Repetir los errores del pasado o permitir a las empresas crear un nuevo futuro.
Al menos, esa era la visión idealista que el director ejecutivo de Uber Travis Kalanick y el cofundador de Airbnb Joe Gebbia mostraron durante sus conversaciones el segundo día de TED el martes por la mañana. Los dos líderes tecnológicos, cuyas empresas han sido objeto de críticas frecuentes y se han enfrentado a la oposición implacable de los reguladores, recordaron a los asistentes de TED no solo el enorme éxito de sus respectivas empresas, sino que también su éxito es realmente algo bueno para el mundo.
Airbnb
Gebbia argumentó que Airbnb ha obligado a la gente a superar sus prejuicios sobre el «peligro de los extraños» y a tener menos miedo de los demás. Para demostrar lo profundo que puede llegar a ser este miedo, Gebbia pidió a todos los miembros de la audiencia que desbloquearan su teléfono y se lo pasaran a la persona de su izquierda. Cuando empezaron a mostrar su nerviosismo, Gebbia dijo: «Esa pequeña sensación de pánico que está sintiendo en este momento es exactamente lo que los anfitriones sienten la primera vez que abren su casa».
Luego añadió: «Por cierto, ¿quién tiene el teléfono de Al Gore? ¿Por qué no escribe en Twitter que se va a presentar como candidato a la presidencia?»
Para mostrar cómo Airbnb puede arrancar de raíz este profundo temor, Gebbia habló de un estudio que la compañía ha completado recientemente con la Universidad de Stanford y que mide la predisposición de la gente a la hora de confiar en alguien en base a varios parámetros como la edad y la geografía de la persona. El estudio reveló que las personas más similares son más propensas a confiar la una de la otra. Sin embargo, cuando se añade el aspecto de la mezcla de reputación, como Airbnb hace con sus opiniones, las positivas dieron más confianza que incluso similitudes cercanas.
«El diseño puede superar nuestra tendencia al miedo ante lo extraño», dijo Gebbia. Para Airbnb, este mensaje acerca de la confianza y la actitud abierta es crucial para erradicar las historias que han generado titulares en los periódicos acerca de cómo los huéspedes de Airbnb han destrozado los hogares de los anfitriones o han sido atacados personalmente por los anfitriones.
Uber
De la misma manera, Kalanick buscó reforzar la idea de que mediante la eliminación de los automóviles de las calles, Uber está realizando un servicio público esencial. Un futuro con menos coches en la carretera, dijo, mejora la calidad de vida de las personas y elimina miles de toneladas métricas de dióxido de carbono del aire de cada ciudad conquistada por Uber.
Kalanick criticó las regulaciones que han intentado frustrar esta iniciativa y puso ejemplos de casos en los que las autoridades se equivocaron anteriormente. Este fue el caso de los minibuses que, tal y como Kalanick explicó, fueron el origen de Uber en los 90 y estaban diseñados para llevar a cualquier persona a cualquier lugar por cinco centavos. El colectivo experimentó un gran crecimiento y hacía tantos viajes al día por Los Ángeles como lo hace hoy Uber. No obstante, la industria los hizo desparecer.
¿Les suena de algo? El mensaje de Kalanick fue claro: si se les hubiera permitido seguir circulando, sin la supervisión del gobierno ni los intereses de la industria, no viviríamos en un mundo en el que una quinta parte de las emisiones de dióxido de carbono provienen de los automóviles, donde la humanidad gasta miles de millones de horas al año en atascos de tráfico y donde las ciudades están llenas de aparcamientos, o, como Kalanick los llama, «rascacielos construidos para los coches».
Como la iniciativa de los minibuses fracasó, ahora existe Uber. Y ahora, tal y como afirma Kalanick, nos toca elegir si repetir el mismo error de antes o permitir que Uber haga historia.