9 pasos para ahorrar

Algunos eficaces principios que pueden ayudarle a ahorrar dinero.

Una joven pareja de Boston, que se hace llamar Frugalwoods, ha conseguido ahorrar hasta un 71% de sus ingresos en cuatro años para reunir dinero y mudarse. Aquí contamos sus consejos para gastar menos y ahorrar más.

Conviértase en su propio chef, manitas, barbero, quitanieves o limpiacoches.

«La mayoría de las cosas por las que la gente paga a otros para que se las hagan, las hacemos nosotros mismos»—comenta la señora Frugalwoods.

¿Que no sabe cómo arreglar una puerta rota o cortar el cabello de su esposa? Consulte Internet y pruebe a hacerlo. «En verdad se trata de un ciclo divertido, aprender una nueva habilidad y disfrutar de una experiencia»—nos dice.

La señora Frugalwoods nos dice:

«Hemos creado sustitutos de todas las actividades por las que solíamos pagar».

Rompa la tarjeta de socio del gimnasio y prepárese un plan de entrenamiento en casa. Cancele su suscripción a las películas que ofrece Netflix y tome películas prestadas de la biblioteca o mire las de la cadena PBS. Deje de comer en restaurantes y mejore sus habilidades culinarias. Busque eventos que sean gratis en lugar de pagar por las actividades de entretenimiento. «Se ha convertido en una especie de juego para nosotros y la verdad es que disfrutamos mucho con el reto que supone»—nos cuenta.

Dé paseos por el vecindario; haga senderismo por las montañas; váyase de acampada, cocine; lea; escriba; únase a una organización de voluntariado; cante en un coro; funde un club de lectura; acuda a ver casas en jornadas de puertas abiertas; vaya a museos gratis.

Vea si puede pasar seis meses o un año sin comprar algo, como ropa. Este ejercicio de fuerza de voluntad no solo le permitirá ahorrar dinero, sino que además le hará pensarse dos veces las cosas prescindibles en las que se gasta dinero y lo que en verdad necesita para ser feliz. Tras terminar la prohibición anual de compras que se impuso, la señora Frugalwoods decidió continuarla un poco más, incluso estando embarazada.

Mire en el sitio web Craigslist, en mercadillos y hasta en la cuneta de la carretera para buscar artículos de segunda mano. Aprenda a restaurar muebles usados y adaptarlos a sus necesidades. Cuénteles a sus amigos el tipo de vida ahorrativa que lleva de forma que cuando tengan que deshacerse de algo, se acuerden de usted. Compruebe si existe un grupo del tipo Nada de compras en su vecindario o funde uno usted mismo.

Párese a pensar las compras antes de sacar la tarjeta de crédito. Pregúntese si la necesita de verdad o si en otro sitio podría encontrarla más barata. Esto le hará ser consciente de sus gastos. «Decidimos juntos cada una de nuestras compras»—comenta la señora Frugalwoods.

Por ejemplo, si la pareja quiere comprar desodorante, ahorra 10 céntimos en el desayuno de todas las mañanas consumiendo copos de avena, y así consigue el dinero necesario.

Cuando no se investiga con antelación una compra, uno se desespera y termina gastando más dinero de la cuenta en ella. Así que planee las compras con antelación. Por ejemplo, los Frugalwoods llenan la nevera y tienen comidas preparadas para así no verse tentados a salir a comer fuera. Empezaron a recoger ropa y artículos para el bebé antes de que la señora Frugalwoods se quedara embarazada. Visitaron cientos de casas en jornadas de puertas abiertas antes de comprar la suya propia, así estuvieron seguros de lo que buscaban (y además les resultó muy divertido). Antes de una reciente excursión de fin de semana a Salem, en el estado de Massachusetts, buscaron antes zonas de aparcamiento gratis y hasta se llevaron sobras de comida de la oficina para tomarla luego en un almuerzo tipo picnic.

Si sus amigos acostumbran a gastar dinero en cenar en restaurantes, conciertos y vacaciones, usted probablemente se verá obligado a hacer lo mismo, sino le harán sentir como el «bicho raro» del grupo. Al relacionarse con gente con la misma actitud hacia el dinero, podrá socializar sin necesidad de vaciar su cuenta corriente. Por ejemplo, los Frugalwoods a menudo organizan cenas en las que cada invitado trae una comida.

Cuando compra muebles usados en el sitio web Craigslist o ropa del mercadillo del barrio, y cuando conduce un Honda Odyssey de 19 años de antigüedad, tendrá que aceptar el hecho de vivir con algunas imperfecciones. Intente aprender a aceptarlo.