El velatorio debe ser una celebración animada, una forma de mantener distraídos a quienes velan al fallecido. Las ganancias obtenidas en las apuestas suelen entregarse a la familia. También es frecuente que la gente cante, que haya música y otro tipo de juegos.