No tiene que recorrer 42 kilómetros para poder aplicar algunas de las buenas lecciones de correr a su vida diaria.
Por supuesto, más de 50.000 personas correrán 42 kilómetros este domingo en el maratón de la ciudad de Nueva York. Algunos lucharán con las voces duras y críticas en su cabeza, que les dirán que no son lo suficientemente buenos para cruzar la línea de meta. Otros lucharán con los retos físicos sobre las calles pisoteadas imperfectas durante varias horas consecutivas. La mayoría aprenderá algo de sí mismo y de la vida.
Hay veces en las que todos tenemos que ponernos las zapatillas para enfrentarnos a los kilómetros literales o figurados que tenemos delante. En este artículo encontrará nueve lecciones de correr que podrían ayudarle a recorrer la distancia de una manera algo más cómoda.
1. Usted es más fuerte de lo que se piensa
El cuerpo y la mente son capaces de cosas increíbles, sea correr 42 kilómetros o algo completamente diferente, terminar una relación de muchísimos años. Si piensa en la cosa más dura que le ha pasado nunca, tómese un minuto más para pensar que realmente la superó. Eso es algo increíble.
2. Si no va en la buena dirección, se estrellará contra la pared
Lo que los corredores llaman «estrellarse contra la pared» a la disminución de nutrientes y químicos importantes cuando el cuerpo y los músculos están extremadamente agotados. Esto sucede cuando no entrena o come de manera adecuada.
Extrapolado a la vida, cualquiera puede estrellarse contra la pared si no van en la buena dirección: practicar aquello una hora más, estudiar durante un día más y dormir más, por favor. Si quiere triunfar, cuidarse a uno mismo es algo clave.
3. El fracaso es 100% probable si no lo intenta
Wayne Gretzky lo expresó mejor: «Desperdicia el 100 por cien de las veces que no intenta». Si no se inscribe en el maratón, por supuesto que no podrá completarlo. El miedo al fracaso es una de las fobias más peligrosas que existen. Puede que sea el único miedo que garantiza que haya un obstáculo para alcanzar el éxito en todas las facetas de su vida. (El miedo a los payasos puede implicar únicamente que deba saltarse unas cuantas fiestas de cumpleaños).
4. Lo que sube, ha de bajar
Las cuestas pueden hacer que sienta que sus piernas son de plomo y se materialicen en voces que intentan convencerle que desista. Pero si usted es capaz de fortalecerse con ellas, verá la recompensa en la experiencia liberadora de ir cuesta abajo, de manera ligera. Sabrá que la escalada valió la pena una vez recupere el aliento en la cima.
5. Se trata del camino, no del destino
Sí, alcanzar la meta puede ser una sensación increíble. Sobre todo, cuando usted sabe que habrá un desayuno con magdalenas después. Pero por mucho que quiera quitar algo de su lista, el proceso es realmente importante. Le enseñará a hacerlo mejor la próxima vez, qué errores evitar en el futuro y eso, de nuevo, puede conseguirlo a través de las cosas difíciles. No olvide oler las rosas plantadas con delicadeza la primera vez que esté corriendo por la Primera Avenida; si va muy rápido por toda ella, quizá ni se dé cuenta de que se han plantado.
6. Si fuera fácil, todo el mundo lo haría
El hecho de que usted asuma este reto es parte de lo que a usted le convierte en alguien fuerte.
7. Todos tenemos algo en común
Todos los 50.000 corredores en la Maratón de Nueva York comparten el deseo de correr. Las razones por las que se inscriben varían según la persona: un corredor puede querer tratar de correr 42 kilómetros en dos horas, mientras que otro se tomará más tiempo para correrlo, dándose la oportunidad de vencer a los pensamientos del cáncer que atraviesa.
La cuestión es que nuestra humanidad nos pone a todos en la misma longitud de onda y eso es fundamental recordarlo antes de que dejemos que un extraño se convierta en un enemigo por algo trivial.
8. La edad es solo un número
Faruja Singh corrió su última maratón a los 101 años de edad. ¿Y usted va a dejar que un par de pies le impidan hacer algo grande?
9. Respire
Inspire, espire. Eso es lo que le da la vida.