Buscamos los temas y discusiones más interesantes de Internet, y compartimos con vosotros los mejores. ¿Cómo mantener su productividad durante todo el día cada día de tu vida? Esta es la pregunta que ha hecho uno de los usuarios del popular sitio Quora. Esto es lo que le contestó Pedram Keyani, director de ingeniería de Uber.
Un día productivo comienza normalmente entendiendo los objetivos importantes a los que te enfrentas y los obstáculos que te encontrarás en el camino. Esto no ocurre un día en concreto, sino en realidad son días, semanas y meses que llevas haciendo bien una serie de cosas.
1. Desglosa las metas
¿A qué objetivos importantes te enfrentas? Suena sencillo, pero no siempre es fácil identificar las metas con claridad. Una vez que tengas 3 o 4 objetivos, necesitas desglosarlos en subobjetivos, tareas y proyectos que entonces se secuencian.
2. Conoce tus prioridades
A medida que pasa el tiempo, aumentan las prioridades para tus tareas y proyectos. Deberías tener una lista de cosas que son importantes y urgentes (fuegos) y cosas que son importantes y no urgentes. Idealmente no hay que tener muchos fuegos (a pesar de que siempre aparecen) para que puedas distribuir tu tiempo para reducir los fuegos que avanzan. Mi meta es ser tan bueno en esto que puedo pasar la mayoría de mi tiempo siendo proactivo y menos tiempo siendo reactivo.
3. Identifica aquello que te bloquea
Cualquier objetivo va a estar asociado a ciertos retos. Si no, sería trivial y no valdría la pena establecer un objetivo. Escribir aquellos elementos que te bloquean hace que esos problemas confusos que causan estrés se conviertan en retos que puedes sopesar.
4. Elabora listas
La noche anterior elabora una lista de las cosas que tienes que conseguir. Al final del día, mira cuánto has conseguido y observa las cosas que la noche anterior parecían importantes pero que hoy no lo han sido. Utiliza este proceso para ver lo bien que planificas, priorizas y redefines ese proceso con el paso del tiempo.
5. Haz menos cosas bien
Es fácil llegar a un estado en el que haces muchas cosas pero te da la sensación de que no estás haciendo nada bien. A menudo esto produce más trabajo y es una trampa común. A veces cometo el error de sentirme orgulloso de mí mismo por la cantidad de cosas que soy capaz de controlar y que puedo hacer al mismo tiempo. No confundas movilidad con movimiento.
6. Afronta tus distracciones
Observa con detenimiento aquello que te hace que te distraigas y desarrolla un mecanismo para lidiarlo. Estas distracciones pueden ser compañeros que hablan alto, un lugar de trabajo desordenado, gente que pasa, etc. A veces me olvido de comer y cuando se me baja el nivel de azúcar, me desconcentro y necesito mucho tiempo para poder realizar tareas básicas. A veces soy capaz de verme a mí mismo en ese estado, entonces me levanto y voy a por un tentempié. Lo mejor es no coger un dulce o algo pesado, porque hará que te exaltes pero que luego te entre un buen bajón, aunque a veces todos necesitamos un alimento reconfortante.
Básicamente se reduce a saber qué estás intentando conseguir, en qué orden necesitas que se hagan las cosas y comprometerte a hacer el trabajo. Identifica y elimina las barreras que hacen que no avances. Estos son todos los pasos básicos pero se tarda cierto tiempo en ajustarlos para obtener fantásticos resultados.