El secreto de unas buenas vacaciones
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Danah Boyd, investigadora de Microsoft y estudioso del Centro Berkman para Internet y la Sociedad de la Universidad de Harvard, explora el impacto de los medios sociales en los jóvenes. Ha hablado acerca de cómo evitar el gran estrés que espera en el trabajo después de unas vacaciones.

¿Has vuelto de las vacaciones más estresado de lo que te fuiste? ¿Será la razón que al volver a casa tenías 10.000 mensajes de correo electrónico que consiguieron trasladarte una alta dosis de ansiedad aunque sea por texto (con varios signos de exclamación para añadir más presión)? Las vacaciones deben ser para desconectar de la sinrazón, no para continuarla.

Hace años observé que cuando me iba de vacaciones necesitaba realmente desconectar. No quería tener ataduras de e-mails ni de otros medios sociales. Quería desaparecer. Pero también quería volver sin la avalancha de mensajes de la que me llevaría semanas asomar la cabeza. De manera que comencé a instituir los tiempos sabáticos de e-mails. La idea es sencilla: desconecta el correo electrónico. Instala un filtro y envía todos los mensajes a /dev/null (a.k.a. la Papelera). Envía un mensaje de rebote que le diga a la gente que su mensaje no ha sido recibido y que deben reenviarlo después de X días o enviarte el contenido mediante correo ordinario.

Por supuesto, si cierras tu correo sin ningún aviso, seguro que vas a tocar las narices a tus amigos, familia, colegas y clientes. Así que aquí hay algunas pistas para tomarte un tiempo sabático de e-mails con éxito:

Paso 1: programa tus vacaciones

Unas vacaciones no son un fin de semana largo. Necesitas tiempo para desestresarte. Prográmate una buena temporada. Te recomiendo por lo menos dos semanas para que puedas relajarte de verdad. De todas formas pasarás la primera semana todavía conmocionado por estar alejado del ordenador.

Paso 2: Comunícate con los colegas

Mucho antes de que te vayas de vacaciones, informa a la gente de que vas a estar ausente de tal a tal día. Yo informo a mis colaboradores con meses de antelación para asegurarme de que estamos compaginados y de que tienen todo lo que necesitan.

Paso 3: Gestiona las expectativas

Habla con todo el mundo que dependa de ti. Programa una reunión antes de irte y otra para cuando vuelvas. Poneos de acuerdo en lo que hay que hacer y crea un plan de contingencias para los asuntos que puedan surgir cuando no estés disponible.

Paso 4: Crea un plan B para emergencias

Localiza a alguien que esté dispuesto a servir de parachoques y que puedas controlar cada 3 días aproximadamente, con quien la gente tenga miedo de contactar si no es por una emergencia. Yo recurro a mi madre para estas cosas. Los colegas se sienten raros al llamar a tu madre, pero lo hacen si es muy urgente. Es una buena red de seguridad si crees que no puedes estar fuera de combate por mucho tiempo.

Paso 5: Envía una nota de aviso al final

Una semana o dos antes de irte, envía una nota a todo el mundo recordándoles que estás a punto de marcharte por si necesitan algo de ti. Y después activa tu mensaje de ausente de la oficina para avisar a la gente de que vas a desaparecer por completo. De esa forma lo tienes todo controlado.

Paso 6: ¡Haz desaparecer tus e-mails!

Soy un friki de la informática. Mi archivo procmail es grotesco, pero no tienes que ser un friki de la informática para enviar tu correo al agujero negro. Añade un mensaje de ausencia / autorespuesta que atraerá la atención de la gente y les informará de tu ausencia, y de que su mensaje nunca será recibido. Después filtra todos tus e-mails como harías si fueran spam. Usa tu programa de correo electrónico favorito para mandarlo todo a la Papelera. ¡Hasta nunca!

Paso 7: Desaparece

De verdad. En serio, vete de vacaciones. Lo necesitas. No hay nada como unas vacaciones para rejuvenecer y hacerte sentir mejor en el trabajo. Si vuelves renovado, tendrás mejores ideas y estarás en plenas facultades. No se trata de un truco para venderte un manual de autoayuda. Es una lógica básica. Todos estamos saturados de trabajo y al límite, y cuando estamos estresados no funcionamos bien. Aprovecha tus días de vacaciones. Aprovéchalos bien. Diviértete. Y no trabajes cuando estés de vacaciones. Es contraproducente.

Paso 8: Regreso

Accede a la gente que más depende de ti para controlarla. Asegúrate de que lo organizas todo para que tengan lo necesario. Sé atento, servicial y emplea la calma que te han restaurado tus vacaciones.

La comunicación es la clave de un tiempo sabático de e-mails. Desaparecer sin estar debidamente seguro de que todo el mundo tiene lo necesario es una irresponsabilidad y una falta de respeto y a la gente le molestará. Se sentirán ofendidos. Pensarán que eres un prepotente. Pero si sigues los pasos para asegurarte de que todo está controlado, es sorprendente lo bien que la gente responde. Y a menudo ellos también empiezan a cogerse tiempos sabáticos de e-mails para garantizar que todos consiguen el reseteo que necesitan.

La gente me pregunta a menudo si soy sincero sobre los miles de e-mails que seguramente pierdo. Nuevamente, puesto que soy un friki de la informática y uso procmail, tengo los datos registrados. Lo que es curioso es que, después de las primeras 48 horas en las que a la gente le gusta comprobar mi mensaje rebote, dejan de enviarme e-mails. Siguiendo todos estos pasos de forma ordenada, la gente realmente me deja en paz.

¿Hay cosas que me pierdo? Seguro. Pero no me inquieta perderlas porque sé lo importante que es tomarse un verdadero y genuino respiro. Estar quemado te absorbe. Cuando estoy quemado, soy un empleado borde, un mal amigo y una persona terrible para tener cerca. Sí que merece la pena perderse algunas cosas para estar seguro de que soy lo que quiero ser.

Así que, adelante, no tengas miedo, no hay excusas. Cógete unas vacaciones ¡y tómate un tiempo sabático de e-mails!

Fuente: LinkedIn

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