¿Cómo empezar una nueva vida?
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No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.

Casi la mitad de nosotros hacemos propósitos para el Año Nuevo y el ejercicio y la pérdida de peso están siempre en los primeros puestos de la lista. Pero un plan de ejercicio para el futuro puede utilizarse como excusa para enrollarse en las mantas e hibernar todas las vacaciones, lo que explicaría que haya gente que llega al año nuevo con unos kilos de más.

Un estudio del año 2000 de 195 americanos, descubrió que la gente que ya tenía sobrepeso o era obesa subía una media de 2,5 kilos en seis semanas entre el día de Acción de Gracias y Navidad, y que para todos aquellos que cogían peso en vacaciones, estos kilos de más les suponía más de la mitad del total del peso que adquirían ese año.

Este es el motivo por el que ya sabemos que tenemos que hacer más ejercicio – el gobierno de EE. UU. recomienda 150 minutos de actividad moderada a la semana con al menos dos sesiones de entrenamiento duro – no hay mejor momento que este para marcarse una meta en este aspecto, dicen los expertos.

La doctora Christine Whelan, líder de opinión para el programa Life Reimagined de la AARP y profesora de la Universidad de Wisconsin-Madison, dice que es un «buen truco psicológico marcarse una fecha especial para empezar algo nuevo – por ejemplo, tu cumpleaños, el año nuevo o incluso simplemente un lunes por la mañana». Sin embargo debemos tener cuidado de no usar esta fecha futura para justificar el retraso en un cambio de vida.

«Si dices “me propongo perder peso en Año Nuevo” para que puedas atiborrarte durante las vacaciones, piensa en el paso tan pequeño que puedes dar justo ahora para conducirte por el buen camino hacia un año nuevo con incluso más éxito» comentó, Whelan a HuffPost.

Según el espíritu de los propósitos, hablamos con Whelan y dos expertos más sobre por qué no se debe esperar hasta el año nuevo para empezar a trabajar en los propios objetivos del momento, y sobre cómo adquirir la forma física para recibir 2016 con un fuerte planteamiento de ejercicio ya en marcha.

Piensa por qué quieres hacer más ejercicio

Whelan dice que nuestros problemas en la vida son fáciles de identificar, pero que forjar estrategias para resolverlos es algo mucho más complicado. Una forma de saber si lo que te propones es lo correcto es averiguar por qué lo pones en el primer lugar de tu lista. «Pensar en lo que quieres sentir – y el motivo que hay detrás del cambio – hace más probable que te comprometas con el objetivo correcto para conseguir el resultado deseado», afirmó Whelan.

Entender el motivo por el que quieres ponerte en forma te orientará también en el camino a seguir para conseguirlo. Butch Nieves es antiguo ganador de los certámenes de culturismo de Mr. América y Mr. EE. UU. y entrenador personal y responsable del Fit Body Boot Camp de Nueva York. Coincidió en que lo primero que la gente debe hacer cuando decide que quiere comenzar a hacer ejercicio de nuevo, es pensar realmente por qué quiere hacerlo como algo primordial.

«Ante todo descubre tu “porqué”: ¿Por qué decidiste entrenar?» Afirmó Nieves. «Tu “porqué” te indicará qué programa debes seguir y cómo valorar la urgencia».

Márcate metas y plazos reales

Los estudios demuestran que si pones por escrito tus metas es más probable que las cumplas. Pero si estas metas son demasiado amplias o irreales, puedes llegar a desanimarte por el fracaso o porque te has quemado, advierte Joe Ardito de Fit Crush NYC. Ardito afirma:

«Marcarte objetivos realistas para ponerte en forma puede ayudarte tanto en lo mental como en lo físico. Puede parecer que empezar con poco va en contra de lo que pensamos, pero recuerda que lo que quieres es conseguir el éxito, no una lesión ni consumirte».

Para maximizar el éxito, Whelan sugiere proponerse solo cumplir un objetivo desde ahora hasta finales de año – no una lista completa de grandes cambios. Este afirmó:

«Quizás quieras hacer ejercicio varias veces a la semana a pesar de las fiestas. Puede que lo que quieras sea centrarte en tus relaciones y olvidarte cada noche de las máquinas».

Elabora un plan de entrenamiento

Ardito dice que hay cuatro bloques a la hora de ponerse en forma: flexibilidad, entrenamiento de fuerza, entrenamiento cardiovascular y nutrición. Cuanto más te propongas abordar cada uno de estos pilares antes de ir al gimnasio, es más probable que pierdas menos tiempo y te distraigas menos, afirma.

Si quieres llegar al gimnasio y salir pronto, un circuito de entrenamiento combinado con un intervalo de entrenamiento de alta intensidad te cundirá al máximo en el menor tiempo, afirma Nieves. Alternar periodos de ejercicio enérgico y una recuperación activa ha demostrado que aumenta el número de calorías que se queman durante la actividad y después de esta.

Pero si ir al gimnasio no es una opción viable precisamente ahora, piensa en otros objetivos de actividad física que te puedas fijar, sugiere Ardito.

«Ve a trabajar en bici, sube las escaleras en vez de coger el ascensor y da vueltas andando varias veces por tu bloque en el descanso de la comida», sugiere.

Involucra a tus amigos

Whelan añade que no es suficiente con escribir tus metas; si hablas con los demás de ellas y se las trasladas aumentarás las posibilidades de mantenerte de verdad en la línea. Este escribe:

«Los estudios muestran que las parejas que se ponen a dieta juntas es más probable que pierdan peso y que se mantengan. Busca un compañero de ejercicio o al que comunicarle todo sobre tu objetivo».

«Rodéate de un grupo sin compromisos que solo te dé y te pida lo mejor», añade Nieves. «Un estudio de 2011 publicado en Psychology of Sport and Exercise descubría que los hábitos de ejercicio de tus conocidos tienen una influencia positiva en tus propios hábitos».

Sé amable contigo mismo y con los demás

Finalmente, es importante recordar que los propósitos relacionados con hacer ejercicio no son simples proyectos implacables e indefinidos de auto-mejora destinados a trabajar en tu aspecto. Seguro que quieres sentirte más sexi o a lo mejor quieres que te valga la ropa que te gusta. Pero quizás solo quieras ser capaz de ir en bici con tus nietos, dice Nieves, o poder usar las escaleras sin que te dé un ataque al corazón.

El asunto es que los propósitos relacionados con el ejercicio son al final propósitos para continuar estando ahí – para ti y tus seres queridos – el mayor tiempo posible, de forma sensata y alegre. Nieves a menudo dice a sus clientes que lo mejor de sus cuerpos no son sus nalgas o sus brazos tonificados, sino su corazón.

«Mi trabajo como entrenador es llegar a tu mente y a tu corazón», afirmó. «Tu corazón te hará superar los momentos duros, la negatividad y las decepciones que te puedas encontrar en cada momento». «Cuando tienes corazón eres fuerte y feliz y ¡no hay nada que te pare!», concluye.

Y ¿por qué no usar ese gran corazón para ayudar a otros? Whelan nos aconseja que vayamos más allá en nuestras metas de ejercicio y consideremos el impacto duradero que queremos causar en otras personas.

«La mayoría de nosotros dirigimos los propósitos para el Año Nuevo a pequeñas cosas que nos afectan personalmente y que queremos cambiar: ir al gimnasio todos los días, perder peso, comer mejor», comentó Whelan. «Este año, debes considerar la incorporación a esa lista de propósitos de un elemento mucho más grande que tú mismo: el voluntariado para una obra de caridad específica, servir a tu comunidad, algo que te saque un poco de ti mismo durante unos instantes».

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