Tener un diario personal le ayudará a estar más centrado en sus objetivos, tener mejores relaciones interpersonales y superar los momentos difíciles. Pero, ¿qué contenido debe incluir en el diario?
Una gran cantidad de estudios muestra que su cerebro ve de forma diferente el hecho de escribir que pensar o hablar. Escribir le obliga a organizar y clarificar sus pensamientos. Aprende mejor cuando escribe algo y es más propenso a acabar lo que empieza. Entonces, ¿qué debería escribir en ese cuaderno?
1. Escriba aquello que anhela
Las personas que dedican tiempo a anticipar experiencias divertidas son más felices. Por eso, al menos una vez a la semana, escríbalas y cuando necesite un estímulo, mire las grandes cosas que le van a suceder.
De The Happiness Advantage (Las Ventajas de la Felicidad) de Shawn Achor:
Un estudio ha constatado que las personas que simplemente pensaban en ver su película favorita experimentaban un aumento de sus niveles de endorfina en un 27%. A menudo, la parte más agradable de una actividad es la anticipación. Si no tiene tiempo ahora para irse de vacaciones, ni para salir una noche con amigos, ponga algo en el calendario. Da lo mismo que sea para dentro de un mes que de un año. Así, cuando necesite un estímulo de felicidad, recuérdeselo.
2. Anote sus progresos
¿Quiere conocer sus puntos fuertes y débiles? Haga previsiones, anótelas y compárelas con los resultados. Esta es una excelente forma de conocer sus habilidades naturales y si está mejorando.
Del gurú de la gestión Pete Drucker:
«La única forma de descubrir sus puntos fuertes es a través de análisis de feedback. Cada vez que tome una decisión clave o una acción clave, anote lo que espera que ocurra. 9 o 12 meses después, compare los resultados reales con sus expectativas… Busque patrones en lo que está viendo: ¿Qué tipo de resultados puede generar con sus capacidades? ¿Qué habilidades necesita mejorar para lograr los resultados que quiere? ¿Qué hábitos no productivos están evitando que consiga los resultados que desea? Al identificar oportunidades para mejorar no pierda el tiempo cultivando habilidades para las que es poco competente. Por el contrario, concéntrese en – y construya – sus puntos fuertes. Tomar notas sobre sus preferencias y experiencias le puede ayudar a transformar su cuaderno en un manual personal. Se conocerá mejor y podrá tomar mejores decisiones si recoge sus sentimientos y expectativas cuando ocurre algo en su vida».
3. Escriba sus objetivos
Es más probable que acabe lo que empieza si son cosas que tiene escritas. Apuntar sus obstáculos y cómo los afronta aumenta los niveles de esperanza, y de éxito. Escribir sobre sus objetivos puede hacerle más feliz e incluso más sano:
Escribir sobre los objetivos de nuestra vida era significativamente menos perturbador que escribir sobre traumas, y estaba asociado con un aumento significativo del bienestar subjetivo. Cinco meses después de escribir, surgió una significativa interacción de manera tal que escribir sobre traumas, de su mejor yo posible, o de ambos estaba relacionado con una disminución en las enfermedades comparadas con el grupo de control. Todo el mundo sabe que debería anotar sus objetivos y todo el mundo tiene objetivos, pero nadie lo hace. ¿Por qué? Se los toman demasiado en serio y tienen miedo. No se preocupe. Basta con anotarlos. Los objetivos pueden cambiar, pero mientras tanto, pueden ayudarle a tomar decisiones cuando esté indeciso.
4. Escriba sus ideas
Muchos de los grandes genios han tenido un diario. ¿Por qué? Sus ideas raramente, o nunca, explotaban con un gran ¡EUREKA! Se desarrollaron con el tiempo y esta evolución tuvo que apuntarse y adaptarse.
A través de Zig Zag: The Surprising Path to Greater Creativity:
La creatividad empezó con esbozos y anotaciones en cuadernos y solo más tarde resultó en una idea pura y poderosa. La característica que todos estos creativos compartían – ya fuesen pintores, actores o científicos – era la frecuencia con la que ponían sus primeros pensamientos y sus presentimientos en el mundo, en esbozos, frases y observaciones escritas de prisa, trozos de diálogos y rápidos prototipos. En vez de llegar con un salto de gigante, las grandes creaciones llegaban en zig-zag a medida que sus creadores se envolvían una y otra vez con estas imágenes exteriorizadas.
¿Ha tenido alguna idea? ¿Una buena idea? ¿Una idea mediocre? No importa. Escríbala. Muchas veces, esas ideas mediocres llegan a ser buenas con trabajo.
5. Escriba sus ansiedades
Los estudios demuestran que escribir sobre sus preocupaciones puede tranquilizarlo e incluso aumentar su rendimiento. ¿Los proyectos del trabajo siguen preocupándole después de salir de la oficina? Escriba un plan sobre cómo manejarlos antes de marcharse. Los estudios muestran que hablar con alguien después de un hecho traumático no ayuda. Pero escribir sobre ello, sí. Designar un momento para preocuparse puede ser realmente una gran estrategia, aunque parezca gracioso. Y apuntar las preocupaciones para dejarlas descansar.
6. Escribir sobre sus relaciones
Escribir sobre sus relaciones las mejora. Escribir sobre experiencias emocionales está relacionado con un montón de resultados positivos. Este estudio extendió el paradigma de la escritura expresiva al reino de las relaciones románticas para examinar los efectos sociales de la escritura. Durante 3 días consecutivos, una persona de cada 86 parejas de enamorados, cualquiera de los dos, escribió sobre sus pensamientos y sentimientos más íntimos sobre la relación o escribió sobre sus actividades diarias. En los días anteriores y posteriores a los escritos, se recogieron mensajes instantáneos de las parejas. Los participantes que escribieron sobre su relación estaban bastante más dispuestos a seguir con su pareja 3 meses después.
7. Apunte las cosas buenas que le sucedan
Las personas que me leen desde hace tiempo me han oído insistir en este punto un millón de veces. (Lo que me hace pensar: ¿realmente lo han intentado alguna vez?) El profesor Martin Seligman de la Universidad de Pennsylvania, que fue quien creó la técnica, se refiere a ella como las 3 bendiciones. Se ha enseñado una y otra vez a ayudar a que la gente mejore sus perspectivas. Seligman lo explica en su libro Flourish: A Visionary New Understanding of Happiness and Well-being:
Todas las noches de la próxima semana, reserve diez minutos antes de irse a dormir. Escriba tres cosas que hayan ido bien ese día y la razón por la que han ido bien. Puede usar un diario o un ordenador para escribir sobre los hechos, pero es importante que tenga un registro físico de lo que ha escrito. Las tres cosas no tienen por qué ser extraordinarias («Mi marido ha comprado mi helado favorito para el postre cuando volvía a casa hoy»), pero pueden ser importantes («Mi hermana acaba de dar a luz a un bebé sano»).
Junto a cada hecho positivo, responda a esta pregunta: ¿Por qué ha ocurrido?
Inténtelo. Solo se tarda un minuto cada noche.
8. Escriba su historia
Reinterpretar los eventos de su vida en una historia, desde una nueva perspectiva, no solo puede cambiar su forma de ver la vida, sino cambiar su forma de comportarse a partir de ahora. Timothy Wilson, autor de Redirect: The Surprising New Science of Psychological Change, habla de la forma en que el proceso de «edición de historia» puede ayudarnos a mejorar nuestras vidas:
Yo llamo primera «inducción de historia» al hecho de que las personas reciben información que las induce a cambiar la forma de verse a sí mismas y las causas de su comportamiento. Un ejemplo es un estudio que hice con estudiantes universitarios hace muchos años (Journal of Personality and Social Psychology, 1982). Los participantes eran estudiantes de primer curso que no iban bien en el terreno académico. Como parte de lo que pensaban que era una encuesta, leyeron información que sugería que muchos estudiantes universitarios no van bien al principio pero mejoran con el tiempo. También mostramos que los estudiantes grabaron en vídeo entrevistas a estudiantes de cursos inferiores y superiores que reforzaron este mensaje. En otras palabras, inducimos a los alumnos a reinterpretar sus problemas académicos a partir de la creencia de que no podían dejar la universidad en la medida en que simplemente necesitaban pillarle el truco. Los estudiantes que recibieron este empujoncito – comparados con un grupo de control que no lo hicieron – obtuvieron mejores notas al año siguiente y se mostraron menos propensos a dejar los estudios. Es el momento de conseguir un cuaderno.