Es posible que asuma que tener un coeficiente intelectual increíblemente alto implicaría tener un montón de privilegios. Por ejemplo, no tendría que estudiar tanto para los exámenes. Todo esto puede ser cierto, pero también encontramos significativos inconvenientes en el hecho de ser extremadamente inteligente. Hemos buscado el hilo de Quora, «¿Cuándo se convierte la inteligencia en una maldición?» y hemos elegido las respuestas más reveladoras. Lea y conozca lo que realmente molesta a las personas super-inteligentes.
1. A menudo, piensas en lugar de sentir
El usuario de Quora Marcus Geduld dice que, por lo general, entiende sus emociones bastante bien y puede hablar de ellas a otras personas, pero nunca experimenta el alivio de expresarlas.
«Este problema es común en las personas inteligentes, sobre todo, en las que son especialmente elocuentes. Usan las palabras como una cortina de humo y esto resulta todavía más efectivo cuando sus palabras son ciertas. Las personas menos elocuentes tienden a desahogarse por medio de su parte física. Gritan, golpean, dan patadas, corren, chillan, sollozan, bailan, saltan de alegría… Me explico. Y cuando he acabado la explicación, todo lo que he explicado sigue atascado dentro de mí, solo que ahora está etiquetado».
2. Es posible que no entiendas el valor del trabajo duro
Un gran número de usuarios de Quora han mencionado que las personas inteligentes piensan que se las pueden arreglar con menos esfuerzo que otras. Pero un coeficiente de inteligencia elevado no siempre conduce al éxito y es posible que las personas altamente inteligentes nunca desarrollen la perseverancia que se necesita para triunfar.
Según Kent Fung, «La inteligencia se convierte en un problema cuando quienes la tienen descubren a una edad muy temprana que no necesitan trabajar mucho para mantener el nivel, y por eso nunca desarrollan una buena y fuerte ética laboral».
Cuando son especialmente inteligentes, las personas asumen que van a bordar los exámenes y las entrevistas laborales, e incluso a resolver problemas de relaciones personales.
3. Con frecuencia, la gente espera que obtengas los mejores resultados
«Automáticamente, se espera que seas el mejor en todo», escribe Roshna Nazir. «No tienes a nadie con quien hablar de tus debilidades e inseguridades».
¿Otra consecuencia desafortunada de estas expectativas poco realistas? Te aterroriza pensar qué ocurriría si no estuvieras a la altura de las circunstancias.
«Esto te hace ser tan cauto con tus fallos que, a veces, no te puedes permitir arriesgarte por miedo a lo que ocurriría si perdieras» señala Saurabh Mehta.
Las personas inteligentes suelen pensar las cosas demasiado
4. La gente se puede enfadar si estás todo el tiempo corrigiéndola en conversaciones informales
Cuando sabes que alguien acaba de decir algo totalmente equivocado, es difícil reprimir las ganas de aclararlo.
Pero llegas a ser extremadamente sensible al hecho de que otras personas se puedan sentir avergonzadas u ofendidas por tus acciones o corres el riesgo de perder a algunos amigos.
Ser inteligente es una lata, dice Raxit Karramreddy, «cuando corriges a la gente una y otra vez hasta el punto de que dejan de estar contigo o de hablarte».
5. Sueles pensar las cosas demasiado
La gente pasa demasiado tiempo observando y analizando.
En primer lugar, puedes resultar sensiblero cuando tratas de averiguar el significado existencial de cada concepto y experiencia. «Te das cuenta de lo poco efectivo que es todo y de que, en realidad, nada tiene significado». Buscas respuestas y te vuelves loco», escribe Akash Ladha.
Desde un punto de vista más práctico, te puede resultar imposible decidirte por algo. Escribe Tirthankar Chakraborty: «La comprensión de las posibles ramificaciones de tus decisiones, sobre todo la tendencia a analizar de forma excesiva estas consecuencias, actúa de forma que no llegas a tomar una decisión».
6. A menudo, la gente piensa que eres un fanfarrón
A veces, la gente asume que cuando, en realidad, estás deseando compartir algo que has aprendido, solo estás presumiendo de tus conocimientos.
Es frustrante, dice Bill Vanyo, «cuando la gente dice cosas como, 'Se cree muy listo' o 'Cree que lo sabe todo', cuando solo estabas tratando de ayudar y no presumías de nada».
7. Comprendes lo mucho que te queda por aprender
A menudo, ser super-inteligente implica apreciar los límites de tu propio conocimiento. Por mucho que lo intentes, nunca podrás aprender o entenderlo todo.
Escribe Mike Farkas: «La inteligencia es una maldición cuando… cuanto más sabes, mayor es tu sensación de que sabes menos».