¿Que diferencia a los ricos de los pobres?

Los principios que siguen los ricos y que todo el mundo debería seguir.

Tener el control sobre nuestro dinero tiene mucho más que ver con la psicología y la forma de pensar de cada uno de lo que podríamos llegar a creer. Esto es lo que Napoleon Hill predicaba en su bestseller de 1937 «Piense y hágase rico», la culminación de su intenso estudio de más de 500 millonarios hechos a sí mismos.

El millonario por mérito propio Steve Siebold, que ha entrevistado a 1.200 de las personas más acaudaladas del mundo durante las tres últimas décadas, está de acuerdo. Por raro que pueda parecer, llegar a ser rico tiene a menudo menos que ver con el dinero que con la mentalidad de cada uno, escribe en su libro How Rich People Think (Cómo piensan los ricos).

Según Siebold, existe cierta sensación de vergüenza asociada a la idea de «hacerse rico» en las comunidades de ingresos bajos.

«A las personas corrientes se les ha lavado el cerebro para pensar que la gente rica tiene suerte o es deshonesta», escribe. «La gente adinerada sabe que, aunque tener dinero no garantiza la felicidad, sí que hace que tu vida sea más fácil y agradable».

Siebold contó a Business Insider:

«Los ricos salen al mundo e intentan ser felices. No tratan de fingir que están salvando el mundo».

El problema es que la gente de clase media ve esto como algo negativo, lo que hace que sigan sin tener dinero, escribe. «Si no te preocupas por ti mismo, no estarás en condiciones de ayudar a nadie más. No puedes dar lo que no tienes».

«Mientras que la inmensa mayoría de la gente espera conseguir el número premiado y reza por alcanzar la prosperidad, la gente sobresaliente se dedica a resolver problemas», escribe Siebold.

«El héroe al que la mayoría de la gente espera es, tal vez, Dios, el gobierno, su jefe o su cónyuge. Es la forma de pensar del ciudadano medio lo que fomenta este enfoque de la vida y esta forma de vivir mientras las manecillas del reloj avanzan inexorables».

«Muchas personas de talla mundial cuentan con muy poca educación formal y han amasado sus fortunas adquiriendo, y posteriormente vendiendo, conocimientos específicos», escribe Siebold.

«Mientras tanto, las masas están convencidas de que los títulos de máster y los doctorados son el camino hacia la riqueza, principalmente porque están atrapados en una forma lineal de pensamiento que los mantiene alejados de niveles superiores de conciencia... A la gente rica no le interesan los medios, sino los resultados».

«La gente que cree que su mejor época ya pasó raras veces llega a ser rica y, a menudo, tiene que luchar contra la infelicidad y la depresión», escribe Siebold.

«Los millonarios por méritos propios llegan a ser ricos porque están dispuestos a apostar por ellos y a proyectar sus sueños, sus objetivos y sus ideas en un futuro desconocido».

«Una persona por lo general inteligente, con una buena educación y exitosa (en cualquier forma que sea) puede transformarse al instante en un pensador motivado por miedos e impulsado por la escasez cuya principal aspiración económica es conseguir jubilarse cómodamente», escribe Siebold.

«La gente adinerada ve el dinero por lo que es y lo que no es, a través de los ojos de la lógica. Estas personas saben que el dinero es una herramienta crucial que presenta opciones y oportunidades».

«Al ciudadano medio le da la sensación de que los ricos están trabajando todo el tiempo», dice Siebold. «Pero una de las estrategias más inteligentes de la gente adinerada es hacer lo que les gusta y encontrar una forma de que les paguen por ello».

Por otra parte, los miembros de las clases medias aceptan trabajos que no les llenan «porque necesitan el dinero y porque se les ha enseñado en el colegio y la sociedad los ha condicionado a vivir en un mundo de pensamiento lineal que equipara el ganar dinero con el esfuerzo físico o mental».

«Los psicólogos y otros expertos de la salud mental advierten a menudo a la gente que se fije unas expectativas bajas en su vida para asegurarse de no decepcionarse», escribe Siebold.

Pero, él dice «nadie habría llegado nunca a hacerse rico y a vivir sus sueños sin grandes expectativas».

Siebold dice que a los ricos no les asusta financiar su futuro gracias a los bolsillos de los demás.

«La gente rica sabe que no ser lo suficientemente solvente para hacer frente al pago de algo personalmente es irrelevante. Lo realmente importante es "¿Merece la pena comprarlo, invertir en ello o perseguirlo?"», escribe.

«Los ricos saben que los sentimientos principales que impulsan los mercados financieros son el miedo y la codicia y tienen esto en cuenta en todas las transacciones y las tendencias que observan», escribe Siebold. «Este conocimiento de la naturaleza humana y el impacto que de él deriva en las operaciones financieras, les proporciona una ventaja estratégica a la hora de construir una mayor riqueza por medio del apalancamiento».

Los padres ricos instruyen a sus hijos desde muy temprana edad sobre el mundo de los ricos y los pobres, dice Siebold.

Aunque muchas personas argumentan que el autor apoya la idea del elitismo, él no está de acuerdo.

«La gente dice que los padres enseñan a sus hijos a mirar hacia abajo a las masas porque son pobres. Pero esto no es cierto», escribe. «Lo que les están enseñando a sus hijos es a ver el mundo a través de los ojos de la realidad objetiva, en la forma en la que la sociedad realmente se comporta».

El motivo por el que la gente adinerada consigue más dinero es que no teme admitir que el dinero puede solucionar la mayoría de los problemas, dice Siebold.

«(La clase media) ve el dinero como un mal necesario e interminable que tiene que asumirse como parte de la vida. Pero los ricos ven el dinero como un gran liberador y que, si se tiene el suficiente, te permite comprar tranquilidad financiera mental».

Aunque los ricos no ponen mucho empeño en conseguir la riqueza por medio de la educación formal, sí que aprecian el poder del aprendizaje mucho tiempo después de que la universidad haya quedado atrás, explica Siebold.

«Si entras en casa de una persona rica, una de las primeras cosas que verás es una gran colección de libros que ha leído para formarse sobre cómo conseguir tener más éxito», escribe el autor. «Las clases medias leen novelas, prensa sensacionalista y revistas de entretenimiento».

La forma negativa de ver al dinero que envenena a la clase media es lo que hace que los ricos pasen su tiempo libre con otras personas ricas, dice Siebold.

«(Los ricos) no pueden permitirse mensajes pesimistas», escribe. «A menudo, la gente corriente interpreta este gesto como esnobismo. Etiquetar a la gente adinerada como "esnobs" es otra forma en la que la clase media consigue sentirse mejor consigo misma y con el camino de mediocridad que ha escogido».

Siebold teoriza que los ricos se centran en lo que ganarán si asumen riesgos, en lugar de en ahorrar lo que tienen.

«Las masas se centran en recortar cupones descuento y, al vivir frugalmente, pierden grandes oportunidades», escribe. «Incluso en mitad de una crisis de efectivo, los ricos rechazan la mentalidad tacaña de las masas. Son maestros en focalizar su energía mental donde sienten que pertenecen: el dinero a lo grande».

«"Apalancamiento" es el lema de los ricos», escribe Siebold.

«Cualquier inversor pierde dinero alguna vez en su vida, pero las personas adineradas saben que no importa lo que ocurra, pues siempre podrán ganar más dinero».

«La comodidad física, psicológica y emocional es el objetivo principal de la mentalidad de la clase media», escribe Siebold. «Pero los pensadores de las clases altas aprenden muy pronto que llegar a ser millonario no es sencillo y que la necesidad de comodidad puede ser devastadora. Aprenden a estar cómodos manejándose en un estado de incertidumbre constante».

«No escuches a los detractores que te dicen que la vida es una lucha continua y que deberías conformarte y dar gracias por lo que tienes», escribe Siebold para Business Insider.

Hay que pensar a lo grande. ¿Por qué no pensar en 1 millón de euros?

«La verdad es que la gente adinerada tiene una sana obsesión con conseguir lo que quiere, lo que incluye dinero, por supuesto», escribe Siebold. «Los ricos ven los negocios y la vida como un juego, un juego en el que les encanta ganar».

Piense en lo que quiere y en cómo va a conseguirlo exactamente, recomienda el autor. «Ganar» requiere un cierto nivel de disciplina.

«La mayoría de la gente tiene una relación disfuncional y adversa hacia el dinero. Al fin y al cabo, se nos enseña que el dinero es escaso, difícil de ganar y más difícil aún de mantener», escribe Siebold.

«Si quieres empezar a atraer el dinero, primero tienes que dejar de verlo como tu enemigo y pensar en él como en uno de tus mayores aliados. Es un amigo que tiene el poder de poner fin a noches en vela de preocupación y dolor físico y que, incluso, puede salvarte la vida. Los ricos ven el dinero como un amigo muy especial que puede ayudarles en formas en que ningún otro amigo puede y estos sentimientos positivos les llevan a construir una relación más fuerte cada día».

La idea de que la riqueza llega sacrificando tiempo con la familia no es más que un pretexto, dice Siebold.

«A las masas se les ha lavado el cerebro para creer que es una ecuación excluyente», escribe. «Los ricos saben que puedes tener todo lo que quieras si encaras el desafío con una mentalidad basada en el amor y la abundancia».