Los principios que muchas personas siguen erróneamente y que debe evitar.
Con más de 25 millones de copias vendidas en todo el mundo y traducido a más de 40 lenguas, Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva es uno de los libros de autoayuda más vendido de todos los tiempos. En este libro, el autor Stephen R. Covey ignora las manías de la psicología y ofrece siete principios comprobados sobre justicia, integridad, honestidad y dignidad humana.
Este libro ha cambiado la vida personal y profesional de millones de personas, entre las que se incluyen el director ejecutivo de Zappos Tony Hsieh, el autor Seth Godin y la fundadora del Huffington Post Arianna Huffington.
Aunque las filosofías descritas por Covey han sin duda ayudado a millones de lectores, aún existen personas que caen en las trampas que se abordan en el libro. Para la gente con éxito, trabajar con personas que no siguen estos siete hábitos puede ser agobiante, frustrante o simplemente irritante. Considere estos hábitos como la antítesis de los siete hábitos y aprenda a evitarlos a toda costa.
1. Ser reactivo
A las personas con éxito les repele el comportamiento reactivo, como puede ser el preocuparse demasiado sobre las condiciones que no se pueden controlar o el lenguaje negativo del tipo «No puedo». Sea en momentos de felicidad, tristeza, determinación o ambivalencia, todos esos momentos o situaciones le dan la oportunidad de elegir una respuesta.
El primer hábito del libro es «ser proactivo». Esto significa que usted manda, es el creador. Cuando actúa como si no fuese el responsable de su vida, culpa a fuentes externas como sus padres, su jefe o incluso el tiempo.
En vez de reaccionar a las cosas de la vida, centre su tiempo y energía en algo que pueda controlar: usted mismo.
2. Perder de vista sus objetivos finales
Cuando las personas pierden de vista sus objetivos finales, consiguen éxitos que están vacíos o victorias que se logran a costa de cosas que eran mucho más importantes para ellas. A estas personas les falta imaginación para ver el futuro y la capacidad para que su visión se vuelva una realidad. Son personas sin rumbo, insatisfechas y desconectadas.
El segundo hábito de Covey es enseñar a las personas a «comenzar proyectos con un fin en mente». Primero tiene que imaginarse lo que aún no consigue ver. Así después puede hacer que otras personas y circunstancias se adapten a usted mismo y a su vida. Cuando comienza un proyecto con un fin en mente, usted se vuelve el dueño de su propio destino y consigue controlar la dirección que desea seguir y garantizar el futuro que quiere.
3. Compromiso exagerado
La vida se vuelve desequilibrada cuando trata de abarcar demasiado y hacer todo lo que le surge. Por muy buenas intenciones que tenga, decir sí a todo hace que no se centre en sus prioridades y resta valor a los aspectos más importantes de su vida.
La tercera regla de Covey para las personas con éxito es que «hay que poner las cosas importantes en primer lugar». Las personas que son muy exitosas saben organizarse y gestionar el tiempo y los acontecimientos, y se reservan el derecho de decir no a los demás y sí a sus prioridades, tanto personales como profesionales. Esta forma de abordar las cosas les permite tener una vida más equilibrada y centrarse en lo que más les interesa.
4. Pensar en lo que se gana y se pierde
Si vive la vida como una situación en la que se gana o se pierde, hace que su valor se base en la comparación o en la competición. Da la impresión que le falta carácter y ve la vida como un juego de suma cero. Todo lo que le interesa es conseguir la mayor porción del pastel, sin importarle el precio que tenga que pagar.
Si sigue el cuarto hábito de «pensar en la vida como una situación en la que siempre se gana», esta se vuelve un lugar de cooperación en vez de competición. Las personas de mucho éxito se vuelven valientes, atentas, empáticas y seguras de sí mismas. Su mente y corazón están siempre buscando el beneficio mutuo y por eso para ellas los acuerdos y soluciones son mucho más satisfactorios. En otras palabras, para ellas todos consiguen probar el pastel y disfrutarlo.
5. Hablar por encima de los demás
Cuando habla e intenta mostrar su punto de vista sin escuchar a los demás, acaba ignorando a otra gente y filtra todo lo que escucha a través de su propio marco de referencia. No tiene que sentirse mal si ha desarrollado este hábito, ya que es muy difícil escuchar a los demás sin pensar de forma anticipada en una respuesta.
Ya que la comunicación es una de las competencias más importantes de la vida, es necesario que las personas aprendan a escuchar de forma activa y decidan de forma anticipada lo que otras personas están intentando decir antes de que hayan terminado de hablar. Al seguir este quinto hábito dejará de juzgar a los demás, de dar consejos que no le pidieron y de analizar al detalle los motivos y comportamientos de los demás. Comenzará a construir relaciones y a desarrollar un nivel de confianza más elevado en los demás.
6. Actuar solo
Dos mentes piensan mejor que una sola, y la gente que sigue a Covey canaliza la sinergia de forma colectiva. Este constituye el sexto hábito. Cuando están con personas que prefieren trabajar solas, se sienten inhibidas y aisladas. Es mucho menos probable que las personas descubran cosas por sí mismas. El ánimo y la aceptación de distintos puntos de vista permite a la gente expandir sus horizontes.
La sinergia lleva al trabajo en equipo, apertura de espíritu y progreso. Cuando las personas se muestran receptivas a la influencia de otros, ganan nuevas percepciones y mejoran su creatividad. El todo es mayor que la suma de las partes. Con la sinergia, todo es posible.
7. Trabajar mucho y no de forma inteligente
Cuando se mata a trabajar su cuerpo se vuelve débil, sus pensamientos se vuelven mecánicos e insensibles y sus acciones egoístas. Nadie quiere trabajar con este tipo de personas, sobre todo los que siguen los hábitos de Covey.
El último hábito, «afilar la sierra», significa preservar y reforzar su mayor fortaleza: usted mismo. Para tener una vida equilibrada es importante nutrir las áreas más importantes de su vida: física, social/emocional, mental y espiritual.
Si quiere desarrollar su vida personal o profesional, debe «afilar la sierra» constantemente, es decir, mejorar su conocimiento y desarrollar sus competencias. Al hacer esto se mantendrá estimulado y seguirá creciendo y perfeccionando los otros seis hábitos.
Recuerde: todos los días presentan una nueva oportunidad para recargar las pilas y tener una vida más gratificante.