Que China es muy buena produciendo mercancías falsificadas está sobradamente documentado, pero el país se ha superado a sí mismo al copiar pueblos o ciudades de otras partes del mundo.
China tiene su propio París, Nueva York, Italia y Suecia. A continuación se indican 11 ciudades que China ha copiado del resto del mundo.
Ubicado cerca de la ciudad portuaria de Tianjin se encuentra Florentia Village, un centro comercial con tiendas de descuento que cuenta con un elaborado diseño y cuyo fin es parecerse a un pueblo italiano. En él podrá encontrar fuentes, canales, mosaicos y, además, tiendas «locales» como las de Gucci y Prada. Construido por un italiano, uno parece estar verdaderamente en Italia.
A unas cuantas horas de Shanghái, se puede visitar Tianducheng, una especie de París que incluye una réplica de casi 110 metros de altura de la torre Eiffel. No obstante, a pesar de estar rodeada de una zona residencial diseñada para que vivan 10.000 personas, esta imitación de ciudad está prácticamente vacía.
En medio de la provincia china de Guangdong se asienta una copia idéntica de Hallstatt, una histórica villa de los Alpes austriacos. China se gastó 940 millones de dólares en copiar por completo esta encantadora localidad declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Al otro lado del río, frente a Hong Kong, se encuentra «Overseas Chinese Town East (OCT)», una especie de parque temático sobre turismo ecológico que incluye un lago artificial y todo un distrito que es una copia de la comuna suiza de Interlaken. El distrito de Interlaken posee un centro turístico de cinco estrellas con spa, campo de golf y un tren de vapor, así como una imitación del Kapellbrücke, el puente de madera cubierto que hay en Lucerna.
En el corazón de Pekín está la calle Tonghui Town International Bar, cuyo diseño imita a la pintoresca ciudad suiza de Interlaken, con influencias bávaras y alpinas, y cuyo fin era albergar decenas de bares y restaurantes y convertirse en el nuevo lugar de moda donde reunirse después de trabajar. Pero no consiguió su objetivo y hoy esta calle está desierta.
La antigua villa pescadora de Tianjin fue arrasada para dejar espacio donde construir una mini-Manhattan, cuyos promotores esperaban convertir en el centro financiero del mundo. Estaba destinada a albergar una sede de la Escuela Juilliard y réplicas del Rockefeller Center y del Lincoln Center. Se esperaba terminarla en 2019; sin embargo, se ha detenido la construcción y hoy es una ciudad fantasma.
Sus calles adoquinadas, casas victorianas y pubs en las esquinas hacen de Thames Town, en el distrito de Songjiang, cerca de Shanghái, un lugar sumamente inglés. Algunos de sus edificios son réplicas exactas de los que se encuentran en Inglaterra. Esta, al igual que otras poblaciones de esta lista, forma parte del proyecto residencial 1 ciudad— 9 pueblos, cuyo fin era el de atraer a la gente fuera de la superpoblada Shanghái y vivir sus fantasías europeas en uno de los nueve pueblos de inspiración europea.
En vez de construir algún pueblo germano de cuentos de hadas lleno de castillos, los arquitectos alemanes contratados para construir el pueblo de Anting German Town, en las afueras de Shanghái, decidieron ser prácticos y recrear una ciudad alemana moderna en China. Esta ciudad, cuyo objetivo era albergar a casi 50.000 personas, se encuentra vacía en su mayor parte; supuestamente, solo uno de cada cinco apartamentos está ocupado.
También conocida como los países bajos de Pudong, el pueblo de Holland Town es una imitación realizada a base de estereotipos holandeses extraídos de Ámsterdam y del barrio de Kattenbroek en Amersfoort, con sus canales y molinos de viento. Algunos edificios son copias exactas de los que se pueden ver en los Países Bajos, como el Museo marítimo de los Países Bajos y la tienda Bijenkorf de Ámsterdam.
Suecia fue también objeto de imitación en el excesivamente ambicioso proyecto residencial 1 ciudad - 9 pueblos. Ubicado a las afueras de Shanghái, el pueblo North Europe Town se construyó para parecerse a la población sueca de Sigtuna, y posee influencias escandinavas, como una réplica del lago sueco de Malaren y el edificio del parlamento de Islandia. Hoy, es una ciudad fantasma.
Los arquitectos italianos de Breeza Citta, en Pujiang, también ubicado a las afueras de Shanghái, crearon un pueblo cuyo fin era parecerse a una ciudad italiana moderna. Sin embargo, el resultado fue una especie de área yerma, ocupada sobre todo con bloques de apartamentos y unos pocos pintorescos canales y espacios verdes.
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