8 lecciones del hombre más feliz del mundo
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Matthieu Ricard es el brazo derecho del Dalai Lama, autor de un best-seller, tiene un doctorado en biología y es ponente en conferencias TED. A menudo lo llaman «el hombre más feliz del mundo», y aquí explica cómo encontrar la paz y la satisfacción a través del entrenamiento de la mente.

A continuación sus ocho lecciones sobre cómo vivir una vida feliz:

1. La felicidad es como cualquier otra habilidad, y necesita ser desarrollada

La felicidad es una habilidad, el equilibrio emocional es una habilidad, la compasión y el altruismo son habilidades, y al igual que cualquier habilidad necesitan ser desarrolladas. De eso trata la educación.

2. Mire hacia el interior para encontrar la felicidad

La felicidad es un estado de plenitud interior, no la satisfacción de los inagotables deseos de cosas externas.

3. Eduque tu propia mente en lugar de centrarte en la belleza externa

Hacemos todo tipo de cosas para seguir siendo bellos pero pasamos muy poco tiempo cuidando de lo que más importa: la forma en la que funciona nuestra mente.

4. Utilice sus circunstancias para alcanzar la felicidad

A diferencia del placer, la felicidad verdadera puede verse influida por las circunstancias, pero no depende de ellas. En realidad, esta nos da los recursos internos necesarios para afrontar mejor esas circunstancias.

5. No guarde la felicidad para sí mismo

La búsqueda de la felicidad egoísta está condenada al fracaso. Es una situación en la que nos volvemos miserables y creamos a nuestro alrededor.

6. No deje que sus sentidos definan su felicidad

La felicidad no se puede reducir a unas cuantas sensaciones agradables. Más bien, es una forma de ser y de experimentar el mundo – una profunda realización que impregna cada momento y perdura a pesar de los contratiempos inevitables.

7. Estar en el momento presente para ser feliz

Hay una gran virtud en descansar de vez en cuando en pura conciencia del momento presente, y ser capaz de referirse a este estado cuando las emociones aflictivas surgen de manera que no nos identificamos con ellas y no nos dejamos seducir por las mismas.

8. Medite sobre la felicidad

No es difícil empezar. Tan solo tiene que sentarse de vez en cuando, girarse hacia su mente interior y dejar que sus pensamientos se calmen. Enfoque su atención en un objeto en particular. Puede ser un objeto de su habitación, la respiración, o su propia mente. Inevitablemente, su empezará a vagar mientras lo haga. Cada vez que lo haga, tráela suavemente de vuelta hacia objeto de concentración, como una mariposa que vuelve una y otra vez hacia una flor.

Fuente: Medium

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